Monday, October 17, 2016

TERRITORIALIDAD, AMBIENTE Y DERECHOS EN EL PUEBLO INDIGENA IKU (ARHUACO)


TERRITORIALIDAD, AMBIENTE Y DERECHOS EN EL PUEBLO INDIGENA IKU (ARHUACO)  DE LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA, COLOMBIA








PONENCIA

Presentada dentro de los ejes temáticos derechos de la madre tierra y relación de tierras y territorios, a la conferencia mundial de la ley indígena; derechos, responsabilidades y resiliencia. Un discurso internacional sobre la jurisprudencia de los pueblos indígenas, universidad de california, Irvine, octubre 19 a 22 de 2016.









INTEGRANTE DE LA   CONFERENCIA.


ASDRUBAL TORRES TORRES
ALIRIO TORRES TORRES
GREGORIO MESA  CUADRO











COLOMBIA – SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA
CORAZON DE LA MADRE TIERRA.
2016.


TERRITORIALIDAD, AMBIENTE Y DERECHOS EN EL PUEBLO INDIGENA IKU (ARHUACO)  DE LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA, COLOMBIA



 ZAKU  SEYNEKUN - “MADRE TIERRA”  hace referencia al Espacio y al Tiempo,  físico y espiritual, donde se desarrolla,  se recrea  la cultura y la vida,  bajo el mandato de  la ley  de origen. Allí,  desde su creación, se dispone de todos los elementos y condiciones fundamentales para hacer posible la vida. La Madre Tierra es un ser  vivo con características propias y la fisonomía humana es un calco o réplica de la fisonomía de la Tierra y ella  provee el agua, vegetación, animales, el mar,  el fuego, los alimentos, el aire y es  un sistema  interconectado espiritualmente para el flujo de la energía espiritual, pero más allá de eso, su importancia  radica en que está circunscrito, tanto física como espiritualmente, a la Ley de Origen, la cual  en últimas, es la directa encargada de viabilizar la vida y, por tanto, la permanencia física y cultural de  la biodiversidad a perpetuidad.




Contenido

Introducción.

1.         Fisonomía y fundamento tradicional y cultural de ZAKU  SEYNEKU - “MADRE TIERRA”.
2.         Principios y valores de ATY SEYNEKUN - “MADRE TIERRA”.
3.         Línea Negra o Línea Divisoria de la Sierra Nevada de Santa Marta – SNSM y los principios de la territorialidad Arhuaca.
4.         Elementos inherentes de ATY SEYNEKUN - “MADRE TIERRA”.
5.         Historia del reconocimiento oficial del límite del “Corazón del Mundo” o “Línea Negra”.
6.         Políticas amenazantes actuales por parte del Estado colombiano.

Conclusiones.

Bibliografía


Introducción

El Pueblo Indígena Iku (Arhuaco) es uno de los cuatro pueblos indígenas  de la Sierra Nevada de Santa Marta. Su territorio se encuentra cerca de la costa norte del Mar Caribe colombiano. Su población es cercana a los cuarenta mil habitantes y es considerado uno de los pueblos indígenas más tradicionales en nuestro país. Esta ponencia busca indicar los asuntos más relevantes de la cultura Iku referidos a las formas tradicionales como concibe su ambiente, su territorio, su cultura y el papel que desempeñan en el mundo, desde su propia concepción de ambiente y territorio como Madre Tierra.

Para ello se agrupa la presentación en seis puntos: fisonomía y fundamento tradicional y cultural de la territorialidad Arhuaca, principios y valores de esta territorialidad, sentido de la Línea Negra, elementos inherentes a la Madre Tierra y finalmente, los elementos centrales para el reconocimiento oficial de los límites del corazón del mundo, con algunas reflexiones sobre la situación actual y las amenazas que se ciernen sobre el territorio y la cultura Arhuaca.


1.         Fisonomía y fundamento tradicional y cultural de  ATY  SEYNEKU - “MADRE TIERRA”.

De acuerdo con la Ley de Origen  las sociedades fueron ubicadas en diferentes lugares del mundo con sus respectivos espacios, costumbres,  lenguajes, y  leyes, todos ellos enmarcados de  comportamientos  con la naturaleza.  De la misma manera, el territorio al  momento de su creación fue concebido con unos mandatos que hicieron posible la comprensión y comportamiento  mutuo  con el ser humano; es por ello que se le asignaron unas leyes que  priman sobre los humanos y unos  deberes correlativos, considerando que para  dicha  relación y cumplimiento de los mandatos, tanto los humanos  como  el territorio  solo  son posibles mediante  la unión del espacio  físico y espiritual.

Entendemos por espacio físico, todos aquellos  seres  vivientes  con  su integridad  desde los más pequeños  hasta  los más  grandes, en su respectivos habitas y comportamientos, y comprendemos que el espacio espiritual son todos  aquellos  mandatos  hechos a los humanos y  a los animales, quienes deben regirse  bajo esa lógicas realizando  algunas  actividades y, por ello, la relación del mundo físico con lo espiritual permite la pervivencia de las costumbres con su  integralidad.

El territorio  para  el Pueblo Arhuaco es el elemento principal, concedido por los Padres Espirituales, donde se origina la vida, se fundamentan y se sustentan las vivencias y convivencias, los pensamientos, las sabidurías y la existencia de todos los seres. Es además donde se interpreta la Ley de Origen para lograr la armonía y el equilibrio entre los humanos, la naturaleza y el Universo en general.

Se  llama de Origen porque se creó  cuando  el  mundo solo existía en pensamiento antes de adquirir  forma visible, de modo que la realización  material ya era por esa ley y rige durante la existencia del universo. Por tanto, el territorio representa al ser humano, tal cual, para fortalecer los sentidos de pertenencia y arraigo cultural,  puesto  que  de la  Ley de Origen dependen  la  vida   y  la  humanidad así como todos los  demás seres  vivientes, de manera  que para el Pueblo  Arhuaco  es  imposible  hablar solamente   del  hombre,  individualizando y excluyendo  aquellos  seres como los animales,  las  plantas y demás  objetos  integrantes   del  territorio y la cultura.

