Asociacion Internacional de Prensa Indigena
AIPIN
Comisión de Asuntos Indígenas
REGIONES INDIAS
Comisión de Asuntos Indígenas
REGIONES INDIAS
25 Abril 2020
Genaro Bautista / AIPIN
Comunicaciones a: lallabatamazola@hotmail.com
La Jornada, CRIC, y Agencias
MEXICO: Comunidades indígenas de la sierra norte unidas ante el Covid-19
Hermann Bellinghausen / La Jornada
MEXICO: La organización de pueblos, contra el coronavirus. Al-Dabi Olvera
La Jornada
MEXICO: Exige la Filac plan de salud para las etnias
Carolina Gómez Mena / La Jornada
PUEBLA: Jorge Pinto Tepoxtecatl. Los olvidados y el Covid-19
El Sol de Puebla
MEXICO: Intelecto opuesto Curanderos y el covid. Eduardo González
Milenio
CHIHUAHUA: Arribo de jornaleros dispararía contagios de Covid-19
Karina Rodríguez / El Heraldo de
Chihuahua
GUERRERO: Solicitan apoyo para el regreso de jornaleros indígenas
Sergio Ocampo Arista / La Jornada
MEXICO: Los de abajo. Megaproyectos, sin aval de las comunidades. Gloria
Muñoz
La Jornada
YUCATAN: Artesanos de Chichén Itzá, lanzan una serie de exigencias a las
autoridades
Abraham Bote / La Jornada Maya
MICHOACAN: No es momento de politizar el ambiente: diputado
Autor Ireri Piña / Contra Muro
MEXICO: Gestando la próxima pandemia. Silvia Ribeiro
La Jornada
MEXICO: Maíz nativo: la ley y el plan, el plan y la ley. Ana De Ita
La Jornada
MEXICO: Entrevista con Isela Xospa
CHIAPAS: LITORAL: Voz original. Igualdad de oportunidades, derecho de los
artistas indígenas
Notimex
EE. UU. El virus llega a los indios Navajo: una reserva registra más
fallecidos que 13 estados juntos
- Alamillos / El Confidencial
PERU: Ante el confinamiento, indígenas venden sus artesanías en internet
La vital respuesta de los pueblos indígenas a la pandemia muestra que hoy
la comunidad persiste.
La Jornada, CRIC, y Agencias
MEXICO: Comunidades indígenas de la sierra norte unidas ante el Covid-19
Hermann Bellinghausen / La Jornada
En medio de las constantes malas
noticias y cifras aterradoras por la pandemia del Covid-19, se registran
experiencias esperanzadoras, donde la organización comunitaria y la autonomía
alimentaria, en medio de la privación y la distancia, mantienen a raya propagación
del virus. Es el caso de las comunidades nahuas y otomíes de la sierra norte de
Veracruz y la Huasteca en una zona donde confluyen Hidalgo y Puebla. Desde Radio
Huaya, en Huayacocotla, habla con La Jornada Alfredo
Zepeda, sacerdote católico y comunicador que ha vivido cuatro décadas en la
región, y mantiene contacto directo con migrantes indígenas que se encuentran
en Nueva York. “El sistema de salud aquí está desmantelado”, señala. “No se ha
establecido ninguna nueva clínica en la sierra desde 1981, y las que existen
están siempre mal equipadas” Ante la ausencia de atención real por parte de las
instituciones, las comunidades se han cerrado de manera drástica y
prácticamente no se han diagnosticado casos positivos de coronavirus. “No
pueden confiar”. Según Zepeda, el papel de los agentes municipales (en Hidalgo
se les llama delegados) ha sido fundamental en actual control interno de los
pueblos. “Cerrar los caminos es un reflejo nato, una autonomía que no se
pregunta”, y mantiene a la región en fase 1 de la pandemia.
Un agente de Pericón, Veracruz, lo
ponía así: “Cerramos el pueblo porque ¿qué tal si llega el virus?”. Sabe que no
tendrían cómo contener la enfermedad: “No hay casos todavía. Hay que seguir
así, que no nos llegue la fase 2”. Los únicos decesos han sido de un par de
paisanos en el norte de Nueva York. Resulta que allá también es una ventaja
inesperada pertenecer a una comunidad indígena: “Se organizaron para cerrarse
en los barrios de Queens y en las granjas de las zonas rurales, y aunque han muerto
muchos trabajadores migrantes, nuestra gente sigue bien y se mantiene en
comunicación con sus familias a través de nuestra radio; esa es su utilidad,
sirve para conectar entre sí a los pueblos de aquí, y informar a de los de
allá", quienes han decidido no retornar por ahora, en parte por no poner
en riesgo a sus familias. “Entre la calle 80 y la 105 en Queens, Nueva York, no
se habla inglés. Allí está el barrio Corona.
El hospital Elmhurst, ubicado a cinco minutos, fue el ‘moridero’ en días
pasados. Centenares de latinos fallecieron: mexicanos, guatemaltecos,
colombianos. Por fortuna nadie de por aquí”, refiere. Estamos viendo cómo lo
tradicional se adapta a lo inédito. Eso han hecho siempre los pueblos
originarios”. Retornaron de Monterrey algunos. Los reciben en los pueblos, y
los obligan a encerrarse en sus casas. Ya mandaron decir que se queden allá. En
dos o tres ocasiones la “sospecha” de la enfermedad por algún pasante inexperto
ha generado rumores y alarma, para luego no confirmarse.
Con prudente optimismo, Zepeda
-quien participa desde sus orígenes en Radio Huaya, una de las
radios comunitarias más importantes y antiguas del país- refiere que por ahora
las comunidades, en su mayoría pequeñas, se han reportado con suficiente maíz,
frijol, quelites, chayote y otros productos para las próximas semanas. “Pero la
escasez está anunciadísima”, lamenta. “El año pasado la sequía fue muy cruel.
Por eso la Organización Otomí solicitó en una carta formal al gobierno que
proporcione maíz suficiente, y de buena calidad (les han traído a veces uno muy
malo), a mitad de precio, lo que ayudaría para contraponerse a la
especulación”. Añade: “Están igual que cuando no había carreteras, saben cómo
es vivir aislados. Me admira su capacidad de autosubsistencia en el límite. Y
si la cosecha pasada hubiera sido buena, se reirían del hambre”. Las plazas de
los pueblos grandes reciben menos gente, “porque ya no vienen las familias
completas, como antes de la pandemia, sino que uno solo realiza las compras”.
Ya comienza a generalizarse el uso tapabocas, como un “aviso”.
Aunque se ha impuesto la distancia
entre personas, los curanderos de Tzicatlán anunciaron que harán una ofrenda a
la Tierra “porque se viene la sequía, y es de costumbre, pero lo harán con
pocos asistentes y guardando la distancia física”. Inspirados en un ensayo del
iconoclasta filósofo jesuita Teilhard de Chardin, Misa sobre el mundo,
Alfredo Zepeda y sus compañeros religiosos decidieron alterar de momento la
absoluta laicidad de Radio Huaya para transmitir la misa dominical. “Eso sí,
muy radiofónica, aligerada”, aclara. De ese modo, en la sierra y en Nueva York
la gente “oye” misa, con informes enfocados al coronavirus y los cuidados que
se recomiendan, y con mensajes familiares de ida y vuelta. Zepeda concluye:
“Las gentes no están tristes. ‘Estamos dispuestos a echarle ganas’, dicen”.
MEXICO: La organización de pueblos, contra el coronavirus. Al-Dabi Olvera
La Jornada
Repleto de turistas cada fin de
semana, el viejo pueblo nahua de Tepoztlán se encuentra hoy bajo resguardo. A
pocos días de la Semana Santa, en una asamblea convocada por las mayordomías
tradicionales y los barrios, la población de Tepoz dio un vuelco radical y
detuvo el continuo flujo de vacacionistas para evitar la entrada de un virus
que ya cobraba víctimas en la capital, a sólo 45 minutos del pueblo.
Karina Vara, de Tepoztlán, relata:
decidimos no afrontar la pandemia con el miedo, sino rescatando nuestras formas
de organización. Así, el pueblo nahua que cada ocho días se debate entre gentrificación
y defensa de su territorio, entre memoria del zapatismo y colonización
metropolitana, enfrenta la crisis con formas que nunca perdió: su gobierno,
producción, cuidado y salud propios. Cerrar el pueblo les acarreó críticas.
