CUMBRE CONTINENTAL DE PUEBLOS Y ORGANIZACIONES INDIGENAS
TERRITORIO MAPUCHE
MAR DEL PLATA, ARGENTINA
02 al 04 de noviembre de 2005
TERRITORIO MAPUCHE
MAR DEL PLATA, ARGENTINA
02 al 04 de noviembre de 2005
PREAMBULO
Nosotros, los Pueblos y Organizaciones Indígenas del Continente
de Abya Yala [América] reunidos en territorio ancestral del Pueblo
Mapuche, Mar del Plata, Argentina, del dos al cuatro de noviembre, primeramente
invocamos, la cosmovisión de nuestros mayores y siguiendo el camino
trazado por ellos, en un marco de unidad y armonía entre nosotros
y con nuestra madre naturaleza, damos las siguientes palabras.
Que, esta Cumbre Continental Indígena en Mar del Plata 2005,
es la continuación de 1990 en el Encuentro Continental Indigena.
El Segundo Encuentro Continental de un proceso de Unión Continental
del Águila y el Cóndor, iniciado en Quito.
Que somos los representantes de más de 50 millones de mujeres
y hombres indígenas del continente y somos Pueblos preexistentes
a la creación de los actuales Estados, por lo que ejercemos y
reclamamos el reconocimiento de nuestro derecho a la libre determinación
como Pueblos, a fin de decidir nuestra organización política
y nuestro propio desarrollo económico, social y cultural.
Que los Pueblos Indígenas hemos sido víctimas por quinientos trece años de un proceso de genocidio, colonización y discriminación producto de ideologías y políticas imperiales, mismas que han violado nuestros derechos fundamentales.
Cualquier diálogo
entre Pueblos Indígenas, el Estado y la Sociedad, debe tomar en
cuenta la naturaleza colectiva e histórica de estos derechos.
Que en estos momentos somos testigos de cómo la dominación
y la opresión hacia nuestros pueblos continúan a
través de la globalización política y económica.
En estos tiempos la explotación económica y el saqueo de
nuestros territorios y recursos siguen en beneficio de las compañías
nacionales, trasnacionales y las elites burocráticas.
Que bajo las leyes antiterroristas en algunos Estados, ha aumentado
la represión, el asesinato y el encarcelamiento de nuestras autoridades
y lideres, con el objeto de conculcar o impedir el reconocimiento y el
ejercicio de nuestros derechos fundamentales. Condenamos la persecución
política y jurídica de los Estados y las empresas nacionales
y transnacionales para acallar la voz de nuestros pueblos indígenas
que reclaman sus derechos a una vida digna.
Que, sin justificación alguna se está militarizando vastas
zonas del continente, especialmente por los Estados Unidos de las Américas,
con el fin de controlar políticamente y los recursos naturales
y que muchos de estos, están en los territorios indígenas.
Que la constitución de los organismos multilaterales de los Estados,
como la ONU y la OEA, se realizaron sin la participación de todos
los Pueblos Indígenas por lo que estos organismos actualmente
tienen una deuda moral, material e histórica con los Pueblos
Indígenas de Abya Yala y del mundo entero.
Que para los Pueblos Indígenas, nuestros territorios, tierras
y recursos son fundamentales para el Desarrollo de nuestras culturas,
ellas representan y están interrelacionadas a nuestra espiritualidad,
culturas, costumbres, institucionalidad, tradiciones, medicinas, seguridad
alimentaría y con la vida misma de nuestros pueblos.
Que los Pueblos Indígenas somos los primeros afectados por las políticas que impulsan los Estados para promover el supuesto “desarrollo”. Estas políticas, tales como el impulso de la reforma agraria, la industria minera, hidroeléctrica, petrolera y la construcción de infraestructura de diverso tipo, no han generado desarrollo alguno, sino al contrario, promueven la invasión de nuestros territorios, la destrucción de nuestros bosques, la extracción depredadora de nuestros recursos del suelo y subsuelo, la contaminación del medio ambiente, el empobrecimiento y genocidio de nuestros pueblos. A la par se debe reconocer que las fronteras y límites territoriales impuestos por los Estados han dividido nuestras familias, comunidades y pueblos, agrediendo nuestra integridad individual y colectiva.
Que contrario a la mejora de la situación de nuestros pueblos
de Abya Yala, los Estados siguen discutiendo en las Cumbres de las Américas,
políticas económicas para profundizar la sistemática
marginación y discriminación, a través de los acuerdos
de libre comercio, tales como el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLC), el Plan Puebla Panamá (PPP), la Iniciativa Regional
Sudamericana (IIRSA), el Área de Libre Comercio de las Américas
(ALCA), entre otros, a fin de beneficiar a los Estados poderosos, así como
a las empresas nacionales y transnacionales, en perjuicio de nuestros
Pueblos Indígenas y de la sociedad en su conjunto. Que tales acuerdos
hechos por los Estados son contrarios a los instrumentos regionales e
internacionales de derechos humanos de los Pueblos Indígenas,
que los mismos Estados se han comprometido a proteger y garantizar pero
que incumplen sistemáticamente.