Por  tanto, de acuerdo  a la concepción del Pueblo Arhuaco, el Territorio, lo definimos como un ser viviente que comprende tanto el espacio físico como el espiritual, el cual ha venido siendo ocupado ancestralmente y es allí donde se recrea la cultura, el conocimiento y la integralidad de todas las relaciones Iku con el mundo y nos permite pervivir y permanecer como cultura. Lo consideramos sagrado pues fue concedido por los Padres Espirituales y es allí donde se genera la vida de todos los seres. Allí se interpreta y se cumple la Ley de Origen y sirve de sentido para lograr la armonía y el equilibrio necesarios entre los seres humanos y la naturaleza y todo lo que existe.1 

La permanencia de la cultura depende del territorio  pues sin  territorio  no  hay identidad ni cultura, ya que es el espacio que nos proporciona el material y permite la comprensión para el desarrollo de actividades culturales y ancestrales que nos permite hablar del equilibrio y la  armonía con la naturaleza.

Cuando hablamos de Territorio no sólo nos referimos al suelo, a la superficie; sino a todo el conjunto que lo compone, como es el espacio aéreo y el subsuelo, ya que contienen otros niveles de vida. Por ello, es para nosotros la base fundamental para la consolidación sociopolítica-organizativa de los Pueblos del mundo.

El Territorio es un Código, es el espacio que contiene la normatividad y no permite la violación de las  mismas porque por  cada norma violada ella hace la justicia sin la subjetividad garantizando a cada elemento de la naturaleza la permanencia de la vida, y estableciendo así el conocimiento de las  normas que ella  contiene. 

Por lo tanto, es compromiso de todos conservarlo y protegerlo pues al Pueblo Arhuaco se nos ubicó en el territorio sagrado de la Sierra Nevada de Santa Marta - SNSM para que espiritualmente veláramos por el equilibrio y la sostenibilidad de la vida en el mundo y en el Universo. Nos corresponde hacer los pagamentos y saneamientos tradicionales y así compensar el beneficio que recibimos de la Madre Naturaleza; también debemos retribuir a los Padres dueños de los elementos y manifestaciones de la naturaleza para que ellos permitan la vida de todas las sociedades.

Nuestra política basada en la concepción cultural, ha sido la recuperación del territorio, representado no solamente en la ocupación física del espacio, sino en la conservación de todos los elementos y manifestaciones naturales que en él existen; es decir, el agua, el bosque, los animales, los ríos, quebradas, las lagunas, humedales, pozos, montañas, colinas, nieves, páramos, cerros, Gwiachunu, Murundwa, A’tinkunu, Jwikunowma, Chukinma y así mismo, otros elementos, para darle el manejo de acuerdo a la visión propia sobre la naturaleza y el mundo y es lo que hemos venido desarrollando y tenemos el compromiso de conservar, propender por su regeneración y de esta manera garantizar no solamente nuestro futuro sino la vida de las generaciones venideras y demás sociedades.

Recuperar el territorio, no es solamente ocupar los espacios que se van ocupando, es restablecer la armonía en la naturaleza, sus elementos y en espíritu (ánugwe). Ese es el sentido del deber de cuidar el territorio, que hace parte de nuestra Misión de Vida.

El Territorio ancestral es un derecho fundamental colectivo que nos da la vida, donde se desarrolla la cultura, la tradición y se ejerce el Gobierno Propio, por lo cual nuestra prioridad es la defensa, protección, recuperación y control del espacio ancestral hasta la Línea Negra, este es nuestro limite externo, al interior de el, las actividades deben estar controladas y limitadas.

Se debe tener en cuenta que para defender el Territorio de manera integral, es necesario realizar los trabajos tradicionales que corresponden a pagamentos y saneamiento espiritual, impulsados desde las cuatro Kunkurwas principales de manera coordinada con las demás Kunkurwas existentes, bajo la orientación de los Mamus o Mamos . Estos trabajos deben ser cumplidos de manera obligatoria por toda la población Arhuaca.





2.         Principios y Valores de ATY  SEYNEKUN - “MADRE TIERRA”.

Para nuestra cultura, la fisonomía humana es un calco o réplica de la fisonomía de la Tierra. La Madre Tierra (Seynekun) es nuestro referente y nuestra guía para el desarrollo de las actividades humanas. Nuestro cuerpo y espíritu proceden de ella. Las materias sólidas, líquidas y gaseosas que contiene en su interior poseen funciones vitales específicas y son el prototipo del orden interno de nuestro cuerpo. En la medida en que corran aguas en su cuerpo habrá circulación de sangre en el nuestro. Mientras la Tierra pueda respirar la energía cósmica, nuestro cuerpo podrá respirar; mientras se mantenga saludable la energía o espiritualidad de los árboles, las montañas, los ríos y demás, podremos mantener también saludable nuestro cuerpo y espíritu. 

La procreación humana como calco o réplica del sistema planetario: es nuestro referente y nuestra guía  para la procreación de la especie humana; cada planeta  es equivalente  al desarrollo de  un ciclo de gestación, el desarrollo de nueve meses en gestación de una criatura es  el calco y recorrido espiritual de los nueve planetas; valga decir que por cada mes de gestación de las mujeres se representa el recorrido de cada  planeta.

Concepción filosófica del ser: el mundo consta de un elemento corpóreo o material y un elemento energético o inmaterial, por ello, las transformaciones físicas son manifestaciones de los movimientos en el mundo energético. El Iku (Arhuaco) no se centra sólo en el elemento material sino que tiene especial cuidado en el elemento inmaterial o energético, que en todo caso precede a toda realización material, en donde encuentra la forma de restablecer un orden necesario para el surgimiento de estados materiales deseados y cuyo deber es preservarlos por mandato de la Ley de Origen. De las actuaciones que se surten en ese sentido, son titulares los indígenas nativos de la Sierra Nevada, constituyendo un derecho fundamental indelegable e irrenunciable titulado por la Ley de Origen. Prácticas y ceremonias pilares en la vida del Arhuaco como la inserción en la vida material (bautizo), la preparación para la vida en pareja y la procreación (matrimonio), la desconexión del mundo material (rituales fúnebres o mortuorias), la relación con los no indígenas otras muchas, están inscritas y determinadas en el mapa del orden energético conocido por los Mamos.

Inserción en la energía y dinámica natural planetaria: como nos encontramos circunscritos en el dinamismo de nuestro planeta, por ello es necesaria la preparación de nuestro bienestar, el cual comienza por el aporte para la satisfacción del orden energético y espiritual donde estamos insertos. Sin ese referente no hay garantías de bienestar ni direccionamiento para forjar nuestro destino. Nuestro bienestar va enlazado con el bienestar físico y espiritual de las aguas, de los animales, de los bosques, del fuego y de la Madre Tierra en general. En el lugar de origen de la Tierra, se originaron también el aire, el fuego y el agua; cuatro elementos primarios consustanciales en la composición física y energética del planeta y de sus seres.

