Wednesday, November 4, 2015

Declaración de la Cumbre Continental Indígena Mar de Plata 2005

CUMBRE CONTINENTAL DE PUEBLOS Y ORGANIZACIONES INDIGENAS
TERRITORIO MAPUCHE
MAR DEL PLATA, ARGENTINA 
02 al 04 de noviembre de 2005

DECLARACION

PREAMBULO
 
Nosotros, los Pueblos y Organizaciones Indígenas del Continente de Abya Yala [América] reunidos en territorio ancestral del Pueblo Mapuche, Mar del Plata, Argentina, del dos al cuatro de noviembre, primeramente invocamos, la cosmovisión de nuestros mayores y siguiendo el camino trazado por ellos, en un marco de unidad y armonía entre nosotros y con nuestra madre naturaleza, damos las siguientes palabras.
 
Que, esta Cumbre Continental Indígena en Mar del Plata 2005, es la continuación de 1990 en el Encuentro Continental Indigena. El Segundo Encuentro Continental de un proceso de Unión Continental del Águila y el Cóndor, iniciado en Quito.
 
Que somos los representantes de más de 50 millones de mujeres y hombres indígenas del continente y somos Pueblos preexistentes a la creación de los actuales Estados, por lo que ejercemos y reclamamos el reconocimiento de nuestro derecho a la libre determinación como Pueblos, a fin de decidir nuestra organización política y nuestro propio desarrollo económico, social y cultural.
 
Que los Pueblos Indígenas hemos sido víctimas por quinientos trece años de un proceso de genocidio, colonización y discriminación producto de ideologías y políticas imperiales, mismas que han violado nuestros derechos fundamentales. 

Cualquier diálogo entre Pueblos Indígenas, el Estado y la Sociedad, debe tomar en cuenta la naturaleza colectiva e histórica de estos derechos.
 
Que en estos momentos somos testigos de cómo la dominación y la opresión hacia  nuestros pueblos continúan a través de la globalización política y económica. En estos tiempos la explotación económica y el saqueo de nuestros territorios y recursos siguen en beneficio de las compañías nacionales, trasnacionales y las elites burocráticas.
 
Que bajo las leyes antiterroristas en algunos Estados, ha aumentado la represión, el asesinato y el encarcelamiento de nuestras autoridades y lideres, con el objeto de conculcar o impedir el reconocimiento y el ejercicio de nuestros derechos fundamentales. Condenamos la persecución política y jurídica de los Estados y las empresas nacionales y transnacionales para acallar la voz de nuestros pueblos indígenas que reclaman sus derechos a una vida digna.
 
Que, sin justificación alguna se está militarizando vastas zonas del continente, especialmente por los Estados Unidos de las Américas, con el fin de controlar políticamente y los recursos naturales y que muchos de estos, están en los territorios indígenas.
 
Que la constitución de los organismos multilaterales de los Estados, como la ONU y la OEA, se realizaron sin la participación de todos los Pueblos Indígenas por lo que estos organismos actualmente tienen una deuda moral, material e  histórica con los Pueblos Indígenas de Abya Yala y del mundo entero.
 
Que para los Pueblos Indígenas, nuestros  territorios, tierras y recursos son fundamentales para el Desarrollo de nuestras culturas, ellas representan y están interrelacionadas a nuestra espiritualidad, culturas, costumbres, institucionalidad, tradiciones, medicinas, seguridad alimentaría y con la vida misma de nuestros pueblos.
 
Que los Pueblos Indígenas somos los primeros afectados por las políticas que impulsan los Estados para promover el supuesto “desarrollo”. Estas políticas, tales como  el impulso de la reforma agraria, la industria minera, hidroeléctrica, petrolera y la construcción de infraestructura de diverso tipo, no han generado desarrollo alguno, sino al contrario,  promueven la invasión de nuestros territorios, la destrucción de nuestros bosques, la extracción depredadora de nuestros recursos del suelo y subsuelo, la contaminación del medio ambiente, el empobrecimiento y genocidio de nuestros pueblos. A la par se debe reconocer que las fronteras y límites territoriales impuestos por los Estados han dividido nuestras familias, comunidades y pueblos, agrediendo nuestra integridad individual y colectiva.
 