Que una verdadera democracia pluralista e inclusiva pasa primeramente
por el reconocimiento de los derechos humanos colectivos de los
pueblos indígenas a nivel nacional e internacional y la participación
plena y efectiva en los planes de desarrollo a través de nuestro
consentimiento libre, previo e informado.
Que ante los objetivos de la Cuarta Cumbre de las América de enfocar únicamente a través del trabajo la forma de eliminar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad, tenemos que manifestar nuestra preocupación y rechazo por ser inconsistentes y contrarios a la naturaleza pluricultural, multiétnica, y multilingüe de nuestras sociedades.
Que para promover la llamada democracia y la gobernabilidad del continente,
los Estados de Abya Yala, deben comprometerse con la eliminación
de la deuda externa y rechazar todas las políticas económicas
y estructuras que oprimen a los Pueblos Indígenas que son los
causantes del actual situación de pobreza y marginación
de nuestros pueblos.
Que es necesaria la adopción pronta de la declaración
de la OEA y la ONU sobre los derechos de los Pueblos Indígenas,
tomando como base el texto de la Subcomisión. Esta exigencia ha
sido recientemente adoptado por los Jefes de Estado y de Gobierno, en
el marco de la Reunión Plenaria de Alto Nivel de la Asamblea General
de las Naciones Unidas, en su quincuagésimo noveno periodo de
sesiones, el cual consolida el termino pueblos indígenas y refrenda “el
compromiso de seguir avanzando en la promoción de los derechos
humanos de los pueblos indígenas del mundo, en los planos local,
nacional, regional e internacional, incluso mediante la consulta y la
colaboración con ellos, y a presentar lo antes posible para su
aprobación un proyecto final de declaración de las Naciones
Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas”
CON BASE EN LO ANTERIOR, EXIGIMOS Y DECIMOS:
1- Los Pueblos Indígenas tenemos nuestra propia visión
de desarrollo que se sustenta en criterios de solidaridad entre nosotros
los seres humanos y un profundo respeto a la madre tierra. No estamos
de acuerdo con la idea y modelo económico basado en la explotación
del hombre por el hombre y de la naturaleza en su conjunto. Por lo tanto
rechazamos la visión y el modelo económico impulsado actualmente
por los Estados, en el que solamente se pretende crear trabajo para enfrentar
la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática, violando
los derechos humanos y atentando contra la naturaleza. Tal visión
solo seguirá profundizando el despojo de nuestras tierras, territorios
y recursos naturales, y agudizara la agresión a nuestros procesos
de autonomía.
2- Rechazamos el concepto de pobreza promovida por la Cumbre, porque
excluye nuestra cosmovisión y estilos de vida. Para los
pueblos indígenas el concepto de pobreza, no se enfoca solamente
desde una perspectiva económica, sino que adquiere una dimensión
integral y holística. Para nuestros pueblos el mantener nuestros
derechos a los territorios, tierras y recursos garantiza nuestra proyección
como pueblos y nuestro desarrollo integral y sostenido. Esto ha sido
reafirmado por los Estados en el quincuagésimo noveno periodo
de sesiones de la Asamblea General de la ONU al “reconocer
que el desarrollo sostenible de los pueblos indígenas y sus comunidades
es fundamental en la lucha contra el hambre y la pobreza”
3- Que rechazamos toda apertura económica sobre nuestros territorios,
tierras y recursos naturales a los mercados nacionales e internacionales
como forma para enfrentar la pobreza. En la actualidad estos proyectos
de desarrollo se traducen en la explotación inmisericorde de nuestros
recursos. En consecuencia, los Estados deben reconocer el impacto negativo
que dichos proyectos y acciones de supuesto desarrollo generan en
las vidas y culturas de nuestros pueblos.
4- Que los Estados y las empresas nacionales y multinacionales, no nos
sigan privando de nuestros medios y recursos de subsistencia, y que se
abstengan de seguir otorgando concesiones sobre los recursos naturales
existentes en nuestras tierras y territorios tradicionales sin el consentimiento
libre, previo e informado.
5- Que el fortalecimiento de la llamada gobernabilidad democrática
con medidas parciales y discriminatorias profundiza el libre mercado
en beneficio de las empresas nacionales y trasnacionales y viola los
derechos humanos de los pueblos indígenas.