Inescindibilidad (inalienabilidad) entre territorio y cultura: para el Pueblo  Arhuaco nos basta tener los espacios que el territorio proporciona porque  como  ya  se mencionó, integra los elementos suficientes para  hablar de la permanencia de una cultura; de modo que el pueblo originario conoce las normas que en ella está integrado y comprende las normas de convivencia como lo ordena la Ley de Origen.  El territorio es el diccionario del Pueblo Arhuaco que del saber mantiene un orden natural  y conforma un sistema hito interconectado entre sí en espacio pequeño y amplio y a su vez  cada hito se conecta entre sí. Ejemplo, Guatavita  con Nawowa. 

La correlación de beneficios como Ley de Unidad: entre los indígenas hay diversidad cultural, entonces los territorios sagrados también fueron distribuidos de acuerdo a la constitución espiritual y misión de funcionalidad de cada Pueblo indígena; nada es al azar, todo se da porque hay un espíritu que le antecede. Es una “cadena de correlación de beneficios” entre los diferentes territorios que fueron por Mandato Mayor adjudicados a diferentes sociedades o grupos de humanos. Esta correlación de beneficios debe desarrollarse en dos sentidos: de materia a espíritu y de espíritu a materia; de esta forma es que se establece el equilibrio de convivencia. Los diferentes Pueblos indígenas también nos correlacionamos, y distinguimos, aunque a la misma Ley de Origen, pero con diferentes cosmovisiones, más no con diferencias en las lógicas de funcionalidad de los principios de vida. La Ley de Origen es algo así como los vientos que envuelven todo el mundo y fluyen de un lugar a otro para garantizar la oxigenación de todas las cosas.

Los guías espirituales (Mamu o Mamo) afirman que lo espiritual y lo material constituyen una misma unidad de existencia; se complementan entre sí y funcionan como un solo ser. Así pues, a toda materia le es posible existir y funcionar como tal, porque hay un espíritu que lo complementa y lo gobierna. Esta complementariedad y funcionalidad conjunta está regulada por la Ley de Origen, la cual es justa, universal y asequible a todos los seres; ella orienta cómo se debe vivir y cómo se debe establecer la relación de convivencia, tanto espiritual como materialmente entre las diferentes sociedades o culturas y entre estas con los demás seres de la naturaleza. Solo así se logra la armonía, el equilibrio y el bienestar universal.

Por otra parte, los no indígenas nos abastecen materialmente de medios para fortalecer la vida material de nosotros; cuando los no indígenas nos abastecen de materias que nosotros utilizamos, igualmente nos corresponde hacer los pagamentos por ellas, dado que es como un préstamo que nos hacen. Así se da una correlación de beneficios, lo que indica que los no indígenas no podrían vivir sin nosotros y nosotros tampoco podríamos fortalecer nuestras vidas sin ellos. Esta correlación suscitada en un orden gobernado por mandato consagrado en la Ley de Origen, es la que conduce a la sostenibilidad de la vida y de todas las cosas, en equilibrio hay una cooperación mutua entre  los  no indígenas y los indígenas.

La correlación de beneficios está expresada en todo el funcionamiento de la naturaleza; los mares necesitan del agua dulce para enfriar su calor, las aguas dulces necesitan del mar para facilitar sus movimientos; la temperatura de la Tierra necesita alternarse para establecer un equilibrio, para ello se da el calor y el frío; la cadena alimenticia constituye uno de los más claros ejemplos de correlación de beneficios, así sucesivamente todo es correlación de beneficios. La lógica de estas correlaciones de beneficios que podemos entender sin mayor esfuerzo en el mundo material, – dicen los Mamus – es similar a la que ocurre entre el mundo material y el mundo espiritual; hay correlación de beneficios porque solo así puede existir un equilibrio en la vida de todas las cosas, así fue ordenado y establecido, así fue concebido por los padres mayores; todo está sujeto a unos principios o leyes, ellos son los espíritus.

Entonces aquí es donde el territorio, considerado “unidad de vida” y por tanto Zaku (Madre), se posesiona como la base de las correlaciones, porque éstas se dan a través de el, por y para él, por tanto se puede decir que la correlación va en sentido doble, del territorio como materia al espíritu como ente superior a la materia, y viceversa. Luego, cuando los indígenas hablamos de convivir con los no indígenas o “hermanitos menores” , tenemos claro que cada cual debe estar en su territorio cumpliendo y sobrellevando la vida tal como fue ordenado; estar cada cual definido en su lugar para poder establecer una buena correlación con los demás; no se debe invadir ni profanar los territorios que a otro grupo humano le fue concebido para que cumpla funciones acorde a la naturaleza de su espíritu; se debe establecer una correlación respetando las leyes ancestrales para que sea posible controlar los problemas presentados entre los humanos y entre los humanos con la naturaleza.

Ello significa que los indígenas estando en nuestros territorios sagrados, nos correlacionamos con los hermanitos menores, contribuyéndonos y abasteciéndonos de elementos para fortalecer la vida en armonía con la naturaleza. Eso es, los indígenas nos servimos de aspectos materiales que los hermanitos menores nos proporcionan, y los indígenas les proporcionamos a los hermanitos menores, fundamentalmente los aspectos espirituales que instan a los padres mayores a ofrecerles los medios materiales necesarios para sus vidas. Pero esta correlación de beneficios, no se puede entender como meros actos folclóricos de contraprestación o convivencia costumbrista con la única finalidad de suplir las necesidades, sino que debe sobrepasar más allá de la lógica de solo buscar complacer la vida; la correlación de beneficios por tanto, es un mandato que debe regir en el orden que fue establecido, no se debe intuir ni construir porque así se nos ocurra a los humanos, porque así nos impulsen los intereses individuales. La correlación de beneficios es una Ley de Unidad, de Justicia y de Igualdad, la cual no debe ser tomada con el propósito de destruir a los demás; es cuestión de garantizar el orden de las cosas para que prevalezca el equilibrio y la armonía y, con ellos, la sostenibilidad de la vida universal.

De otra parte, el principio de creación de todas las cosas rige la vida de todo lo que existe; los indígenas sostienen que los territorios sagrados simbolizan las convivencias. En la Ley propia se establece que la misma constitución del subsuelo, los colores y la contextura demarcan la existencia y los principios de convivencia de las diferentes sociedades. Los indígenas y los no indígenas, por ello, deben respetar y conservar el territorio ancestral. Una de las razones por las cuales los no indígenas deben respetar y garantizar la pervivencia de los pueblos indígenas, es porque en el territorio ancestral también existen las leyes que garantizan la vida de los no indígenas.