Que contrario a la mejora de la situación de nuestros pueblos de Abya Yala, los Estados siguen discutiendo en las Cumbres de las Américas, políticas económicas para profundizar la sistemática marginación y discriminación, a través de los acuerdos de libre comercio, tales como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), el Plan Puebla Panamá (PPP), la Iniciativa Regional Sudamericana (IIRSA), el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), entre otros, a fin de beneficiar a los Estados poderosos, así como a las empresas nacionales y transnacionales, en perjuicio de nuestros Pueblos Indígenas y de la sociedad en su conjunto. Que tales acuerdos hechos por los Estados son contrarios a los instrumentos regionales e internacionales de derechos humanos de los Pueblos Indígenas, que los mismos Estados se han comprometido a proteger y garantizar pero que incumplen sistemáticamente.
 
Que una verdadera democracia pluralista e inclusiva pasa primeramente por el  reconocimiento de los derechos humanos colectivos de los pueblos indígenas a nivel nacional e internacional y la participación plena y efectiva en los planes de desarrollo a través de nuestro consentimiento libre, previo e informado.
 
Que ante los objetivos de la Cuarta Cumbre de las América de enfocar únicamente a través del trabajo la forma de eliminar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad, tenemos que manifestar nuestra preocupación y rechazo por ser inconsistentes y contrarios a la naturaleza pluricultural, multiétnica,  y multilingüe de nuestras sociedades.
 
Que para promover la llamada democracia y la gobernabilidad del continente, los Estados de Abya Yala, deben comprometerse con la eliminación de la deuda externa y rechazar todas las políticas económicas y estructuras que oprimen a los Pueblos Indígenas que son los causantes del actual situación de pobreza y marginación de nuestros pueblos.
 
Que es necesaria la adopción pronta de la declaración de la OEA y la ONU sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, tomando como base el texto de la Subcomisión. Esta exigencia ha sido recientemente adoptado por los Jefes de Estado y de Gobierno, en el marco de la Reunión Plenaria de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su quincuagésimo noveno periodo de sesiones, el cual consolida el termino pueblos indígenas y refrenda “el compromiso de seguir avanzando en la promoción de los derechos humanos de los pueblos indígenas del mundo, en los planos local, nacional, regional e internacional, incluso mediante la consulta y la colaboración con ellos, y a presentar lo antes posible para su aprobación un proyecto final de declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas”
 

CON BASE EN LO ANTERIOR, EXIGIMOS Y DECIMOS:
 
1- Los Pueblos Indígenas tenemos nuestra propia visión de desarrollo que se sustenta en criterios de solidaridad entre nosotros los seres humanos y un profundo respeto a la madre tierra. No estamos de acuerdo con la idea y modelo económico basado en la explotación del hombre por el hombre y de la naturaleza en su conjunto. Por lo tanto rechazamos la visión y el modelo económico impulsado actualmente por los Estados, en el que solamente se pretende crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática, violando los derechos humanos y atentando contra la naturaleza. Tal visión solo seguirá profundizando el despojo de nuestras tierras, territorios y recursos naturales, y agudizara la agresión a nuestros procesos de autonomía.
 
2- Rechazamos el concepto de pobreza promovida por la Cumbre, porque excluye nuestra cosmovisión y estilos de vida.  Para los pueblos indígenas el concepto de pobreza, no se enfoca solamente desde una perspectiva económica, sino que adquiere una dimensión integral y holística. Para nuestros pueblos el mantener nuestros derechos a los territorios, tierras y recursos garantiza nuestra proyección como pueblos y nuestro desarrollo integral y sostenido. Esto ha sido reafirmado por los Estados en el quincuagésimo noveno periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU al “reconocer que el desarrollo sostenible de los pueblos indígenas y sus comunidades es fundamental en la lucha contra el hambre y la pobreza
 
3- Que rechazamos toda apertura económica sobre nuestros territorios, tierras y recursos naturales a los mercados nacionales e internacionales como forma para enfrentar la pobreza. En la actualidad estos proyectos de desarrollo se traducen en la explotación inmisericorde de nuestros recursos. En consecuencia, los Estados deben reconocer el impacto negativo que dichos proyectos y acciones de supuesto desarrollo generan  en las vidas y culturas de nuestros pueblos.
 
4- Que los Estados y las empresas nacionales y multinacionales, no nos sigan privando de nuestros medios y recursos de subsistencia, y que se abstengan de seguir otorgando concesiones sobre los recursos naturales existentes en nuestras tierras y territorios tradicionales sin el consentimiento libre, previo e informado.
 