Vara relata que hubo avecindados y empresarios turísticos que les acusaron, con
aseveraciones racistas y clasistas, de impedir el libre tránsito y violar sus
derechos. Pero la estructura barrial prevaleció en su derecho a la libre
determinación. Hoy, hasta el municipio coopera para reforzar las barricadas
sanitarias y su organización les permite vigilar las entradas todo el día
mediante relevos. Además, los acopios internos destinados para las brigadas que
combaten los incendios son destinados a quienes viven al día. Así, Karina Vara
opina que, paradójicamente, el virus los hace reconsiderar: nos sacude para ver
que no le podemos apostar a la forma en que hemos adoptado los pasados 10 años.
Tepoztlán no es el único pueblo que echa mano de su organización comunitaria en
tiempos de cataclismos. En el México de abajo, rural, pululan estrategias de
autoprotección popular. Hoy, los pueblos nahuas de Hueyapan, Tetela del Volcán
y Zacualpan, en Morelos, los pueblos wirrárikas, de Jalisco, los pueblos
pertenecientes a la CRAC-Policía Comunitaria en Guerrero, decenas de
localidades en la Sierra Juárez y la geografía mixe de Oaxaca, los Caracoles
zapatistas y pueblos choles como Tila, en Chiapas, se resguardan. Los ampara el
artículo segundo de la Constitución, el Convenio 169 de la OIT, la Declaración
de la ONU sobre derechos de los pueblos indígenas y, sobre todo, su historia.
Otro ejemplo: en la meseta purépecha
de Michoacán, el pueblo de Cherán K’eri activó en marzo la estructura de
gobierno comunal al saber de los primeros casos en la entidad. Oliveros Macías,
encargado de la Comisión de Salud Pública del gobierno por usos y costumbres,
relata que informaron la situación a las fogatas, asambleas creadas a partir
del movimiento en defensa de los bosques de abril de 2011. De ellas recibieron
el aval para reforzar las barricadas, cuidadas por la Ronda Comunitaria, pero
con filtros sanitarios asistidos por pasantes de medicina de la propia
comunidad.
En Cherán y muchos pueblos, a residentes
que llegan de afuera, especialmente de Estados Unidos, se les pide que guarden
15 días de aislamiento. Además, los mercados dan prioridad a artículos de
primera necesidad y los gobiernos por usos y costumbres se organizan para
conseguir víveres para grupos en riesgo.
Oaxaca es el estado con menos
dispersión de coronavirus en el país. Jaime Luna, antropólogo zapoteco de
Guelatao, dice que esto tiene relación con el impenetrable territorio oaxaqueño
y su estructura de 418 municipios regidos por usos y costumbres. Fueron las
autoridades comunales de la región las primeras en ser conscientes del peligro
del virus. Hace un mes, pidieron al gobierno federal que la celebración del
natalicio de Benito Juárez no fuera masiva con el fin de proteger a sus
pueblos. Y si en la región, explica Luna, hay aún fiestas patronales y otros
actos fundamentales para reforzar los lazos internos, es porque la vida y
condiciones posibilitan el quedarse en casa y el sustento propio.
Sin embargo, la lingüista mixe
Yásnaya Aguilar, cuyo pueblo Ayutla resiste al Covid-19 sin acceso al agua y
con sequía, ha escrito en diversas columnas que los pueblos han sufrido
terrible mortandad a causa de diversas epidemias. También recuerda que la
colonización entró en el continente en el siglo XVI junto con enfermedades que
aniquilaron a millones. La expansión de la lógica metropolitana, colonial y
capitalista continúa hoy acechando a los pueblos. Además, persiste la
deficiente estructura de salud del estado que aumenta su vulnerabilidad. Pero
los pueblos no sólo se autoprotegen. También comparten su pensamiento,
conscientes de que, para detener las catástrofes (la amenaza del virus, el
calentamiento global o la extinción masiva), hace falta un cambio radical. Si
bien las fogatas del aniversario de la lucha cheranense no fueron encendidas,
la memoria de su lucha no fue silenciada. Mediante conversatorios transmitidos
en línea, mujeres, mayores y jóvenes de Cherán compartieron experiencias.
Manuales de salud colectiva,
comparticiones de uso de medicina propia, guías de cuidados; los pueblos
circulan por todo el orbe formas de vida que ejemplifican el llamado del
zapatismo maya para cambiar temporalmente las formas para sabernos durante la
crisis. Quizás esta invitación a cambiar las formas pueda ser permanente, más
memoriosa que predictiva, y quizás exija reconsiderar, en la práctica, el
vivir, el producir y hasta la dignidad en el morir. Hoy, que los principios de
ayuda mutua, la vecindad solidaria, las guardias propias, el partir del saber
situado parecen más fuertes que la futurología filosófica, la práctica barrial
ante la epidemia, en Cherán, en Tepoztlán u otras ciudades, son la
materialización, ya no de un mundo por venir, sino de otro mundo que sucede a
diario
MEXICO: Exige la Filac plan de salud para las etnias
Carolina Gómez Mena / La Jornada
Myrna Cunningham, presidenta del Fondo
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe
(Filac) aseguró que las comunidades originarias están en mayor
vulnerabilidad ante el Covid-19 y consideró imprescindible que los gobernantes involucren
a estas poblaciones en la elaboración de políticas de respuesta para salvar
vidas.
Ninguna de las fuentes de
información globales o regionales incluye datos desagregados con relación a las
comunidades y pueblos indígenas ni en las zonas urbanas ni rurales. Detalló que
los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, por su misma condición de
marginación, tienen sistemas inmunológicos fragilizados frente a agentes
patógenos externos, también los indígenas que habitan en centros urbanos, pues
en su mayoría se establecen en barrios sin acceso a servicios hidráulicos. Añadió
que los indígenas transfronterizos tienen elevada exposición ya que son mano de
obra temporal que pretenden retornar a sus comunidades, pero no poseen
protocolos de cuarentena y/o de protección en su movilidad, incluso las
comunidades originarias que viven en áreas rurales también están en mayor
peligro porque muchas no tienen acceso a servicios básicos de salud, y cursan
con patologías como la diabetes y cardiopatías.
En un documento, la médica cirujana
indicó que la aparición del coronavirus ha develado las brechas ya existentes
en la sociedad, la fragilidad de los servicios de salud y la indefensión de
amplios sectores de la población; afectando de manera diferenciada a distintos
grupos poblacionales más vulnerables dados los altos niveles de exclusión,
inequidad y pobreza. Añadió que “para los indígenas esto se ha traducido
históricamente en altas tasas de desnutrición, nuevas enfermedades, inaccesibilidad
a servicios de salud, precariedad de infraestructura y baja visibilización”.
Dijo que el Covid-19 los pueblos originarios han fortalecido su
institucionalidad, su tejido social y gobernanza; y es a partir de esta
organización comunitaria territorial que han hecho uso de su derecho al
autogobierno cercando y adoptando protocolos sanitarios interculturales. El
curso de la pandemia dependerá de las decisiones de los gobiernos, pero la
resiliencia ancestral de los pueblos indígenas está aportando acciones.
PUEBLA: Jorge Pinto Tepoxtecatl. Los olvidados y el Covid-19
El Sol de Puebla
Amigos lectores, la pandemia de
COVID-19, acentúa las desigualdades que existen a lo largo y lo ancho del país,
y es precisamente en las regiones más apartadas a las ciudades, donde la
precariedad de bienes y servicios es más visible, particularmente, en los
pueblos originarios, en los que casi no hay agua potable y en algunos casos la
poca agua de sus mantos acuíferos es explotada por empresas refresqueras como:
Coca Cola (ver https://www.sinembargo.mx/03-10-2017/3310826).
Los habitantes de la zona de los Altos de Chiapas, son una de las comunidades
más pobres de México, con altos índices de desnutrición y ocupa el primer lugar
en el país por consumo de refrescos de cola. https://www.sinembargo.mx/30-12-2018/3516856
El consumo excesivo de refresco en
los pueblos originarios ha desencadenado enfermedades crónicas como la diabetes
y la obesidad, dichas enfermedades, podrían hacer vulnerable a ese sector de la
población en caso de contagios de coronavirus, ya que, los servicios
hospitalarios están alejados de las comunidades indígenas, y en las zonas
metropolitanas de las ciudades tienen un número limitado de infraestructura e
insumos para atender a los pacientes de COVID-19, por lo que, algunas
comunidades de pueblos originarios de Náhuatl, maya, zapoteca, huichol o
purépecha han optado por el aislamiento, esta medida descansa en sus leyes de
usos y costumbres que tienen su sustento en el artículo 2º de nuestra
Constitución, que estable el derecho de libre determinación de los pueblos, una
disposición de derecho fundamental que tiene relación con las disposiciones de
derechos humanos previstas en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas y lo señalado en el artículo 1º del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En México, el 17.8% de la población
es indígena y el 25% de los hablantes de lengua indígena no saben leer ni
escribir. Los pueblos originarios son una población cuya dimensión en realidad
casi nadie conoce con exactitud, pero que, podría oscilar entre los 10 millones
de personas según las fuentes oficiales y alcanzar hasta casi 16 millones de
acuerdo a otros investigadores: todo depende de cómo se clasifique a dicha
población y los criterios y parámetros que para tal efecto se utilicen. Entre
las lenguas indígenas más habladas están el náhuatl (23.4 % de la población
hablante), maya (11.6 %), tseltal (7.5 %), mixteco (7.0 %) y tsotsil (6.6 %). http://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/publicaciones/retalco_II.pdf
En el país, casi una quinta parte de
la población indígena es analfabeta. Uno de cada cuatro hablantes de lengua
indígena no sabe leer ni escribir y su grado de escolaridad promedio es quinto
de primaria. (Panorama educativo de la población indígena y afrodescendiente,
UNICEF-INEE, 2018). Los pueblos experimentan un alto grado de marginación
socioeconómica y corren un riesgo desproporcionado en las emergencias de salud
pública, haciéndose aún más vulnerables durante esta pandemia, debido a
factores como su falta de acceso a sistemas eficaces de vigilancia, alerta
temprana y a servicios sanitarios y sociales adecuados.