Para la cosmovisión indígena, la unidad de vida está constituida en todas las dimensiones; en el caso de la tierra, la vida trasciende desde lo más profundo hasta lo lejano del firmamento o espacio aéreo que hace conexión con todos los astros y los planetas. Los Mamos explican que la tierra es Zaku o Madre porque en la creación ella fue lo principal y de ella se hizo posible la vida. También explican que en lo profundo de Zaku se establecen los padres con los cuales nos guiamos y se hace posible la vida; ello explica el por qué los no indígenas no pueden contar con el fundamento para considerar como propiedad del Estado el subsuelo y el espacio aéreo.

El territorio como base mayor de correlación, contribución, abastecimiento y mandato : entendiendo el territorio como un todo, en donde perviven y superviven los seres vivientes y no vivientes, en donde nace y se desarrolla la vida, se considera la base mayor en donde yacen las leyes espirituales que gobiernan la correlación, la contribución y el abastecimiento de las utilidades; es decir a través del territorio es que se estructura la lógica de correlacionarse entre las diferentes sociedades o grupos humanos tanto en el ámbito material como espiritual.

Para el cumplimiento de este principio fundamental que rige el equilibrio y la sostenibilidad de la vida, a cada grupo social se le asignó un espacio territorial. En este principio radica la regla mayor de convivencia; por eso el territorio no puede ser excluido de ninguna relación de coexistencia dada entre los humanos y de los humanos con la naturaleza. A los indígenas se les dejó su territorio para que mediante el ejercicio de una vida fundamentada en el cumplimiento de la Ley de Origen se correlacionen con las demás sociedades, pero sobre todo reinen en la espiritualidad de contribución y abastecimiento de las utilidades en el mundo espiritual.

A este respecto los Mamus expresan que a los indígenas se nos ubicó en territorios sagrados para que espiritualmente veláramos por el equilibrio y la sostenibilidad de la vida en toda la dimensión del mundo y el universo; nos corresponde por tanto, contribuir, mediante los pagamentos espirituales y sobrellevando una vida visible acorde a ellos, por la utilidad de la materia en la suplencia de las necesidades, es decir compensar dicha materia en el mundo espiritual para que no se pierda la correlación dada entre ésta con su respectivo espíritu; nos corresponde abastecer el mundo espiritual de los no indígenas de los elementos necesarios, los cuales al expresarse en materia facilitan la vida de ellos. Es como echarles comida espiritualmente para que materialmente siempre puedan vivir, algo así como darles petróleo en espíritu, oro en espíritu, agua en espíritu, fertilidad de la tierra en espíritu.

Por ello los indígenas somos más espirituales que materiales y así lo debemos reflejar en la vida cotidiana. Pero no se puede entender esta misión como un poder atribuido a nosotros directamente, esa facultad está en manos de los Padres Mayores, nosotros como humanos estamos limitados a solo contribuir (izasana) a los Padres para que ellos como dueños de toda materia gobiernen y ordenen la facilitación de la vida. Para nosotros poder continuar con esta misión, los no indígenas nos deben respetar nuestro territorio sagrado y nuestro modo de vida.

Orden universal de  ATY SEYNEKUN - MADRE TIERRA: de acuerdo con la Ley de Origen las sociedades fueron ubicadas en diferentes lugares del mundo con su respectivo espacio territorial, con su cultura y su lengua propia y se conectan  energéticamente  a través de hitos o áreas sagradas,  bajo unas leyes para su cumplimiento como garantía para mantener el orden universal. Bajo esa lógica, el territorio es un ser viviente y hace referencia al espacio espiritual y físico donde se desarrolla la cultura, el conocimiento, las relaciones sociales, culturales y espirituales, que constituyen el fundamento de la permanencia del pueblo Arhuaco, que a través del tiempo ha venido reclamando los derechos y la autonomía territorial que tiene sobre el territorio ancestral enmarcado por la Línea Negra.


3.         Línea Negra o Línea Divisoria de la Sierra Nevada de Santa Marta – SNSM y los principios de la territorialidad Arhuaca.

            La Línea Negra o Línea Divisoria, son hitos geográficos sagrados ubicados en diferentes áreas limítrofes al territorio de la Sierra Nevada. Entre estos sitios existe una conexión mutua como la del agua con los picos nevados y demás accidentes geográficos y el mar, las lagunas glaciares y las lagunas costeras, nacimientos de agua en los páramos y las desembocaduras de los ríos; de tal manera que entre todos conforman una red; el flujo de relaciones permanentes es lo que le da vida y esencia al Territorio y nuestra misión es mantener activas las conexiones de esa red. Este orden natural articula y determina de manera específica los diversos aspectos de la vida ambiental, cultural, política, social y económica de la Sierra Nevada y el mundo.

La Línea Negra recibe su propia denominación en cada una de nuestras lenguas (Arhuaco, Kogui, Wiwa y Kankuamo), así como los espacios  que la componen, y en esa denominación se encuentra el significado y el sentido que cada uno de los “sitios” o espacios, que tienen una  función especial  e interconectada con el resto del territorio y también son “puntos” de conexión energética con el resto del Universo. En este sentido, no debe entenderse la demarcación de la Línea Negra como frontera sino que es un concepto universal que se ha utilizado para señalar físicamente ni más allá, ni más acá, el territorio ancestral.

El territorio ancestral está delimitado por la línea negra, conformada por “una sucesión de hitos geográficos sagrados ubicados en el contorno de la Sierra Nevada, entre estos sitios existe una canal energética de interconexión como la del agua con los picos nevados y demás accidentes geográficos y las cuatros franjas del mar (Mukuriwa, Zanuriwa, Tukuriwa, Gunuriwa), las lagunas glaciares y las lagunas costeras, nacimientos de agua en los páramos y las desembocaduras de los ríos; de tal manera que entre todos conforman una red; el flujo de relaciones permanentes es lo que le da vida y esencia al Territorio y nuestra misión es mantener activas las conexiones de esa red.”

El reconocimiento de los sitios sagrados demarcados en esa área debe ser propiedad a perpetuidad de los Pueblos de la Sierra Nevada para el ejercicio tradicional en el marco del reconocimiento del derecho colectivo al territorio. Por ello, nuestra concepción de la Línea Negra o Línea Divisoria y de Territorio se convierte en el compromiso universal de su defensa en donde debemos perpetuar nuestra política, lo cual garantiza la existencia de la vida, y así concretar la apropiación del ejercicio del gobierno propio para el uso y manejo de la Madre Naturaleza fundamentado en la Ley de Origen, permitiéndonos la búsqueda de acuerdo y convivencia basado en el reconocimiento y respeto.