5- Que el fortalecimiento de la llamada gobernabilidad democrática con medidas parciales y discriminatorias profundiza el libre mercado en beneficio de las empresas nacionales y trasnacionales y viola los derechos humanos de los pueblos indígenas.
 
EN CONSECUENCIA, LOS DELEGADOS Y DELEGADAS INDIGENAS DEMANDAMOS Y DECLARAMOS:
 
PRIMERO: Que los Estados reconozcan el derecho a la libre determinación de los Pueblos Indígenas, y en virtud de ese derecho podamos decidir libremente nuestra condición política y promover asimismo nuestro desarrollo económico, social y cultural.
 
SEGUNDO: Que los Estados reconozcan el carácter pluricultural, multiétnico y multilingüe de sus sociedades, para enfrentar la discriminación, el racismo, la intolerancia y la exclusión.
 
TERCERO: Que los Estados reconozcan y garanticen plenamente el derecho a la propiedad  de nuestros Pueblos Indígenas sobre los territorios, tierras y recursos naturales que histórica y tradicionalmente hemos usado, ocupado o poseído, o adquirido de otra forma, así como su naturaleza colectiva, inalienable, irrenunciable, inembargable e imprescriptible.
 
CUARTO: Que los gobiernos, en conjunto de los Pueblos Indígenas, delimiten, demarquen y titulen las tierras, territorios y recursos de los Pueblos Indígenas, respetando plenamente los sistemas normativos indígenas en el marco de un pluralismo jurídico.
 
QUINTO: Que los organismos gubernamentales e intergubernamentales del sistema interamericano reconozcan el patrimonio cultural y la propiedad intelectual de los pueblos indígenas respetando plenamente los sistemas normativos indígenas.
 
SEXTO: Que los Estados reconozcan, respeten y apoyen las propias medicinas y prácticas de salud tradicionales, incluido el derecho a la protección de plantas, animales y minérales de interés vital desde el punto de vista médico. También deben garantizar el acceso, sin discriminación alguna, a todas las instituciones de sanidad y los servicios de salud y atención médica, en particular la atencion a las personas indigenas con capacidades diferentes.
 
SEPTIMO: Que los Estados reconozcan y cumplan de manera efectiva, en sus constituciones, leyes e instituciones, los derechos de nuestros pueblos indígenas, en especial nuestras formas y estilos de vida, como mecanismo eficaz para erradicar la pobreza, la marginación y la exclusión social, económica y política.
 
OCTAVO: Que los Estados de las Américas adopten, en conjunto con los delegados y representantes indígenas, la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en el contexto de la Organización de Estados Americanos (OEA), como una forma de fortalecer la paz y la coexistencia entre los pueblos del continente.
 
NOVENO: Que los Estados de las Américas y del mundo aprueben de manera pronta y eficaz la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tomando como base el texto aprobado por la Subcomisión en 1994.
 
DECIMO: Que los Estados ratifiquen y cumplan eficazmente el Convenio 169 de la OIT, respecto de los derechos de los Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes.
 
DECIMO PRIMERO: Que los gobiernos de los Estados implementen medidas y acciones efectivas para que cesen las violaciones sistemáticas a los derechos humanos de las mujeres, niños y niñas indígenas, especialmente en situaciones de conflicto armado.
 
DECIMO SEGUNDO: Que los Estados implementen medidas y acciones efectivas para no militarizar y desmilitarizar las tierras y territorios de los pueblos indígenas, así como la aplicación  de sanciones eficaces para castigar a los grupos armados ilegales, guardias blancas y otros grupos que han sido usados por los Estados para agredir a nuestras comunidades.
 
DECIMO TERCERO: Que los Estados garanticen y respeten el libre transito de las personas y familias indígenas en las tierras y territorios indígenas ubicados en las fronteras estatales y nacionales.
 
DECIMO CUARTO: Que los Estados de las Américas y sus organismos competentes, implementen medidas y acciones concretas para resolver y detener los procesos judiciales y políticos iniciados en contra de las autoridades y lideres indígenas y de la sociedad civil.
 
DECIMO QUINTO: Que los Estados de las Américas, en conjunto con los pueblos indígenas, conciban e implementen los espacios e instancias para el dialogo y la interrelación con los pueblos indígenas en el marco del sistema interamericano.
 
DECIMO SEXTO: Hacemos un llamado a los pueblos y organizaciones de Abya Yala para caminar en un espíritu de unidad y solidaridad. En este contexto manifestamos nuestra especial solidaridad con todos los pueblos indígenas que están luchando para defender e implementar sus derechos colectivos e históricos, como es el caso de los hermanos Zapatistas en México y otros quienes están siendo agredidos en sus vidas, culturas y fronteras tradicionales por grupos ajenos a dichos pueblos.
 