EN CONSECUENCIA, LOS DELEGADOS Y DELEGADAS INDIGENAS DEMANDAMOS
Y DECLARAMOS:
PRIMERO: Que los Estados reconozcan el derecho a la libre determinación
de los Pueblos Indígenas, y en virtud de ese derecho podamos decidir
libremente nuestra condición política y promover asimismo
nuestro desarrollo económico, social y cultural.
SEGUNDO: Que los Estados reconozcan el carácter pluricultural,
multiétnico y multilingüe de sus sociedades, para enfrentar
la discriminación, el racismo, la intolerancia y la exclusión.
TERCERO: Que los Estados reconozcan y garanticen plenamente el derecho
a la propiedad de nuestros Pueblos Indígenas sobre los territorios,
tierras y recursos naturales que histórica y tradicionalmente
hemos usado, ocupado o poseído, o adquirido de otra forma, así como
su naturaleza colectiva, inalienable, irrenunciable, inembargable e imprescriptible.
CUARTO: Que los gobiernos, en conjunto de los Pueblos Indígenas,
delimiten, demarquen y titulen las tierras, territorios y recursos de
los Pueblos Indígenas, respetando plenamente los sistemas normativos
indígenas en el marco de un pluralismo jurídico.
QUINTO: Que los organismos gubernamentales e intergubernamentales del
sistema interamericano reconozcan el patrimonio cultural y la propiedad
intelectual de los pueblos indígenas respetando plenamente los
sistemas normativos indígenas.
SEXTO: Que los Estados reconozcan, respeten y apoyen las propias medicinas
y prácticas de salud tradicionales, incluido el derecho a la protección
de plantas, animales y minérales de interés vital desde
el punto de vista médico. También deben garantizar el acceso,
sin discriminación alguna, a todas las instituciones de sanidad
y los servicios de salud y atención médica, en particular
la atencion a las personas indigenas con capacidades diferentes.
SEPTIMO: Que los Estados reconozcan y cumplan de manera efectiva, en sus constituciones, leyes e instituciones, los derechos de nuestros pueblos indígenas, en especial nuestras formas y estilos de vida, como mecanismo eficaz para erradicar la pobreza, la marginación y la exclusión social, económica y política.
OCTAVO: Que los Estados de las Américas adopten, en conjunto
con los delegados y representantes indígenas, la Declaración
Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en el contexto
de la Organización de Estados Americanos (OEA), como una forma
de fortalecer la paz y la coexistencia entre los pueblos del continente.
NOVENO: Que los Estados de las Américas y del mundo aprueben
de manera pronta y eficaz la Declaración Universal de los Derechos
de los Pueblos Indígenas en el marco de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), tomando como base el texto aprobado por
la Subcomisión en 1994.
DECIMO: Que los Estados ratifiquen y cumplan eficazmente el Convenio
169 de la OIT, respecto de los derechos de los Pueblos Indígenas
y Tribales en países independientes.
DECIMO PRIMERO: Que los gobiernos de los Estados implementen medidas
y acciones efectivas para que cesen las violaciones sistemáticas
a los derechos humanos de las mujeres, niños y niñas indígenas,
especialmente en situaciones de conflicto armado.
DECIMO SEGUNDO: Que los Estados implementen medidas y acciones efectivas
para no militarizar y desmilitarizar las tierras y territorios de los
pueblos indígenas, así como la aplicación de
sanciones eficaces para castigar a los grupos armados ilegales, guardias
blancas y otros grupos que han sido usados por los Estados para agredir
a nuestras comunidades.
DECIMO TERCERO: Que los Estados garanticen y respeten el libre transito
de las personas y familias indígenas en las tierras y territorios
indígenas ubicados en las fronteras estatales y nacionales.
DECIMO CUARTO: Que los Estados de las Américas y sus organismos
competentes, implementen medidas y acciones concretas para resolver y
detener los procesos judiciales y políticos iniciados en contra
de las autoridades y lideres indígenas y de la sociedad civil.
DECIMO QUINTO: Que los Estados de las Américas, en conjunto con
los pueblos indígenas, conciban e implementen los espacios e instancias
para el dialogo y la interrelación con los pueblos indígenas
en el marco del sistema interamericano.
DECIMO SEXTO: Hacemos un llamado a los pueblos y organizaciones de Abya
Yala para caminar en un espíritu de unidad y solidaridad. En este
contexto manifestamos nuestra especial solidaridad con todos los pueblos
indígenas que están luchando para defender e implementar
sus derechos colectivos e históricos, como es el caso de los hermanos
Zapatistas en México y otros quienes están siendo agredidos
en sus vidas, culturas y fronteras tradicionales por grupos ajenos a
dichos pueblos.
DECIMO SEPTIMO: Con el fin de fortalecer y acrecentar las relaciones
de hermandad, cooperación y solidaridad entre nosotros, hacemos
un llamado especial para conformar una Red de Pueblos y Organizaciones
Indígenas de Abya Yala por los derechos indígenas,
que nos permita tener la interrelación e interacción permanente,
sistemática y efectiva a nivel continental entre nosotros y con
el Movimiento Social Continental.