Es así, en la medida que aumenta el
número de contagios por el COVID-19 en el país, así como tasas de mortalidad
entre ciertos grupos vulnerables con problemas de salud subyacentes, es
importante que el sector salud sea más inclusivo con las comunidades indígenas
de México y cuente con base de datos del origen étnico de los contagiados, la
lengua indígena que hablan, que se equipen las unidades médicas cercanas a comunidades
indígenas para no menoscabar su derecho a la salud, contar con personal médico
que hable lenguas indígenas, mejorar las redes hidráulicas para abastecer de
agua a las comunidades indígenas, proporcionar insumos tales como cubre bocas,
jabón y mejorar los programas de divulgación preventivos del gobierno federal y
local, a través de medios auditivos en lenguas indígenas, atendiendo a la
población que no sabe leer y escribir. Comentarios: jorgepinto_9@hotmail.com
/ Twitter: @apjorge Facebook: Jorge Pinto
MEXICO: Intelecto opuesto Curanderos y el covid. Eduardo González
Milenio
En estados como Hidalgo donde hay
una gran cantidad de población indígena y que habita en comunidades
originarias, en el Valle del Mezquital, en la Sierra Alta, en las colindancias
del norte con Veracruz, con San Luis Potosí y con Querétaro –incluso partes
semiurbanas con Edomex-, la gente acude a la medicina tradicional.
Por años dicha ciencia ha sido su
único acceso a la salud universal, pues la mayoría no cuenta con seguro social,
o popular o clínicas cercanas, o no están implemente familiarizados con acudir
a un doctor cuando se sienten mal. Ante ello y con el tema del coronavirus en
todo el mundo, los pueblos indígenas carecen de todo acceso a información y
asistencia pues están al fondo de la cadena social. Si en una ciudad capital es
difícil atenderse actualmente, imaginen en una comunidad rural. Por eso los
médicos tradicionales, las curanderas, las yerberas, han sido de utilidad para
millones de indígenas y personas que tampoco lo son pero que acuden en busca de
salud y bienestar, no importando el costo, pues muchos tratamientos también son
de recursos. Sin embargo, la emergencia ha hecho que la capacitación a los
médicos tradicionales sea nula, sin comunicación con las dependencias
gubernamentales, y no es omisión por discriminación sino que la pandemia nos
agarró a todos sin una estrategia adecuada.
En los últimos días se ha hablado de
casos o supuestos casos de personas en la Huasteca, en Huejutla, en Xochiatipan,
en las colonias y barrios cercanos a Puebla y Veracruz; donde seguramente el
primer contacto ya fue con un médico tradicional, con una yerbera, con algún
conocido que tiene oficio en dicho arte ancestral y de tradición prehispánica. No
es buena señal si así ha ocurrido pues de darse casos de covid-19 en pueblos y
comunidades y ante el desconocimiento social del tema, se puede propagar de una
forma más rápida la enfermedad y provocar peores escenarios. https://www.milenio.com/opinion/eduardo-gonzalez/intelecto-opuesto/curanderos-y-el-covid
CHIHUAHUA: Arribo de jornaleros dispararía contagios de Covid-19
Prevén arribo de 25 mil trabajadores a las huertas manzaneras
Karina Rodríguez / El Heraldo de
Chihuahua
Se teme que con el arribo de unos 25
mil de jornaleros a la región manzanera del estado de Chihuahua en las próximas
semanas, se genere un contagio masivo de Covid-19, por ello el presidente de
Cusihuiriachi, Abel Ordóñez García, pide la coordinación de las autoridades
para implementar los controles sanitarios necesarios a fin de evitar un brote,
ya que este año dicha actividad económica se desarrollará en medio de una pandemia.
“Aún no empieza la temporada en la región manzanera, pero lo que estamos
tratando es que nos volteen a ver las autoridades y tomen en cuenta este
aspecto de la cantidad de jornaleros que arribarán”, declaró el edil, quien
explicó que aproximadamente el 7 de mayo comienza el deshoje de manzana y es
cuando a Cusihuiriachi llegan entre 3 mil y 3 mil 500 jornaleros, mientras que
para la temporada de pisca se contempla la presencia de hasta 8 mil
trabajadores más -procedentes principalmente de la Sierra Tarahumara y de otros
estados del país-, únicamente a este municipio.
El entrevistado declaró que, en
primera instancia, una de las cuestiones que le inquietan es la concentración
que se dé en las comunidades, especialmente en los pequeños negocios, pues aunque
actualmente están atendiendo por ventanilla es probable que a las afueras se
generen aglomeraciones con las personas que esperen su turno para surtirse de
víveres, sobre todo ahora que haya tanta gente. Asimismo, mostró su
preocupación por la manera en que son albergados estos jornaleros, pues aunque
hay fruticultores o propietarios de huertas que cuentan con sus propios
albergues, en la mayoría de los casos familias enteras duermen en un mismo
lugar. Por otro lado, aquellos trabajadores que no pernoctan en albergues, sino
que rentan casas, por lo regular son trasladados en grandes grupos hasta sus
áreas de trabajo, entonces el transporte de estas personas es otra problemática
que detecta el alcalde.
Dentro de este trabajo que cada año
realizan los jornaleros en la cosecha de manzana, primero se contempla el
deshoje que inicia en pocos días, y posteriormente viene la pisca del producto
(entre los meses de julio y agosto), para cuando arriban hasta 8 mil jornaleros
a la región de Cusihuiriachi. “Se debe
prestar especial atención en las medidas que vamos a implementar durante la
actual contingencia para evitar contagios, eso por un lado; aparte, siempre ha
sido una problemática la forma de beber de la mayoría de estos trabajadores, ya
que a diario reciben pago, entonces si en condiciones normales resulta
complicado controlar a tantas personas, no queremos saber ahora que estamos
atravesando por una pandemia”, apuntó el presidente municipal, el cual dijo
estar consciente de la importancia de “cerrar” la cosecha de este año ya que es
una actividad que genera una gran derrama económica para el estado, y que debe
realizarse forzosamente. Hasta el momento, Ordóñez García ha recurrido a
Desarrollo Social, a la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas (Coepi), y
otras instancias más para plantear la situación y tomar acciones en conjunto,
ya que el Municipio no cuenta con la infraestructura, ni el recurso para
hacerle frente a esta problemática.
La respuesta obtenida por parte de
Desarrollo Rural es que se apoyará con kits de higiene y brigadas de salud para
instalar filtros, pero el edil desea que estén de planta. También -dijo-, se
requieren medidas permanentes por parte de los patrones, de hecho informó que
ya ha platicado con los algunos de los alrededor de 60 fruticultores que hay en
Cusihuiriachi, y éstos tienen buena disposición, pero coincidieron en señalar
que se necesita el apoyo de las autoridades para implementar una estrategia.
“Varios municipios estamos en las
mismas circunstancias, quizá Cuauhtémoc, Guerrero, Bachíniva, Namiquipa que son
las zonas donde hay producción de manzana, nada más que son municipios más
grandes, con más capacidad, a diferencia de Cusihuiriachi donde tenemos menos
presupuesto. Por ello necesitamos una coordinación entre la autoridades
municipales, estatales y federales; que no nos dejen la responsabilidad a
nosotros solos”, fue la petición de Ordóñez, quien calcula aproximadamente
entre 20 y 25 mil jornaleros en toda la región manzanera del estado de
Chihuahua, durante esta temporada.