En este sentido las Autoridades Tradicionales promoverán el ejercicio del calendario tradicional en los tiempos indicados para el cumplimiento de los pagamentos en los sitios sagrados que son de interés colectivo y que hacen referencia a la demarcación tradicional. Para la permanencia de la cultura es fundamental la recuperación y el control total de cada uno de los sitios sagrados dentro del territorio ancestral, en especial los que conforman la Línea Negra.

            Para los Iku (Arhuacos), la vida de los pueblos se fundamenta en la Ley de Origen, Ka’dukwu, Kaku awiri Zaku Jina, Murunsamas y el Mamu.

La LEY DE ORIGEN es un principio de norma, que gobierna todo. Esta Ley establece un ordenamiento preexistente a toda norma o reglamento creados por los seres humanos. La Ley de Origen constituye la forma propia de gobernar establecida por los Padres Mayores. Los Pueblos Indígenas de la Sierra Nevada fueron dejados para cumplir la Ley de Origen y de este modo garantizar la convivencia, la armonía y equilibrio requeridos para la vida de todas las especies y/o seres del mundo y universo. Se llama de Origen porque se creó cuando el mundo sólo existía en pensamiento, antes de adquirir forma visible, de modo que la realización material estuvo ya determinada por esa Ley y rige durante la existencia del Universo.

Así, para los pueblos de la Sierra Nevada se convierte en la máxima guía para todos los eventos de la vida. Del cumplimiento de la Ley de Origen depende también el equilibrio de la tierra. En la medida en que cada uno de nosotros cumple con la Ley de Origen se nutre la naturaleza, la energía del sol, de la luna y la de los demás seres que nuestra Madre Tierra ha engendrado y parido. 

La Ley de Origen no excluye a ninguna sociedad o grupo humano. Ella es el todo. No se circunscribe a las prácticas culturales particulares de un grupo humano. Está por encima de la cosmovisión de cada pueblo, pues atañe a los principios de vida sobre el universo y las fuerzas que lo gobiernan.

La Ley de Origen, es la Ley Máxima y base del pensamiento.  De otra parte, KA’DUKWU hace referencia a los lugares de conexión con la Madre Tierra y fuente de sabiduría; se refieren al espacio definido por los Padres Espirituales como instancia para el ejercicio de cumplimiento de la Ley. Existen a su vez Ka’dukwu mayores para nosotros, (Seykwínkuta, Numa’ka, Séynimin y Seykúmuke).

De otra parte, KAKU AWIRI ZAKU JINA o (Padres y Madres Espirituales) son los padres del pensamiento y espíritu de cada elemento de la naturaleza y del cosmos. Ellos fueron autorizados desde la Ley de Origen para corresponder el accionar de la vida material. Cada uno tiene funciones de direccionamiento y orden de relacionamiento para cada vida existente.

Por su parte, MURUNSAMA hace referencia a los elementos de interlocución entre el mundo material y espiritual. Es la representación física que poseen los Mamos, para poder ejercer la autoridad, ser voceros de Murunsama e intérprete del mensaje de los Kaku awiri Zaku Jina.

Finalmente encontramos a los MAMU, quienes son las personas que cuentan con  autorización de Zaku- Kaku Jina ya que poseen facultades especiales para hacer cumplir los mandatos de la Ley de Origen. Los Mamos o Mamus son quienes con una formación especial, tienen la misión de velar por el orden social, cultural y político de todo el pueblo Iku.


4.         Elementos inherentes de ATY SEYNEKUN - “MADRE TIERRA”.

En primer lugar, el agua es parte vital e integrante del territorio ya que las aguas son la sangre de la Madre Tierra. Su función es evitar el calentamiento, refrescar la tierra y su ambiente, haciendo contrapeso a las acciones del elemento fuego. El agua es fuerza vital que emana de una Madre o fuente espiritual. Es esa Madre la que da las indicaciones sobre la manera de cuidar y servirse del agua, para que ésta no se agote y puedan existir por siempre condiciones para vivir Las aguas de la Sierra Nevada son parte integrante de la territorialidad y no pueden ser tratadas como objetos aislados con leyes independientes. El represamiento o la desviación del cauce natural de las aguas constituye una grave transgresión a los principios fundantes de la cultura Arhuaca e impide el cumplimiento de las funciones vitales de refrescamiento, comunicación y equilibrio que cumple el agua en su natural fluir .

En segundo lugar, la vegetación es componente vital del territorio, ya que la Sierra Nevada, como los demás entornos territoriales, tuvo la capacidad de dar vida a una amplia gama de especies vegetales de variados colores, textura, tamaños y propiedades específicas, con las cuales el Arhuaco convivió y armonizó su vida, por mandato de la Ley de Origen. El potencial de desarrollo cognitivo, especialmente en lo referente a la salud física y energética del ser humano y su entorno, depende de la conservación de tal diversidad. La implantación de especies no nativas, si bien puede permitir soluciones y ventajas visibles, no garantiza una permanencia a largo plazo, ni permite mantener el equilibrio natural y el orden alcanzado a través de siglos, generando fenómenos imprevisibles e incontrolables por los seres humanos. En resumen, las especies nativas del entorno territorial hacen parte de la esencia del ser Arhuaco y como tal representan un bien inalienable e imprescriptible sobre el cual debe mantener el cuidado, protección y uso racional dentro de los parámetros de la Ley de Origen.

En tercer lugar, los animales son parte integrante del territorio. Para nosotros, el primer animal en aparecer sobre la faz del planeta fue el kuneyru (pescadito de los riachuelos) que apareció coetáneamente con la formación de pequeños pozos de agua entre las rocas, antes de la formación misma de la tierra como capa exterior. En la Sierra Nevada pervive la fuerza primaria que dio origen a las especies animales. El cuidado de éstas fue encargado a los Mamos, lo cual lleva implícito la conservación de los bosques que constituyen la granja natural perteneciente a cada Cerro, donde se alimentan dichas especies. Cada una posee virtudes, funciones y reglas de manejo de origen ancestral, y en su conjunto forman parte de los bienes naturales de los indígenas de la Sierra Nevada, representando un elemento indispensable para la preservación y desarrollo de sus culturas.

