Mensaje a los hermanos Yaquis,
En primer lugar, reitero la hermandad entre Yaquis y Mayas, pueblos que enfrentaron y resistieron las arremetidas del colonialismo, de la esclavitud y del exterminio impuestos por el Estado Mexicano. Sin gastar muchas palabras señalo que las ceremonias de petición de perdón por agravios cometidos contra nuestros pueblos son más palabras que compromisos reales.
Seguramente habrá quienes vean estas acciones con esperanza y muchos otros con desconfianza, pues la historia nos ha enseñado que hay que desconfiar de los gobiernos pues en esencia son los mismos que en el siglo XIX imponían el naciente capitalismo y que ahora imponen el neoliberalismo anti indígena y destructor de nuestros territorios.
Y es que no puede haber perdón ni desagravio por lo sufrido en el pasado sino se toma en cuenta los graves problemas y agravios que se cometen en el presente. Solo por mencionar algunos: el acueducto en territorio Yaqui y el tren de la 4T en territorio Maya. No es posible perdonar sin que se atienda y resuelva el problema de los desaparecidos, muertos y presos políticos. Tampoco cuando se trata como invasores a los habitantes de pueblos que quedan en el trayecto del tren y se pretenden expulsarlos, cuando existe violencia e inseguridad en nuestros pueblos.
No hay que despreciar toda la política pública del gobierno mexicano dirigida a los Pueblos Indígenas, pero si hay que dejar claro que mientras no exista y no se aplique una política de reparación, justa imparcial y equitativa en materias de derechos humanos sobre hechos del pasado que siguen siendo asuntos del presente, no podemos creer en estas ceremonias de petición de perdón.
Es tiempo de la rearticulación en nuestros Pueblos Indígenas y es importante su coordinación para esclarecer tantos hechos que han sido interpretados a conveniencia de élites económicas y políticas en una historia oficial; es época de exigir la reparación de manera justa y equitativa al daño que por siglos nos causaron los invasores y establecer con el Estado, mediante dialogo con equidad, las medidas institucionales que permitan la convivencia con respeto al derecho y principio de libre determinación de los Pueblos.
Ojalá logremos que sea así y no terminemos confiados aceptando proyectos y condiciones del Estado mexicano. Hay sabiduría ancestral y una enorme bolsa de derechos conquistados con muchos años de lucha que debemos usar de manera pertinente, a nuestro favor como Pueblos Originarios.
Weyanone’, aquí estamos
Jach mayaoon, somos Mayas
Pueblo Yaqui, Pueblo Maya, pueblos hermanos.
Carlos Chablé, cronista de Noj Kaaj Santa Cruz Xbáalam Naj,
Península de Yucatán
Mensaje al Pueblo Yaqui
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