El alcalde cerró diciendo que
actualmente los esfuerzos del Municipio se concentran en contener la
propagación del coronavirus en Cusihuiriachi, donde hasta ayer no se había confirmado
ningún caso, gracias a las medidas tomadas; pero temen un brote con la llegada
de miles de jornaleros. “Seamos responsables. Invitamos a la gente que lo sea y
nosotros como autoridad estamos haciendo lo propio, pero los municipios no
podemos solos”, concluyó.
GUERRERO: Solicitan apoyo para el regreso de jornaleros indígenas
Sergio Ocampo Arista / La Jornada
Chilpancingo. El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, solicitó más apoyo para los jornaleros agrícolas indígenas que llegan de los estados del norte del país a la ciudad de Chilapa de Álvarez, en la Montaña Baja, para trasladarse a sus comunidades y quienes, debido a que el miércoles inició un operativo por el Covid-19, tienen muchas dificultades para llegar. Entrevistado por teléfono, relató que el pasado miércoles llegaron 15 autobuses con campesinos; el jueves seis; el viernes, tres, y de este sábado no se tiene todavía el dato. Dijo que los autobuses llegan a la entrada del bulevar de la ciudad de Chilapa, como de costumbre, pero desde el miércoles elementos de la Guardia Nacional, corporaciones policíacas y Protección Civil bajan de autobuses a los indígenas y los llevan a la Casa del Campesino, en la colonia Zapata de esa ciudad, les dicen que ya no pueden estacionarse ahí. Incluso les indican que tienen que llegar directo a la Casa del Campesino.
Traslados
injustificados
Barrera Hernández reconoció que si
bien se justifica que, debido a la pandemia del Covid-19, se deba tomar la
temperatura los jornaleros agrícolas indígenas, no deberían trasladarlos lejos.
El problema es que una vez que lo hacen, les dicen que se pueden ir, no les
impiden el desplazamiento, pero los dejan en un lugar muy lejano para ellos,
porque traen sus costales y cartones (maletas), y se les dificulta el traslado
para alquilar una camioneta o un taxi. Sólo a los que tienen la temperatura
alta los llevan al hospital (regional de Chilapa) para descartar que puedan ser
portadores de Covid-19, sostuvo.
En ese sentido, consideró que los
tres niveles de gobierno al menos debieran dar el servicio de transporte, y
ayudarlos para su traslado hasta sus comunidades, porque el lugar en el que la
Guardia Nacional los deja para que aborden algún transporte es lejano, afuera
de la ciudad, en una colonia muy alejada del centro.
MEXICO: Los de abajo. Megaproyectos, sin aval de las comunidades. Gloria
Muñoz
La Jornada
A unos días de que llegue a su punto
más alto la emergencia sanitaria por la propagación del Covid-19 en México, el
gobierno federal apresura el paso de megaproyectos que no cuentan con el aval
mayoritario de los pueblos y organizaciones indígenas afectadas por los mismos.
Ante la crisis económica provocada
por la pandemia, el gobierno de México resaltó en su discurso la generación de
empleos que supuestamente generará la construcción de los megaproyectos, y
anunció su carácter estratégico para salir del resquebrajo económico, medida
que rechazaron comunidades indígenas, colectivos y organizaciones. Pareciera
ser que el gobierno federal se aprovecha de la actual coyuntura para avanzar en
la continuación de un proyecto que ha sido cuestionado por diversos sectores y
cuya opacidad incluso ha generado la emisión de una orden de suspensión por
parte de un juez federal ante un amparo presentado por comunidades de Calakmul
y Candelaria, cuestionaron organizaciones como la Asamblea de Defensores del
Territorio Maya Múuch’ Xíinbal y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé
de Las Casas, AC.
Con respecto al Corredor
Interoceánico, proyectado entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz,
y Salina Cruz, Oaxaca, la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del
Istmo denunció que en plena pandemia se esté promoviendo la realización de
trabajos de modernización y rehabilitación de vías férreas. En la actual
contingencia sanitaria, sin duda serán los pueblos indígenas los más afectados
por falta de infraestructura médica, razón por la que la UCIZONI denunció que
sin respetar las normas mínimas de prevención se anunciara el inicio de los
trabajos, sin importar que las actividades no prioritarias estén suspendidas,
que no exista la Manifestación del Impacto Ambiental y que se haya suspendido
la consulta indígena. Demanda al gobierno federal que los recursos financieros
destinados al Corredor Interoceánico se utilicen en el equipamiento de clínicas
y hospitales de la región y en el impulso de un programa de desarrollo de la
economía comunitaria, no contemplada en el plan de rescate del gobierno
federal.
YUCATAN: Artesanos de Chichén Itzá, lanzan una serie de exigencias a las autoridades
Piden que el 15 por ciento de los ingresos del INAH en Chichén, se destinen
para el Municipio de Tinum
Abraham Bote / La Jornada Maya
Mérida. Ante el
temor de ya no poder ingresar a la zona arqueológica, artesanos de la de
Chichén Itzá exigieron a las autoridades del gobierno estatal y del Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH) una serie de medidas para garantizar
su reingreso al lugar, seguridad laboral, así como “expropiar la propiedad
privada, de aproximadamente 746 hectáreas a nombre de la familia Barbachano,
enclavados en la zona federal de Chichén Itzá”.
Asimismo, que el 15 por ciento de
los ingresos que capta mensualmente el INAH y la Secretaria de Hacienda de
Yucatán, a través del patronato de CULTUR, en la zona de Chichén Itzá, se
destinen para el Municipio de Tinum. También solicitaron que se creen leyes que
exenten de pago todos los días del año a todos los mayas de la península de
Yucatán para ingresar a cualquier zona arqueológica de Yucatán abierta al
público, entre otras cosas.
Cabe recordar que desde el 20 de
marzo, y por tiempo indefinido, las zonas de monumentos arqueológicos de
Teotihuacán y Chichén Itzá permanecerán cerradas al público en general, como
medida de prevención ante la emergencia sanitaria del COVID-19. “Hasta la
presente fecha, no tenemos la certeza por parte del INAH o Cultur de cuándo se
abrirá otra vez la zona arqueológica de Chichen Itzá, y peor aún, hemos
escuchado rumores que una vez que se abra de nuevo al público, no nos dejaran
entrar para realizar nuestra labor acostumbrada, que hemos hecho por décadas.
Sentimos que esto refleja las verdaderas intenciones de las autoridades
federales y estatales, que siempre ha sido de desalojarnos de nuestro sitio de
trabajo”; manifestaron en un comunicado de prensa.
Por lo tanto, los comerciantes
pidieron que las autoridades del INAH o las que correspondan reconozcan
formalmente su espacio de trabajo acostumbrado, como lo están los artesanos de
la zona arqueológica de Teotihuacán, quienes cuentan con credenciales y
acuerdos firmados entre las autoridades del INAH y el presidente municipal del
lugar. "Actualmente estamos expuestos al sol y la lluvia y requerimos de
espacios dignos que estén acordes al entorno arquitectónico del lugar",
expusieron.
A su vez, solicitaron que se reanude
la mesa de diálogo, entre las diversas instancias federales, estatales y ellos,
para buscar los mejores consensos y soluciones a la problemática existente.
Por otro lado, indicaron que durante
esta pandemia del coronavirus la gran mayoría de los artesanos-comerciantes no
están siendo tomados en cuenta en lo más mínimo. “Si el virus no nos mata, nos
matará el hambre, ya que nuestros ingresos económicos se han visto seriamente
afectados al estar poco más de un mes sin trabajo”. Indicaron que si no se les permite
su ingreso a la zona, realizarán las acciones que sean necesarias, “por
drásticas que pudieran ser, para lograr que nos permitan trabajar dignamente en
el interior de la zona arqueológica, por ser nuestro derecho, conforme a
nuestra constitución federal y al convenio 169 de la organización internacional
del trabajo, que establece la protección a las industrias y trabajos
tradicionales de los pueblos indígenas”
MICHOACAN: No es momento de politizar el ambiente: diputado
Autor Ireri Piña / Contra Muro
Morelia. “Es
momento de solidarizarnos, es momento de no politizar esta situación y el
ambiente en Michoacán para primeramente evitar los contagios de Covid-19 en las
comunidades indígenas”. Así lo consideró al respecto del juicio político
interpuesto por comunidades indígenas contra el gobernador michoacano Silvano
Aureoles Conejo, el diputado panista Arturo Hernández Vázquez, quien es presidente
de la Comisión de la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública en
el Congreso de Michoacán.
“Reconozco el derecho que tienen las
comunidades de los pueblos originarios en presentar este documento, pero en
este momento lo más relevante e importante es que se garantice el derecho a la
salud y el derecho a la alimentación”, insistió.