DECIMO SEPTIMO: Con el fin de fortalecer y acrecentar las relaciones de hermandad, cooperación y solidaridad entre nosotros, hacemos un llamado especial para conformar una Red de Pueblos y Organizaciones Indígenas de Abya Yala por los derechos indígenas, que nos permita tener la interrelación e interacción permanente, sistemática y efectiva a nivel continental entre nosotros y con el Movimiento Social Continental.
 
“Dado en Territorio Mapuche, Mar de Plata, Argentina, el día 03 de noviembre del 2005” 
OTRA AMERICA ES POSIBLE - NUNCA MÁS LAS AMERICAS SIN LOS PUEBLOS INDIGENAS

Secretaría Cumbre Continental de Pueblos y Organizaciones Indígenas
Lavalle 437 4º ‘B’. (CP 1047) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel./Fax: 0054 11 4326 2940
E-mail: cumbrecontinentalindigena@yahoo.com.ar
Pagina Web: www.cumbrecontinentalindigena.org

Links:
Primer Encuentro Continental Indigena Quito, Ecuador 1990
DECLARACION DE QUITO 1990
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Embajada de Pueblos Originarios
www.nahuacalli.org
Abya Yala

A la Secretaria de la Cumbre Continental Indígena 

Mar de Plata, Argentina    2 de Noviembre de 200 

La Leyenda de la Verdad y las Doctrinas del Poder


PRESENTE:

Saludos a los Pueblos Naciones Milenarios Abya Yala

Amixpanzinco, Amixtlamatqueh,

Aprovechamos de este espacio par hacerles llegar la documentación adjunto sobre la agenda de responsabilidades colectivos de prioridad para los Pueblos Naciones Indígenas reunidas en Cumbre en Mar de Plata, Argentina Noviembre 2-4, 2005.

El Fuego Sagrado que fue encendido ceremonialmente en el Primer Encuentro Continental de Pueblos y Naciones Indígenas en Quito, 1990 nos ilumina todavía, recordándonos de los compromisos mutuos encarnados de acuerdo con la ética milenaria de nuestros Pueblos, con nuestra propia Ley Internacional Indígena.  Estos son los sistemas tradicionales de nuestra jurisprudencia, los tejidos de tradición y liberación que emergen desde los fundamentos esenciales de la inter-relación sagrada de toda la vida, y las obligaciones de nosotros los hijos de la Madre Tierra, e herederos de la Confederación Continental del Águila y el Cóndor.

También estuvimos presentes en el Segundo Encuentro Continental de Pueblos y Naciones Indígenas en año 1993 en Temoaya, México y luego regresamos a México en al año 2000 para asistir la Primera Cumbre Continental de Pueblos y Naciones Indígenas convocado por el Consejo de Organizaciones y Naciones Indígenas del Continente - CONIC.

Regresando a Tawatinsuyo en los días 21-25, 2004 participamos en la II Cumbre Continental Indígena Abya Yala en Quito, Ecuador donde los acuerdos de la Primera Cumbre Continental Indígena Teotihuacan 2000 fueron retomados, y proclamados ante el Fuego Sagrado del altar del continente.  Estos compromisos mutuos al nivel continente siguen vigentes por medio del Tratado de Teotihuacan, con sus cuatro aspectos:
Alianza Espiritual
Solidaridad Politica
Conformidad Cultural Continental 
Proyectos Económicos de Intercambio y Comercio Indígena
Ya entonces hoy nos encontramos de vuelta con nuestra gran familia humilde y poderosa, la familia de los Pueblos Naciones Indígenas de nuestra madre continente Abya Yala.  Nos reunimos en cumbre otra vez más, y hagamos un levantamiento espiritual para que nuestros pasos sean firmes, que nos acompañe el Creador dejando huellas y sendero sagrado para las futuras generaciones. 

La relación de secuencias de los encuentros continentales desde Quito 1990, Temoaya 1993, Cumbre Teotihuacan 2000, volviendo a Cumbre Quito en 2004, y luego ahora encontrándonos en Mar de Plata no lo hacemos para hacer controversia: Lo hacemos para proclamar nuestra historia, la historia de nuestro movimiento indígena continental. No es el cuento bien financiado y manipulado  de los "compra-cumbres".   Es la leyenda de un continente emergiendo de siglos de genocidio y colonización.