Un elemento central del territorio Arhuaco es el mar, ya que es la base del andamiaje de conocimientos de la cultura arhuaca y su fuente primaria. El poporo como símbolo de la congregación de fuentes de vida, lleva las conchas marinas pulverizadas en representación del mar. Ese es el título primigenio de nuestro derecho al mar, para el cumplimiento de nuestra misión de velar por el equilibrio energético en el planeta. A lo largo de la Costa Caribe que baña las estribaciones de la vertiente norte de la Sierra Nevada de Santa Marta, están los sitios donde se recogen los materiales de origen marino usados para los rituales de restablecimiento constante del equilibrio, y los sitios donde se retribuye con materiales procedentes de las partes altas de las montañas de la Sierra Nevada. En consecuencia cualquier perturbación en el orden o restricción de espacios en las aguas costeras representa una disminución de las posibilidades de desarrollo y de mantenimiento del potencial de vida de todo el espacio territorial.

Así mismo, el aire es otro componente del territorio, ya que las corrientes de aire portan energías propias de fuerzas del bien y del mal, pureza y enfermedad, todo dependiendo de lo que los seres humanos mismos liberen o provoquen en el ambiente, teniendo rutas de desplazamiento que rebasan cualquier división territorial; razón por la cual se requiere del establecimiento de pactos de no contaminación entre pueblos, a fin de evitar afectaciones y perjuicios a los seres vivientes del propio entorno y del ajeno.

De otra parte se encuentra el fuego, elemento central del territorio ya que existiendo numerosas clases de fuego como clases de tierra, de agua y de aire, cada una contiene una fuerza vital y funciones específicas. Al lugar común de origen (Seyrérigun), se deben dirigir las compensaciones por el uso y, de ese modo, propiciar su sana perdurabilidad y el equilibrio.

Por ultimo, de la interconectividad espiritual del territorio de la Sierra Nevada con otros territorios como fundamento de la convivencia de los diferentes grupos humanos nos indica que las relaciones humanas entre las distintas colectividades se sostienen sobre la armonía energética entre los diferentes espacios territoriales. Así por ejemplo, en nuestro territorio encontramos lugares interconectados con el Cerro de Monserrate, ubicado en el extremo oriental de la ciudad de Bogotá, con la Laguna de Guatavita al norte de Bogotá, con la desembocadura del Río Magdalena en el departamento del Atlántico cerca a Barranquilla, etc. Es vital, por ende, conservar dichos espacios para facilitar el flujo energético y el ambiente propicio para el desarrollo de las relaciones interculturales.


5.         Historia del reconocimiento oficial del limite del “Corazón del Mundo” o “Línea Negra”.

            Por la importancia cultural que tiene la Línea Negra, el Gobierno colombiano ha reconocido el uso ancestral que hacen los pueblos indígenas sobre este territorio. En dos ocasiones, el Gobierno se ha pronunciado sobre la relación que tienen los Pueblos de la Sierra Nevada con el territorio delimitado por la Línea Negra. En la primera ocasión, el 4 de enero 1973, el Ministerio de Gobierno a través de la Resolución No. 002 reconoció la Línea Negra como el límite al territorio ancestral de los Pueblos Indígenas. En 1995 el Ministerio del Interior modificó la Resolución que había sido publicada en 1973 y volvió a reconocer este territorio como de los pueblos indígenas de la Sierra. Esta última declaración oficial se realizó por medio de la Resolución 837 de 1995.

En actualidad como medida de protección de la Madre Tierra en el marco de lo decidido por la Corte Constitucional en el Auto No. 008 se establecieron medidas por medio de las cuales se precisa el territorio tradicional y ancestral de los pueblos Arhuaco, Kogui, Wiwa y Kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta expresado en el sistema de espacios sagrados de la “Línea Negra” y se redefinió y actualizó su reconocimiento conforme a los principios y fundamentos de la Ley de Origen de estos cuatro pueblos, así como a la jurisprudencia, las disposiciones del Convenio 169 de la OIT de 1989 y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de 2007; y se establecieron algunas medidas, mecanismos y estrategias que permitan su efectiva garantía y protección.

El Instituto Colombiano de la Reforma Agraria -INCORA- mediante Resolución 113 de 1974, crea la Reserva Indígena Arhuaca, en la zona media y alta de la vertiente sur del macizo con una extensión de 185.000 hectáreas. Pero desde la visión indígena consideramos que la figura jurídica de Reserva Indígena no garantizaba todos nuestros derechos al territorio y por ello gestionamos para que la Reserva se convirtiera en Resguardo.

Respecto del Territorio como Resguardo, la constitución del mismo como mecanismo de protección especial de la Madre Tierra y sus elementos consustanciales, llevo a que mediante Resolución 078 de 1983, se otorgara el carácter de resguardo indígena, incorporando al área diez mil novecientas hectáreas contiguas al límite Sur de la Reserva; y en el año 1996 mediante Resolución 032 crea el Resguardo de Bunsichama con una extensión de 128 hectáreas, separadas del Resguardo anterior, en jurisdicción del municipio de Pueblo Bello, a escasos kilómetros del casco urbano. Lo que nos arroja un total de 196.028 hectáreas tituladas.

Con el referente de la creación de la Reserva Indígena en 1974, se creía que ya existía una protección del territorio al interior del polígono de esta reserva y luego con la Resolución 078 de 1983 que le confiere la figura del Resguardo se creía solucionado la no intervención al territorio que en términos generales no había de que preocuparse, pero pese a las permanentes reclamaciones hechas por el pueblo Arhuaco nunca hubo respuesta para que el Territorio Arhuaco se protegiera efectivamente y cesaran los ataques de terceros al territorio ancestral.

Por ello, y teniendo en cuenta que el acuerdo aducía que los espacios sagrados dentro del Resguardo (al ser imprescriptibles, inembargables e inalienables) estarían en manos de la colectividad del Pueblo Arhuaco, el acuerdo de Línea Negra de 1973 fue modificado en 1995, con la premisa de poder asegurar a futuro todos los sitios de importancia cultural (sitios y espacios sagrados) del territorio tradicional en su conjunto.

A la fecha y para el saneamiento del Resguardo faltan aproximadamente cinco (5) mil has por sanear dentro del Resguardo tierras  a manos de no indígenas que han quedado  por  comprar. Igualmente se hace necesaria la ampliación del Resguardo ya que la población indígena sigue creciendo y necesita espacio y territorio vital para su supervivencia como cultura. En los últimos veinte años se han comprado aproximadamente una extensión de 70 mil hectáreas con recursos de transferencias del Sistema General de Participación - SGP  y otras fuentes de recursos propios de los Arhuaco en zona de ampliación.