El legislador, expuso que antes de
señalar las acciones que se han dictado en Michoacán para evitar contagios
masivos de Covid-19, entre ellas, el aislamiento obligatorio para aquellos
enfermos de coronavirus y la cuarentena obligatoria para la totalidad de
residentes de la entidad; se debe fijar la atención en cosas más importantes. “Que
nuestros abuelos y nuestros niños de comunidades indígenas tengan posibilidad
de tener el pan en su mesa, que tengan qué comer y una posibilidad de llevar
una vida digna en nuestras comunidades y también que tengan la posibilidad de
acceder a servicios de salud en caso de ser necesario”.
Refirió que en medio de la pandemia
mundial de coronavirus y luego de que en la semana se declarara que México ya
está en la fase tres de Covid-19, caracterizada por un aumento exponencial de
personas contagiadas y la posible saturación del sector salud, el momento es
para trabajar de manera conjunta y solidaria.
Para contexto de nuestros lectores,
este viernes diversos Consejos Comunales y el Colegio de Abogados Indígenas,
presentó ante el presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Michoacán, una
solicitud de juicio político en contra de Aureoles Conejo, al considerar
anticonstitucional y violatorio de los derechos fundamentales de los
michoacanos, el decreto de aislamiento obligatorio. El diputado Arturo Hernández,
señaló que en términos legales el decreto de aislamiento obligatorio está
sustentado en la Ley de Salud del Estado de Michoacán, en su Título Sexto:
“Medidas de seguridad sanitaria y sanciones”; en el Capítulo 1: “Medidas de
seguridad sanitaria” y en los artículos: 212, 213, 214, 215, 217, 220 y 221,
donde se habla específicamente de la atribución del Gobierno de Michoacán y de
la Secretaría de Salud, para determinar dichas acciones.
MEXICO: Gestando la próxima pandemia. Silvia Ribeiro
La Jornada
Esta pandemia ha causado la caída de
muchos velos que ocultaban mecanismos perversos del sistema capitalista
globalizado. Uno de los velos que se ha hecho pedazos, dejando al descubierto
una fétida realidad, es el rol del sistema alimentario agroindustrial,
principal factor de producción de epidemias en décadas recientes. La cría
industrial de animales en confinamiento (avícola, porcina, bovina) es una
verdadera fábrica de epidemias animales y humanas. Grandes concentraciones de
animales, hacinados, genéticamente uniformes, con sistemas inmunológicos
debilitados, a los que se administran continuamente antibióticos, por lo que,
según la OMS, son la principal causa de generar resistencia a antibióticos a
escala global. Un perfecto caldo de cultivo para producir mutaciones de virus
más letales y bacterias multirresistentes a los antibióticos, que con los
tratados de libre comercio se distribuyen por todo el globo.
El biólogo Rob Wallace, autor del
libro Big farms make big flu, documenta este proceso analizando
los brotes de nuevos virus de origen animal, las gripes aviar y porcina, ébola,
zika, VIH y otros. Gran parte se originó en criaderos, otros en animales
silvestres, como el nuevo coronavirus que proviene de murciélagos. Estudios
recientes indican que no llegó directamente a los humanos, sino hubo
intermediarios. El secuenciamiento genómico señala pangolines, pequeños
mamíferos asiáticos. Podrían haber sido otros, por ejemplo, los megacriaderos
de cerdos que existen en Hubei, provincia de la que Wuhan es capital. Grain
compiló datos al respecto (https://tinyurl.com/ybdvmegz).
Al tiempo que se detecta el
Covid-19, los grandes criaderos de cerdos en China son devastados por otro
virus que afecta y mata a millones de cerdos: la peste porcina africana, que
afortunadamente no ha mutado aún en virus infeccioso para humanos, pero crece
por China y Europa (https://tinyurl.com/y9f98atd).
La relación entre ganadería
industrial y epidemias-pandemias va más allá de los grandes criaderos. Como
explico en otro artículo (Desinformémonos, https://tinyurl.com/ydenks9z), hay
causas concomitantes: la cría masiva de animales confluye con la destrucción de
hábitats naturales y de biodiversidad, que hubieran funcionado como barreras de
contención de la expansión de virus en poblaciones de animales silvestres. Los
principales responsables de esta destrucción de ecosistemas son el sistema
alimentario agroindustrial en su conjunto, el crecimiento urbano descontrolado
y el avance de megaproyectos para servicio de los anteriores, como minería,
carreteras y corredores comerciales, como por ejemplo el Corredor
Transístmico. El sistema alimentario agroindustrial juega el papel
principal: según la FAO, la causa mayoritaria de deforestación en el mundo es
la expansión de la frontera agropecuaria industrial. En América Latina causa 70
por ciento de la deforestación, y en Brasil hasta 80 por ciento. De toda
la tierra agrícola del planeta, 78 por ciento (!) se usa para la industria
pecuaria a gran escala: sea para pasturas o siembra de forrajes. Más de 60 por
ciento de cereales que se siembran globalmente son para alimentar animales en
confinamiento (Grupo ETC, https://tinyurl.com/y7lszo4n).
En cada paso de la cadena
alimentaria agroindustrial, 4-5 grandes trasnacionales dominan más de 50 por
ciento del mercado global. (Ver Tecno-fusiones comestibles, mapa del poder corporativo
en la cadena alimentaria, Grupo ETC, 2020 https://tinyurl.com/y8bwd6k3).
Por ejemplo, solamente tres empresas
(Tyson, EW Group y Hendrix) controlan toda la venta de genética
avícola en el planeta. Otras tres la mitad de toda la genética porcina. Y unas
pocas más la genética bovina. Esto causa una enorme uniformidad genética en los
criaderos, que facilita la trasmisión y mutación de virus. Igual sucede con las
empresas del comercio mundial de commodities agrícolas (granos y
oleaginosas), controlado casi en totalidad por seis empresas: Cargill, Cofco,
ADM, Bunge, Wilmar International y Louis Dreyfus Co, que comercian los forrajes
que van a la cría industrial de animales, principalmente soya y maíz transgénico.
Las mayores procesadoras de carne
avícola, porcícola y vacuna son actualmente JBS, Tyson Foods, Cargill, WH
Group-Smithfield y NH Foods. WH Group, de China, es la mayor empresa
porcícola del globo y domina en América del Norte, dueña de Granjas Carroll,
donde se originó la gripe porcina.
Es significativo el caso de Cargill,
que siendo la mayor empresa global de comercio de commodities
agrícolas pasó de proveer forrajes a ser además criadora, siendo la tercer
compañía mundial de cárnicos (aves, cerdos, vacas). Pese a los desastres que
está causando la pandemia de Covid-19, esas empresas siguen sus actividades,
gestando la próxima pandemia, que podría incluso ocurrir mientras la actual
sigue activa. Es hora de terminar con este sistema agroalimentario absurdo y
dañino, que solamente beneficia a las corporaciones. Es el principal factor de
cambio climático y pese a utilizar de 70 a 80 por ciento de la tierra, agua y
combustibles de uso agrícola, sólo alimentan a 30 por ciento de la población
mundial (ETC Group, https://tinyurl.com/yxv3dz8s).
MEXICO: Maíz nativo: la ley y el plan, el plan y la ley. Ana De Ita
La Jornada
Ahora que todos sabemos que la Asociación
Mexicana de Semilleros (Amsac) felicitó a los diputados por aprobar la Ley de
Fomento y Protección del Maíz Nativo (https://bit.ly/3cFlGLL),
intentamos avanzar en sus posibles motivos. El Consejo Directivo de la Amsac
integra a los gigantes genéticos Syngenta y Bayer, ahora dueña de Monsanto, y
tiene como uno de sus socios estratégicos a Corteva, fusión de
Pioneer-Dupont-Dow. Estas tres corporaciones solicitaron la gran mayoría de
permisos para siembra de maíz transgénico en el país entre 2009 y 2012.
En años recientes otro grupo de
corporaciones realizó reuniones en torno al maíz, convocadas por el Centro
Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT) y auspiciadas por el
gobierno de México a través del programa Masagro, por la membresía del Fondo de
Innovación del sector privado en el que participan Kellogg’s, Bimbo,
Gruma, Nestlé, Syngenta y Pioneer. En estas reuniones,
celebradas entre 2017 y 2019, participaron instituciones del gobierno y
académicas, empresas, además de asociaciones, entre ellas por supuesto la
Amsac. Sus resultados fueron publicados en agosto de 2019, como Plan
Estratégico 2030, Maíz para México. Plantearon posibles escenarios para el
grano en México hacia 2030 y definieron dos propósitos: aumentar la
autosuficiencia de producción de maíz, que repercutiría en la disminución de
importaciones, a cargo de pequeños y medianos agricultores con excedentes y
grandes productores, proteger la milpa, la biodiversidad y el bienestar, en el
que entran los agricultores familiares y comunitarios.