En cumplimiento de estas obligaciones y compromisos mutuos afirmados con nuestro Tratado de Teotihuacan de La Primera Cumbre Indígena Continental de Pueblos y Naciones 2000, entregamos lo siguiente para la discusión y la toma de acción ante este Cumbre Continental Indígena Mar de Plata, Argentina 2005. 

Tema: Libre Determinación y Descolonización 

El negar de nuestro derecho de auto-determinación por los gobierno estados sigue siendo el tema de mayor importancia para los Pueblos Naciones Indígenas de nuestro continente Abya Yala (las Americas). Existe una gran discrepancia conceptual en el eventual resultado del proceso de libre determinación visto desde la óptica de los intereses de los gobierno estados, en contraste con la visión cultural Nican Tlacah, la cosmovisión de los Pueblos Indígenas.

Esta discrepancia es producto de dos distintos sistemas de conocimientos, ejes de realidades distintas evidentes en el concepto de territorio, en la forma individual y colectivo: La de las sociedades de los gobierno estados y la de los Pueblos Naciones Indígenas.  La jurisdicción de los estados en términos de territorio es una de dominación y colonización, mientras la de la relación de territorialidad de nuestros pueblos esta basada en la inter-relación y la reciprocidad con el la naturaleza de la Madre Tierra.  Como esta evidenciada por la Asesoria Ecosistema Global Milenaria (MA), recién comisionada y cumplida por la ONU, la realidad de la relación del concepto de territorialidad de los Pueblos Indígenas esta reconocida al nivel global como la mejor esperanza y ciencia para que la humanidad pueda alcanzar la homeostasis con el entorno natural de ecosistemas del mundo. 

Cualquier posición sobre la cuestión de libre determinación, sea por la política de los gobierno estados o por los Nican Tlacah como Pueblos Naciones Indígenas será determinada inevitablemente adentro de contexto de la suma de relaciones globales de los ecosistemas planetarias como parámetro, incluyendo la humanidad misma como una de estas. 

En términos de nuestro continente Abya Yala (las Americas) existe una régimen de políticas genocidios en la forma de Doctrina que tiene siglos en construcción, siendo una de ellas la Doctrina de Negación.  Empezando con la Bula Papal Inter Cetera de 1493, continuando con la Doctrina Monroe actualmente implementado por las fuerzas militar de los EEUU, y ahora proyectado por el Área de Libre Comercio de Las Americas - ALCA, la Doctrina de Negación es insidioso por negar a la conciencia de la Humanidad la existencia histórica de los Pueblos Naciones Indígenas en el contexto del reconocimiento legal como Pueblos con derecho de auto-determinación. 

En vista de lo anterior proponemos lo siguiente:

Es hora que se convoca una sesión especial del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, establecida bajo sección 73(e) de la Carta de la ONU, con el fin de evaluar las mencionadas Doctrinas del Poder en el Espíritu de Verdad, y en el contexto de los principios de evaluación establecidas por Resolución de la Asamblea General 1514 "El Derecho a la Libre Determinación" y la AG 1541 las cuales elaboran los procesos y los criterios para identificar y rectificar el crimen de colonización de acuerdo a las normas de la ley internacional de los estados miembros del sistema de las Naciones Unidas.

Finalmente, proponemos que en el proceso de implementación de la iniciativa de la DESCOLONIZACION del los Territorios y Pueblos Naciones Indígenas de nuestro continente Abya Yala, que sin esto cualquier declaración de libre determinación quedaría solamente como retórica y con mínimo valor practico en términos de la Ley Internacional: Que se considera con atención especial al establecimiento por las Naciones Unidad de la organización regional de la Organización de Estados Americanos (OEA) mismo, siendo esto un ejemplo mas de la usurpación y violación del Derecho de Libre Determinación en nuestro hemisférico por haberse establecido otra régimen mas de representación política en nuestros territorios en nuestro continente sin nuestra participación o consentimiento y en violación de AG 1514, evidenciadas por los principios de AG 1541.

Respetuosamente presentado,

Tlahtokan Nahuacalli 
Izkalotlan, Aztlan

NAHUACALLI
Embajada de los Pueblos Originarios
c/o TONATIERRA
Tel: (602) 254-5230 

P.O. Box 24009     Phoenix, AZ  85074 Email: chantlaca@tonatierra.org
www.tonatierra.org


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