EL LITIO:
LA NUEVA DISPUTA COMERCIAL
DINAMIZADA POR EL FALSO MERCADO VERDE
ENERO DEL 2021
RESUMEN EJECUTIVO
La “transición energética” promovida por el capitalismo es evidencia de “una nueva retórica que pondera el discurso“ que, en sí mismo, no representa un cambio de rumbo significativo de lo que actualmente ya define para el mundo su relación inseparable con el modelo extractivo minero. El ejemplo del litio en México es un caso ilustrativo.
A pesar de las declaraciones sobre la escasez de litio a nivel mundial y su
esencial importancia para la llamada “transición energética”, la producción
mundial de litio bajó casi un 20% en el 2019. El crecimiento de la demanda de
litio ha sido lento y sólo ha llegado a satisfacer el 75% de la oferta. La
desaceleración en la venta de los vehículos eléctricos, agudizada por la falta
de subsidios chinos, y la reducción en el almacenamiento del litio
(stockpiling) han disminuido la producción. Sin embargo, las principales
fuentes de información para la industria, además de las instituciones
financieras más importantes, siguen insistiendo en un inminente boom en la
demanda del litio.
Esto está provocando una creciente especulación minera alrededor de la
exploración de litio en las Américas por empresas mineras juniors. Estas
empresas, así como en otros tipos de minería, posesionan tierras, generan
expectativas irreales, además de conflicto, y provocan violencia y
desplazamiento en nombre de tecnologías que supuestamente se califican de
verdes o justas. México no es una excepción a esta regla.
En México existen actualmente 36 proyectos mineros de capital extranjero
destinados a la extracción de litio que son controlados por 10 empresas. Estos
proyectos representan 97 mil hectáreas concesionadas además de 537 mil más que
están en trámite. El 84% de las concesiones asociadas con la extracción del
litio están actualmente en trámite. Examinando de cerca la información
disponible sobre dichos proyectos y empresas, se observa que en su mayoría son
proyectos mineros sin actividad que están controlados principalmente por
pequeñas empresas canadienses al borde de la quiebra, quienes dependen del
proceso de especulación para generar recursos en las bolsas de valores de
Canadá. Existen solamente tres empresas realmente activas para avanzar sus
proyectos de extracción (Bacanora Lithium, Organimax y One World Lithium).
Sin embargo, y a pesar de la promoción especulativa de la producción de litio
en México, existen presiones geopolíticas que nos obligan a considerar el
posible futuro de México dentro del mercado de litio mundial. No hay duda de
que el litio de México es de gran importancia para el futuro inmediato de los
EEU, por lo tanto, no es casual que esto se ve reflejado en la imposición de
ciertos términos en los nuevos acuerdos multilaterales firmados con este país,
como es el caso del T-MEC. Las medidas impuestas para incrementar el consumo de
productos de litio extraídos en Norteamérica, sumadas al hecho de que la producción
mundial está actualmente concentrada en Australia, Sudamérica y Asia, ponen
mayor presión sobre los yacimientos de este mineral en México y Canadá, y en
especial por las empresas que desean suministrar litio para la industria
automotriz regional.
El litio no representa un camino hacia la “transición energética”; por el
contrario es la continuación del uso de nuevos insumos ante el eventual
agotamiento de otros. Por esa misma razón, las mismas estructuras coloniales y
de acumulación de capital que la industria minera reproduce se mantendrán.
No comments:
Post a Comment