El plan maíz para México separa dos
tipos de producción: de agricultores y de razas y variedades de maíz; por un
lado, los que se orientan a lograr la autosuficiencia de la producción y, por
otro, los que protegen la milpa y la biodiversidad. Pero ambos son parte de la
misma estrategia que interesa a las corporaciones. Para la autosuficiencia,
propone aumentar la adopción de semillas mejoradas, asunto muy importante para
las corporaciones semilleras, pues en México, según la Encuesta Nacional
Agropecuaria 2017, sólo 26 por ciento de las unidades de producción las
utiliza, mientras que 77 por ciento siembra semillas campesinas. Busca aumentar
la superficie de maíz sembrada con semilla mejorada en 1.7 millones de hectáreas,
que será disminuida a la que actualmente se siembra con granos campesinos, para
duplicar las ventas de las empresas semilleras mexicanas. Además, promueve
adoptar sistemas de agricultura climáticamente inteligente, que de acuerdo con
las investigaciones del Grupo ETC resultan en una agricultura sin campesinos, a
la par que afianzan el control corporativo sobre la agricultura y la
alimentación.
Para proteger la milpa y la
biodiversidad, el plan propone acciones muy similares a las que plantea la ley
de fomento al maíz nativo: proteger al sistema milpa como patrimonio
biocultural, desarrollar un consejo consultivo para guiar la agenda nacional,
preservar la biodiversidad y los recursos genéticos, la creación de bancos
comunitarios de semillas, consolidar un registro nacional sobre la diversidad en
el sistema milpa y vincular a productores de maíz nativo con los mercados
formales. Apunta también que es necesario un marco legal para salvaguardar la
integridad del sistema milpa. No sabemos si fue la ley la que inspiró al plan o
al revés. Tal como señaló la Red en defensa del maíz, en su comunicado del 2
octubre de 2019, uno de los aspectos más cuestionables de la ley de fomento del
maíz nativo es su artículo 12, el cual propone que las instituciones
identificarán las áreas geográficas en las que se practican sistemas
tradicionales de producción de razas de maíz nativo. Segregar regiones donde sí
se produce maíz nativo, coloca a las que no como sitios donde se puede sembrar
cualquier cosa y bajo cualquier método. Las corporaciones semilleras han sido
las más interesadas en lograr esta diferenciación regional para tener un
territorio libre para sus paquetes tecnológicos. En paralelo, y tal como
analiza la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, la propuesta
de proteger al sistema milpa resulta un instrumento idóneo para la biopiratería
de las semillas y saberes campesinos en favor de las trasnacionales. A través
de los bancos de semillas, los catálogos, las bases de datos y los procesos de
sistematización que pretenden llevar a cabo los agentes que elaboraron el plan
maíz para nuestra nación, podrán adueñarse de la biodiversidad del sistema
milpa y de sus conocimientos asociados, que pertenecen a los pueblos
originarios, quienes los han creado, mantenido, mejorado y diversificado a través
degeneraciones.
El plan corporativo de maíz para
México clarifica que el avance de la agricultura industrial, mediante su
intensificación y uso de los insumos producidos por las trasnacionales, incluye
también la protección de la milpa, la biodiversidad y el maíz nativo como
recursos genéticos privatizables por las corporaciones, y sugiere una
explicación posible al beneplácito de la Amsac por la Ley de Fomento y
Protección al Maíz Nativo.
MEXICO: Entrevista con Isela Xospa
Anfitriona para @ActLenguas durante la semana del 27 de abril -3 de mayo de
2020.
En 2020, continuamos con la campaña en redes sociales donde invitamos
diversos anfitriones para administrar la cuenta de Twitter @ActLenguas
y que compartan sus experiencias en la revitalización y promoción de las
lenguas nativas. En este post de perfil, conoce algo más sobre Isela Xospa
(@EXospatronik)
y lo que planea discutir durante su semana como anfitriona.
RV: Cuéntanos
acerca de ti:
Mi nombre es Isela Xospa y soy originaria de la
Alcaldía de Milpa Alta región nahua del sur este de la Ciudad de México, soy
diseñadora, ilustradora y editora independiente.
Actualmente dirijo Ediciones XospaTronik (2014), proyecto
que surge como una editorial autogestiva e independiente que aborda temas y
personajes de origen indígena promoviendo el aprendizaje y revitalización de la
lengua náhuatl variante del centro alto o náhuatl clásico. Desde hace varios
años me he sumado a las causas, proyectos y metas de distintos organismos
enfocados a la preservación del medio ambiente, la revitalización de las
lenguas indígenas y la salvaguarda de saberes tradicionales y cultura de los
pueblos originarios. Es así como ha surgido el proyecto “Intercambio de saberes y activismo digital en
lenguas indígenas” que busca fortalecer alianzas e intercambio
entre los pueblos originarios de nuestro continente para producir materiales
gráficos y editoriales en lengua indígena dirigidos al público infantil y
juvenil.
El proyecto se ha enfocado en la
producción de material que puede ser leído y descargado en línea, mismo que ha sido
traducido a distintas lenguas indígenas por activistas que de manera voluntaria
han donado su trabajo y ayudado a distribuir el material en sus comunidades.
RV: ¿Cuál es la
situación actual de tu lengua en internet y fuera de línea?
En la Ciudad de
México y específicamente en la Alcaldía de Milpa Alta la lengua sufrió una
pérdida casi total en tan solo tres generaciones, es decir, en un periodo
aproximado de cincuenta años pasamos del 100% de hablantes de lengua
indígena al 3.068% (Censo de población INEGI 2010) La lengua náhuatl
variante del centro alto o náhuatl clásico es una de las mas habladas en
México, existen una gran variedad de textos didácticos con métodos de
enseñanza, gramática y textos antiguos de consulta y lectura. En linea existen
varios diccionarios y buscadores cada vez mas sofisticados para el aprendizaje
y consulta. Cabe mencionar que la gran mayoría de estos textos son de corte
académico y especializado pues abundan los artículos de revistas académicas en
torno al tema.
También abundan los videos en YouTube
con lecciones creadas por aficionados y hablantes de la lengua, así como
programas producidos por el estado mexicano para la televisión educativa
dirigida a las comunidades indígenas. Las estaciones de radio en línea públicas
e independientes también son abundantes.
Sin embargo, no existe una gran
variedad de material específicamente diseñado y dirigido al público infantil y
juvenil. De ahí el interés por iniciar un proyecto gráfico-editorial enfocado en
el diseño de personajes e historias basados en la cultura de los pueblos
originarios. Los niños y jóvenes de mi comunidad no poseen libros con
historias locales, no hay canales de Youtube que se centren en
producir lecciones en náhuatl dirigidas e ellos, no hay podcast en los que puedan
escuchar las voces e historias de las personas mayores que todavía hablan el
náhuatl zona, no tienen libros de texto, literatura o audiolibros para
practicar su nivel de aprendizaje de la lengua.
El hueco es enorme y las
oportunidades de desarrollar material editorial, colecciones, personajes,
audios, videos son, a nuestro parecer, ilimitados. Por tal motivo puedo
concluir que la situación actual de la lengua náhuatl en mi comunidad es de
resistencia pues se niega a desaparecer, el internet y el acceso a la
información han despertado el interés de las generaciones mas jóvenes para
volver a su pasado, entonces, la lengua está en crecimiento, expansión y llena
de espacios de oportunidad pues la demanda de este tipo de material crece cada
día.
RV: ¿En qué temas
planeas enfocarte durante la semana que manejes la cuenta de @ActLenguas?
- Activismo digital en lenguas indígenas para niños
- Contar la historia y objetivos de nuestro proyecto gráfico editorial
- Compartir la experiencia del proyecto ”Intercambio de saberes-Libro bebé tamal”
- Hablar de la importancia de revitalizar la lengua y la identidad con personajes e historias basadas en la cultura indígena.
- Compartir historias, testimonios y logros del proyecto “Intercambio de saberes-Libro Bebé tamal”
- Compartir parte de nuestro proceso de trabajo, cómo se hace una publicación, qué se necesita, quiénes deben participar, cómo se planea y organiza, qué plataformas puedes distribuir y difundir el material, etc.
RV: ¿Cuáles son
las motivaciones principales en tu activismo digital de tu lengua?
- Los motivos de mi activismo
- Creo que sumar esfuerzos e intercambiar saberes nos hará más fuertes.
- Busco apoyar y difundir el trabajo de otros colectivos.
- Mantener vivos los procesos comunitarios que aprendí de mis antepasados.