Por último, se hizo una redefinición del territorio para el dominio político a nivel espiritual y físico con el geo posicionamiento y amojonamiento (Véase Mapa) y paralelo a la redefinición del territorio, se han construido ocho (8) poblados indígenas como una estrategia de ocupación territorial y en el año 2004 se realizó la definición física de la ampliación del Resguardo  pero hasta el segundo semestre  del año 2013  el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria - INCODER solo avanzo con el estudio socio económico  y jurídico  en las 70 hectáreas compradas por el Cabildo y que hasta la fecha está  en  espera para el reconocimiento legal como Resguardo. 

Por el carácter especial y su significado actual queremos presentar algunos elementos de reflexión referidos a la recuperación de INARWA como parte del proceso de recuperación cultural y territorial en la Línea Negra. El Cerro Inarwa o “El Alguacil” es uno de los sitios sagrados donde se ofrecen "pagamentos" a  las diversas semillas, a las montañas y a los ríos con el fin de mantener un equilibrio con la naturaleza y que hace parte de la cosmovisión indígena acerca de la estructura del cosmos, que puede darse en tres niveles que conectan a la naturaleza con la estructura social.

Inarwa está dentro del territorio de la Línea Negra de sitios sagrados, cumple un papel dentro de la geografía simbólica y de la cosmovisión de los Arhuacos al formar parte de la Sierra Nevada de Santa Marta, un sistema mítico y geográfico en el que Gonawindua -Cerro Mayor- es el corazón del mundo del que depende el equilibrio de la naturaleza y la Sierra es el padre de los seres humanos.

La instalación de una Base Militar en el Cerro Inarwa alteró el equilibrio material y simbólico a nivel microcósmico, macrocósmico y supracósmico, es decir, las relaciones territoriales. En consecuencia, la presencia de la Base Militar no sólo afectó la autonomía indígena como derecho fundamental a la autodeterminación, sino también "los modos de transmisión y reproducción de la estructura de organización social, política y territorial, representada en el mapa simbólico de cadenas montañosas jerarquizadas de la Sierra Nevada de Santa Marta", siendo posible identificar algunos impactos culturales sobre el territorio indígena Arhuaco relacionados con el ecosistema -flora y fauna- y el riesgo de pérdida de saberes ambientales y la no realización de pagamentos al limitar el acceso de la comunidad al lugar, así como afectación del rol de control social ejercido por los Mamos sobre el sistema de cadenas montañosas regidas por la Ley de Origen y del discurso simbólico y práctico sobre el cual se construye.

Algunas de las agresiones a la Madre Tierra que se constituyeron en graves violaciones a la Ley de Origen y los principios de la cultura Arhuaca tienen que con:
a.         excavaciones mineras, la apertura de carreteras, la extracción de material de los cauces de agua, el desvío del cauce de los mismos, la guaquería, el rompimiento o demolición de rocas. 
b.         recolección de frutos, el saqueo de materiales tales como, piedras, palos, hierbas, especies animales incluidos insectos en sitios de concentración bioenergética y fuentes de conocimientos (sitios sagrados), que se realicen por fuera de los procedimientos y cuidados señalados en la Ley de Origen. Así mismo la presencia humana temporal o permanente por ser de carácter restringido y excepcional, constituye una transgresión a la Ley Arhuaca, siempre que no sea autorizada de acuerdo a los principios de la Ley de Origen.
c.         quema de cerros en general, y de sitios de los que no se tiene conocimiento de impacto cultural, por cuanto significa el deterioro de las señales que son la fuente de conocimiento y el saber  ancestral y el desequilibrio que se genera por la desaparición de multiplicidad de organismos que cumplen una función vital.
d.         proselitismo religioso católico, evangélico y de toda secta religiosa de origen diferente al de la espiritualidad misma surgida de la Madre Tierra y transmitida milenariamente por los guías espirituales nativos o Mamos para regir en los territorios enmarcados por la Línea Negra.
e.         uso de elementos íntimos o personalísimos del ser Arhuaco como el poporo, el hayo y el vestido por parte de no indígenas, o en inobservancia de los patrones de conducta emergentes del saber ancestral Arhuaco. 
f.          La aplicación de regímenes, normas o procedimientos políticos, económicos, sociales, culturales, administrativos o judiciales en el territorio de la Sierra Nevada, incompatibles o con suplantación de los de las culturas ancestrales. 
g.         La instalación en el territorio, y especialmente en el área de influencia de centros de ciencia y saber tradicional, de artefactos extraños al medio natural, que interfieren en la normal circulación de energías vitales, tales como antenas, equipos electrónicos y piezas metálicas.
h.         comisión de crímenes, violaciones sexuales y atentados a la vida de las personas dentro del territorio de la Línea Negra.
i.          fumigaciones aéreas con químicos sobre áreas de la Sierra Nevada de Santa Marta, para el control de plagas, erradicación de cultivos u otros fines, en consideración de la contaminación de las corrientes de aire, de agua, y de la tierra misma; cuyos efectos degradan la vida de los seres en general, por contravenir la misión original misma del ser Arhuaco.

Por lo anterior, siguiendo lo indicado en la sentencia de la Corte Constitucional, consideramos que las quemas deben ser minimizadas, controladas y sometidas a compromisos de reparación energética o espiritual según parámetros de la Ley de Origen. De otra parte y en caso de necesidad, la extracción de material de los cauces de agua, es permitida de manera racional siempre que se cumpla con los mecanismos propios de mitigación y resarcimiento del equilibrio de acuerdo a los parámetros de la Ley de Origen.

De las basuras y desechos industriales no biodegradables: consideramos que los empaques, los productos industriales desechados y demás elementos de origen industrial no biodegradables constituyen señales vivas del ingreso de energías negativas que impregnan la energía de los alimentos y perturban la de la Madre Tierra en general. Algunas de ellas traen consigo el elemento fuego en la modalidad destructora  Por lo anterior dichos materiales deben ser devueltos hacia fuera de la Línea Negra-

De la conservación del potencial de vida: cualquier forma de uso de los bienes naturales que implique agotamiento irreversible de los mismos, está prohibida por la Ley de Origen. No es aceptable ninguna forma de enriquecimiento o establecimiento de comodidades que implique disminución del potencial de regeneración de la vida de la Madre Tierra a un mediano o largo plazo; tal es el caso de la explotación carbonífera y de hidrocarburos entre otros.