- Apuesto por el trabajo sin fines de lucro y lo hago desde el ejemplo que adquirí de los luchadores sociales de mi comunidad.
- Promuevo alianzas e intercambio con organismos que se identifican con el sueño de tener una sociedad más igualitaria, equitativa e inclusiva.
- Difundo la idea de que a los pueblos originarios del mundo nos une un mismo corazón y un mismo espíritu.
- Afirmo que los pueblos indígenas tienen para ofrecer al mundo respuestas a las crisis ambiental, alimenticia y humanitaria que afectan al mundo.
¿Qué sueñas para tu lengua?
- Sueño con un resurgimiento, me gusta soñar que los materiales que hacemos impacten a los más pequeños y los hagan reflexionar sobre su propia cultura, sobre las ventajas que les ofrece para que aprecien y abracen su riqueza e importancia.
- Sueño con seguir haciendo libros y materiales en línea en lengua indígena en los que los niños y jóvenes de mi comunidad sean los autores, traductores, ilustradores, narradores, guionistas, productores de contenido, etc.
- Sueño con un Milpa Alta bilingüe, uno en que los futuros profesionistas digan: Cuando era niño leí un libro que contaba una historia de mi comunidad y estaba escrito en náhuatl, fue ahí que nació mi interés por aprender la lengua de mis antepasados.
CHIAPAS: LITORAL: Voz original. Igualdad de oportunidades, derecho de los
artistas indígenas
Notimex
Para la poeta y pintora María
Concepción Bautista, artista tsotsil de los altos de Chiapas, la situación es
clara: las expresiones artísticas de los pueblos originarios, en la literatura
o la plástica, entre muchas otras, merecen igualdad de oportunidades respecto a
la cultura dominante o mayoritaria, porque se trata de un derecho humano, gozar
de su cultura en las mismas condiciones que la otra, que sean respetadas sus
formas de expresarse y su lengua.
En charla con Litoral, la
creadora nacida en 1977, licenciada en Pedagogía en la Universidad Maya y
becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) 2007 en la
categoría Escritores en Lenguas Indígenas, expresó que eso es lo que le da
sentido a su obra plástica o poética, el compromiso social que siente con su
comunidad, lograr que sea visibilizada, revalorada.
Que sus lenguajes artísticos, sus
concepciones del universo, no se extingan, y formar conciencia de la
importancia de la cultura que poseen y proceden entre los jóvenes, quienes más
han ido perdiéndola debido a diferentes factores, principalmente la migración y
la discriminación de que son objeto, subrayó la autora, cuyo trabajo poético ha
sido incluido en las antologías Ocho voces y Chiapas Maya Awakening, así
como coordinadora de Para que sepas: anhelos e historias de las mujeres
de Chiapas. Ganadora de una mención honorífica en la categoría de Poesía
del Premio al Arte Indígena Chiapas 2016, explica que sus inicios
artísticos fueron en la pintura, en los años 90 del siglo pasado, haciendo
énfasis en su crítica a la minimización y discriminación que han sufrido
históricamente los pueblos originarios. Casi al mismo tiempo empezó a escribir
con el mismo objetivo, aunque no le dedicó tanto tiempo. Al poco tiempo publicó
su primer poema, titulado "Fantasmas", en la revista de
la ELIAC; el título es una metáfora sobre la situación de los indígenas en el
país, anota.
Con ello quiso posicionar a los
pueblos originarios como aportadores de conocimientos, de una filosofía o
concepción del mundo a las sociedades, que no son un factor de retraso, como se
ha llegado a pensar, y una muestra de ello es que la producción del campo que
alimenta a todos los mexicanos no ha cesado en las últimas semanas, pese a la
emergencia sanitaria, y ese es el trabajo que desempeñan esas comunidades. Y es
que esos pueblos tienen una relación orgánica, cósmica con la Tierra.
De ahí proceden los temas que articulan
su obra, tanto pictórica como poética, explica al referir que en ambas
disciplinas su formación fue autodidacta, pero con el paso del tiempo fue
adquiriendo técnicas que le llevaron a perfeccionar sus resultados. Para su
inspiración, en ambas facetas se inspira en su entorno, lo que observa a su
alrededor, basándose en la cosmovisión indígena, en la naturaleza, el
costumbrismo, la espiritualidad, y ahora a ambas disciplinas les dedica el
mismo esfuerzo y tiempo.
Subraya que la razón central por el
que se dedica al arte es su compromiso social, es decir, visualizar y hacer que
las culturas originarias sean revaloradas, que sus lenguas, concepciones del
universo no se extingan, y hacer crecer la conciencia entre los jóvenes de la
importancia de sus raíces. Pero, además, es un derecho de los indígenas y un
derecho humano tener y ser respetado en su cosmovisión y los principios de su
cultura, como lo es la lengua, y que su arte sea parte y a la misma altura de
las de los otros grupos humanos, asevera al mencionar que al no darles el mismo
reconocimiento y valor, la práctica artística de los pueblos indígenas tiene
pocas posibilidades de difusión, de que cuenten con espacios para su
exposición, sean plásticas o literarias. En el primer caso, ejemplifica, se les
toma como artesanías cuando en realidad son una expresión artística.
Al hablar de su trabajo reciente, la
poeta y pintora menciona que tiene ya listos algunos poemarios para ser
publicados, sólo faltaría el apoyo para conseguirlo, y actualmente prepara otro,
que también en su momento buscaría que corriera la misma suerte: encontrar
quien lo publique. Menciona que su más reciente publicación tuvo lugar a
finales de 2019, cuando el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes
(Coneculta) de Chiapas sacó a la luz el poema "El canto de las
almas", en el que retoma los temas que le caracterizan: la espiritualidad,
el concepto de la muerte y la cosmovisión de su pueblo tsotsil de Huixtán. Por
último, indica que en su faceta como artista plástica ha trabajado a lo largo
de su trayectoria técnicas como el acrílico, óleo, muralismo –aunque, lamenta,
algunas de sus obras fueron destruidas, borradas–; pastel y encáusticas, y
actualmente se desempeña más en la pintura de caballete, de acrílico sobre
lienzo.
EE. UU. El virus llega a los indios Navajo: una reserva registra más
fallecidos que 13 estados juntos
La Nación Navajo, una de las mayores reservas indias de EEUU, se enfrenta a
la amenaza del coronavirus con un sistema sanitario débil y con muchos hogares
sin agua corriente
Alamillos / El Confidencial
Una reserva india de EEUU tiene más casos que varios de sus estados vecinos.
Se trata de la Nación Navajo, que con apenas 173.000 habitantes (la población
de Albacete), registraba este sábado 1.540 casos de coronavirus y 58 muertes.
Los fallecidos por covid-19 entre los navajo superan las cifras de otros 13
estados de EEUU... juntos. La fuerte prevalencia del virus entre esta
comunidad indígena ha encendido las alarmas ante lo que parece una batalla
sin apenas medios para hacer frente a la enfermedad en una de las mayores
reservas indias de EEUU. Per cápita, la tasa de casos de
coronavirus entre los habitantes de la Nación Navajo (que se extiende por
territorios de los estados de Arizona, Nuevo México y Utah) es la tercera
más alta del país, solo por detrás de los estados de Nueva York y Nueva
Jersey, epicentros de la pandemia en EEUU. La Nación Navajo tiene una tasa de
infección 10 veces superior a la del estado de Arizona, donde según los datos
del departamento de salud, los nativos americanos suponen el 16% de los
contagios de coronavirus en todo el estado, pese a que apenas representan el 6%
de la población. En Nuevo México, los indios americanos alcanzan más de un
tercio de los casos de coronavirus (36,7%), cuando representan algo menos del
10% de la población total del estado.
El espectro de la pandemia se cierne
así sobre una comunidad que se enfrenta a un sistema de salud con agujeros en la
financiación crónicos, falta de personal y de hospitales y otros centros
sanitarios, una mayor prevalencia de enfermedades preexistentes como la
diabetes -en comparación con otras poblaciones-, y donde un tercio de los
hogares no disponen siquiera de agua corriente y otros tantos no tienen ni
electricidad ni acceso a internet. Todo esto en la autodenominada tierra del
progreso, Estados Unidos.
Con la dificultad añadida del acceso
a los fondos estatales reservados para la pandemia. "Está tomando demasiado
tiempo. Aquí en el país indio, siempre me da la sensación de que estamos los
últimos de la lista en cuanto a recursos federales", denunciaba el
presidente de la Nación Navajo, Jonathan Nez, en declaraciones a medios
locales. El pasado miércoles, la Nación Navajo, junto a otras diez tribus,
presentó una demanda contra el secretario del tesoro estadounidense con la
intención de asegurar "una parte justa" de los fondos federales
destinados a hacer frente al coronavirus para los nativos americanos.
Una iglesia y el
Gran Cañón
El primer caso en la Nación Navajo
fue detectado en marzo. Las autoridades navajo creen que fue un evento
religioso celebrado en Chilchinbito (en el estado de Arizona) a principios
de marzo el que encendió la mecha de los contagios en la reserva.
"Teníamos familias y clanes que vinieron [a Chilchinbito] para participar
en este evento. Y, madre mía, esto se encendió como un incendio forestal
después", afirmaba Nez. Otro punto de contagio fue el Gran Cañón del
Colorado (Arizona), que atraía a cientos de turistas que pasaban por
tierras indígenas. Tras semanas de 'lobby' por parte de las autoridades indias,
finalmente fue cerrado al público. Desde entonces, en la reserva se han
impuesto medidas de distancia social. El 13 de marzo se declaró la alarma y se
pidió a los ciudadanos que permanecieran en sus casas, y desde el 30 de
marzo se ha impuesto un toque de queda. Las autoridades navajo se
enorgullecen también de la cantidad de tests practicados, muy superior per cápita
a la de otros estados de EEUU. Sin embargo, la falta de acceso de muchos
hogares a internet ha dificultado la concienciación general entre la población
indígena sobre la enfermedad y las últimas medidas tomadas al respecto. Y el
toque de queda es difícil de cumplir para una población dispersa en un
territorio donde solo hay 13 supermercados, según cifras de la organización
Partners In Health. Muchos viajan a las "ciudades de la frontera"
fuera de la reserva para las compras, una dinámica que preocupa a las
autoridades indias por la dificultad de controlar los nuevos contagios, según
han admitido a la prensa local.
La falta de información o dificultad
para cumplir el toque de queda no es la única lacra a la que se enfrentan los navajo
a la hora de hacer frente a la pandemia. Según un reciente informe, el 30%
de los hogares en la reserva no tienen acceso al agua corriente.
"¿Cómo puede alguien esperar que las comunidades navajo 'aplanen la curva'
fácilmente sin agua para lavarse las manos?", se lamenta Brett Chapman,
abogado y descendiente del jefe indio Águila Blanca, en entrevista con El
Confidencial.
Según denuncia este activista, la
falta de desarrollo en algunos hogares navajo, que los colocan en una posición
vulnerable contra la expansión del coronavirus, es responsabilidad del gobierno
federal de Estados Unidos, que habría desatendido históricamente a los indios
nativoamericanos. "A cambio de [la cesión] de vastos territorios [por
parte de los indios], el gobierno de los Estados Unidos hizo promesas a las
naciones nativas: atención médica universal, infraestructura, vivienda,
educación y protección contra amenazas externas. El gobierno no ha cumplido
estas promesas y, como consecuencia directa, los nativos americanos se
encuentran en la parte inferior de cada categoría socioeconómica y de salud",
sostiene Chapman.
Esta falta de atención estatal se
notaría especialmente en el Sistema Indio de Salud (IHS), un sistema
sanitario federal que ofrece servicios a 2,5 millones de nativos americanos en
37 estados de EEUU. Sin embargo, según se ha venido denunciando en las últimas
décadas, el IHS no recibiría suficiente financiación por parte del gobierno
federal: en la Nación Navajo, los hospitales apenas están equipados con
respiradores, y los pacientes de coronavirus más graves han tenido que ser
trasladados a ciudades como Phoenix y Flagstaff. A los agujeros en la
financiación se une la falta generalizada de personal o de formación específica
en algunas disciplinas. Para hacer frente al avance de la pandemia, el
gobierno de EEUU ha destinado 64 millones de dólares extra al IHS, una
cantidad que las autoridades locales temen insuficientes. "Somos
ciudadanos de Estados Unidos pero no se nos trata como tal. Se puede oír la
frustración en el tono de mi voz. Una vez más hemos sido olvidados por nuestro
propio gobierno", ha declarado Nez a la prensa local. Especialmente en un
contexto en el que la Nación Navajo, una organización administrativa atípica,
tiene que coordinarse con autoridades locales, estatales y federales.
Según el Centro para la Prevención y
Control de Enfermedades (CDC), los nativos experimentan diabetes tres veces más
que cualquier otro grupo racial o étnico de EEUU. Uno de cada cinco
nativoamericanos tiene diabetes, y la población sufre una alta prevalencia
de obesidad. Tienen también las mayores tasas de asma, todo esto condiciones
preexistentes que empeoran los síntomas del covid-19. "Decir que la Nación
Navajo es un desierto alimenticio es un eufemismo: dentro de esta nación
nativa del tamaño de Irlanda hay solo trece tiendas de comestibles. La falta de
acceso a alimentos tradicionales y saludables contribuye a una serie de
enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, hipertensión, hiperlipidemia y
enfermedad renal, todo lo cual aumenta las probabilidades de que los navajos
sufran hospitalización o muerte por covid-19", afirma Chapman.
La prevalencia del virus sobre las
minorías étnicas como la de los indios navajo ya hecho sonar las alarmas en
EEUU. Otras comunidades de nativos americanos también se han visto
desproporcionadamente afectados por el virus. Sin embargo, según denuncian
varias voces indígenas y entre las filas de los políticos demócratas, no se
está conociendo el alcance real de la pandemia entre estas minorías, ya que
muchos de los estados no desagregan sus datos para englobar la categoría de
"Indio Americano", que queda bajo la etiqueta de "otros".
Las demócratas Elizabeth Warren
(excandidata presidencial) y Ayanna Pressley han presentado la semana pasada un
proyecto de ley que facilite las consultas entre gobiernos tribales y el
federal para acceder mejor a este tipo de datos, así como otros 3 millones de
dólares adicionales para el IHS. "No se puede arreglar lo que no se
ve", afirmó Warren al respecto. "Si queremos retrasar la propagación
del virus y asegurarnos de que nuestra respuesta sea sólida y equitativa,
necesitamos datos completos sobre quién se está haciendo la prueba, quién está
recibiendo tratamiento y quién está muriendo".
PERU: Ante el confinamiento, indígenas venden sus artesanías en internet
El mundo digital se ha vuelto la
vitrina para una etnia amazónica, afincada en Lima. Ya que, esta comunidad de indígenas
oferta sus artesanías y pinturas por esa vía para sobrevivir ante la imposibilidad
de salir a vender a las calles debido al confinamiento vigente en Perú. “Ya no
se puede salir a vender, ya no puedo salir a los eventos donde yo asistía, a
exhibir los trabajos. La cuarentena nos ha afectado mucho”, asegura a la AFP
el artista muralista Ronin
Koshi de 27 años.
Koshi es uno de los 2,000
integrantes de la comunidad Shipibo Conibo, que viven en Cantagallo, al este de
Lima, en rústicas casas de madera sin servicios básicos.
En Cantagallo, al pie del limeño
cerro San Cristóbal, viven decenas de muralistas, artesanos, músicos y
vendedores de medicina natural. “Si tú no trabajas no tienes para comer. Ahora
nosotros estamos utilizando el internet para vender nuestras artesanías textiles
y pintura”, explicó Koshi. Por lo que, los artistas indígenas peruanos han
recurrido a las redes sociales como alternativa, para adaptarse al mundo en que
la cuarentena los ha colocado. Desde ahí promueven telares hechos con hilos
naturales, donde se lee ‘Quédate en casa”, el lema global para enfrentar la
pandemia. “Esta comunidad de indígenas peruanos guarda un conocimiento
milenario que ha sido traspasado de generación en generación y se busca
mantener esa identidad cultural”, acota Koshi para subrayar la importancia de
la artesanía en su etnia. “Entendiendo que está es una situación que va ir
normalizándose poco a poco, y en ese lapso de tiempo hay que seguir viviendo de
algo, es que voy siempre a tomar la vía digital hasta que pueda paulatinamente
retornar a las paredes”, dijo a la AFP el muralista Daniel Cortez
de 32 años.
El cierre de fronteras lo dejó sin
viajar a Ecuador, para realizar un mural. A pesar de no contar con servicios de
agua potable y desagüe, en la comunidad no ha habido contagios del COVID-19.
“Nosotros utilizamos medicinas
naturales. Quemamos las hojas de eucalipto en un caparazón de tortuga. Eso
utilizamos para fumigar casa por casa para espantar el virus, así nosotros
sobrevivimos a la peste negra”, explicó Koshi.
La comunidad emigró a Lima, en 1990,
huyendo de las guerrillas maoístas de Sendero Luminoso y castrista del MRTA. Los
Shipibo Conibo son un grupo étnico de la Amazonía peruana, que se distribuye en
153 comunidades a lo largo del río Ucayali al este del país.
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