De los bienes naturales, su cuidado y uso: el acceso, uso y cuidado de los bienes naturales de la Sierra Nevada, tales como el agua, las plantas, los animales, las piedras, la arena, los minerales y demás elementos integrantes del territorio, estarán regidos según las normas emanadas de la Ley de Origen de los pueblos originarios de la misma. Además de estas razones, recordamos lo definido por la Organización de las Naciones Unidas en la "Declaración de Río sobre Ambiente y el Desarrollo", que en su artículo 22 estableció que "Los pueblos indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del ambiente y el desarrollo debido a sus conocimientos y prácticas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y prestar el apoyo debido a su identidad, cultura e intereses y velar porque participen efectivamente en el logro del desarrollo sostenible".

Del reglamento para servirse de los bienes naturales llamados por la sociedad mayoritaria recursos naturales: sobre el territorio del Pueblo Arhuaco ubicado dentro de la Línea Negra las políticas de conservación ambiental, de uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y no renovables, así como el establecimiento de los requisitos para el usufructo de los mismos, continuarán siendo guiados por los principios del conocimiento ancestral y las prácticas vivenciales correspondientes, bajo la orientación de los Mamos (depositarios del saber) y la vigilancia de las autoridades Arhuacas.

Del fortalecimiento de la Tierra para el resurgimiento de la riqueza de flora y fauna: la tierra como generadora de vida manifiesta su vocación a dar vida a determinadas especies animales y vegetales, específicas para cada entorno. Así el establecimiento de especies ajenas por la intervención humana puede ocasionar desarmonización y desequilibrio del dinamismo natural. La recuperación de bosques y en general, de la riqueza de la biodiversidad, debe basarse preferentemente en la regeneración natural de los bosques, sin descartar la coadyuvancia de la mano humana, siempre y cuando con conocimientos de impacto sobre el equilibrio energético y biótico natural, la misma sea valorada positivamente.

Del deber primordial de respeto a la destinación natural de los espacios de la Sierra Nevada: es responsabilidad de cada una de las familias asentadas sobre el territorio ancestral, identificar la función natural de los espacios que componen el predio, asegurar un uso acorde a dicha naturaleza y realizar las ceremonias para el permanente restablecimiento del equilibrio, conforme a la Ley de Origen. La vigilancia y control sobre el cumplimiento de los mencionados deberes está a cargo de las autoridades y Mamos. 

De la planta sagrada de Hayo (COCA), su uso y valor: el hayo es una planta sagrada que adquirió vida material gracias a la fuerza y poder de los Mamos de la antiguedad. Su uso, exclusivo de los Mamos durante siglos, se extendió a los demás nativos de la Sierra Nevada, bajo estrictas normas de manejo, cuya aplicación exigen una preparación y una facultad especial para el ejercicio, que sólo pueden otorgar los Mamos. Su uso, desde la antigüedad, está limitado para animar los procesos de construcción material y energética del bien, y forma parte de los elementos íntimos del ser Arhuaco. Cualquier forma de uso por fuera de estas normas, genera una vulneración del orden energético y constituye una transgresión a la Ley fundamental Arhuaca.


6.         Políticas amenazantes actuales por parte del Estado colombiano.

a.         Amenazas al Territorio ancestral: el Gobierno Nacional plantea dos modelos incoherentes para la SNSM, un modelo de conservación y otro extractivo que genera muchas consultas previas. También es de prever una nueva oleada de colonización no indígena en la zona media y baja de la SNSM y los impactos imprevisibles del Proceso de Paz para el territorio indígena.
b.         Debilidad financiera institucional y técnica para la gestión territorial Arhuaca: el Estado no provee los recursos necesarios y suficientes para que se protejan efectivamente los derechos del Pueblo Arhuaco y su institucionalidad pueda desarrollar este proceso de la mejor forma.


Conclusiones

            A pesar de los diversos ataques que contra la cultura, el territorio y la Ley de Origen, por parte tanto el Estado colombiano como la metrópoli española en su momento, así como las misiones católicas y cristianas, diversas empresas nacionales y extranjeras, las fuerzas armadas estatales, los paramilitares y las guerrillas, el Pueblo Arhuaco sigue defendiendo la vida y su pervivencia en su territorio, desde una visión de integralidad e interdependencia entre los diversos elementos que componen el universo, la Madre Tierra, el territorio y la cultura Arhuaca.

Esta tarea no ha sido fácil y no ha estado exenta de peligros y graves sufrimientos. Pero tenemos la certeza que lo que hacemos está bien encaminado pues estamos obedeciendo la Ley de Origen y tenemos el compromiso sagrado de continuar su mandato. Nuestra lucha actual es porque se respete lo que manda la Constitución colombiana y lo que dice nuestra propia Constitución Arhuaca o Ley de Origen. Esto solo es posible con respeto de las partes y el cumplimiento de los compromisos acordados.

Somos de la idea que la Madre Tierra nos brinda la capacidad de comprensión del mundo, de la vida, de sus inter-relaciones; nos sentimos sus hijos y sus seguidores; para ello defendemos una territorialidad específica basada en la ancestralidad de la Línea Negra y proponemos una visión que basada en el cuidado del ambiente y de todo lo existente, contribuya al equilibrio de la vida; para ello, la ampliación de nuestro Resguardo en los términos indicados en el Plan de Salvaguarda y todas las demás acciones jurídico políticas que le acompañan, nos permitirán seguir cumpliendo el mandato para el cual estamos en nuestro territorio. Muchos pueden ayudarnos en esta tarea.


Bibliografía

Asamblea General Pueblo Arhuaco (2010) Mandato emanado del KA’DUKWU de SÉYNIMIN (GWI’GAKA) respecto del cuidado y uso de las aguas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Nabusímake.
Cabildo Mayor Arhuaco (2016) Plan de Salvaguarda del Pueblo Arhuaco. Nabusímake.
Corte Constitucional de Colombia (2016) Sentencia  T-005/2016 Protección Pueblo Arhuaco, Cerro Inarwa - Alguacil. Bogotá. MP. Jorge Iván Palacio Palacio.
Corte Constitucional de Colombia (2009) Auto No. 004 sobre protección de derechos del Pueblo Arhuaco. Bogotá. MP. Manuel José Cepeda Espinosa.
Corte Constitucional de Colombia (2008) Sentencia T-349/2008 Pueblo Arhuaco e Iglesia Pentecostal Unida de Colombia. Bogotá. MP. Marco Gerardo Monroy Cabra.


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