“Dado en Territorio Mapuche, Mar de Plata, Argentina, el día 03
de noviembre del 2005”
Secretaría Cumbre Continental de Pueblos y Organizaciones Indígenas
Lavalle 437 4º ‘B’. (CP 1047) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel./Fax: 0054 11 4326 2940
E-mail: cumbrecontinentalindigena@yahoo.com.ar
Pagina Web: www.cumbrecontinentalindigena.org
Links:
Primer Encuentro Continental Indigena Quito, Ecuador 1990
DECLARACION DE QUITO 1990
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Lavalle 437 4º ‘B’. (CP 1047) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel./Fax: 0054 11 4326 2940
E-mail: cumbrecontinentalindigena@yahoo.com.ar
Pagina Web: www.cumbrecontinentalindigena.org
Links:
Primer Encuentro Continental Indigena Quito, Ecuador 1990
DECLARACION DE QUITO 1990
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Embajada de Pueblos Originarios
www.nahuacalli.org
Abya Yala |
A la Secretaria de la Cumbre Continental Indígena
Mar de Plata, Argentina 2 de Noviembre de 200
La Leyenda de la Verdad y las Doctrinas del Poder
PRESENTE:
Saludos a los Pueblos Naciones Milenarios Abya Yala
Saludos a los Pueblos Naciones Milenarios Abya Yala
Amixpanzinco, Amixtlamatqueh,
Aprovechamos de este espacio par hacerles llegar la documentación adjunto sobre la agenda de responsabilidades colectivos de prioridad para los Pueblos Naciones Indígenas reunidas en Cumbre en Mar de Plata, Argentina Noviembre 2-4, 2005.
Aprovechamos de este espacio par hacerles llegar la documentación adjunto sobre la agenda de responsabilidades colectivos de prioridad para los Pueblos Naciones Indígenas reunidas en Cumbre en Mar de Plata, Argentina Noviembre 2-4, 2005.
El Fuego Sagrado que fue encendido ceremonialmente en el Primer Encuentro Continental de Pueblos y Naciones Indígenas en Quito, 1990 nos ilumina todavía, recordándonos de los compromisos mutuos encarnados de acuerdo con la ética milenaria de nuestros Pueblos, con nuestra propia Ley Internacional Indígena. Estos son los sistemas tradicionales de nuestra jurisprudencia, los tejidos de tradición y liberación que emergen desde los fundamentos esenciales de la inter-relación sagrada de toda la vida, y las obligaciones de nosotros los hijos de la Madre Tierra, e herederos de la Confederación Continental del Águila y el Cóndor.
También estuvimos presentes en el Segundo Encuentro Continental de Pueblos y Naciones Indígenas en año 1993 en Temoaya, México y luego regresamos a México en al año 2000 para asistir la Primera Cumbre Continental de Pueblos y Naciones Indígenas convocado por el Consejo de Organizaciones y Naciones Indígenas del Continente - CONIC.
Regresando a Tawatinsuyo en los días 21-25, 2004 participamos en la II Cumbre Continental Indígena Abya Yala en Quito, Ecuador donde los acuerdos de la Primera Cumbre Continental Indígena Teotihuacan 2000 fueron retomados, y proclamados ante el Fuego Sagrado del altar del continente. Estos compromisos mutuos al nivel continente siguen vigentes por medio del Tratado de Teotihuacan, con sus cuatro aspectos:
Alianza EspiritualSolidaridad PoliticaConformidad Cultural ContinentalProyectos Económicos de Intercambio y Comercio Indígena
Ya entonces hoy nos encontramos de
vuelta con nuestra gran familia humilde y poderosa, la familia de los Pueblos
Naciones Indígenas de nuestra madre continente Abya Yala. Nos reunimos en cumbre otra vez más, y
hagamos un levantamiento espiritual para que nuestros pasos sean firmes, que
nos acompañe el Creador dejando huellas y sendero sagrado para las futuras
generaciones.
La relación de secuencias de los encuentros continentales desde Quito 1990, Temoaya 1993, Cumbre Teotihuacan 2000, volviendo a Cumbre Quito en 2004, y luego ahora encontrándonos en Mar de Plata no lo hacemos para hacer controversia: Lo hacemos para proclamar nuestra historia, la historia de nuestro movimiento indígena continental. No es el cuento bien financiado y manipulado de los "compra-cumbres". Es la leyenda de un continente emergiendo de siglos de genocidio y colonización.
La relación de secuencias de los encuentros continentales desde Quito 1990, Temoaya 1993, Cumbre Teotihuacan 2000, volviendo a Cumbre Quito en 2004, y luego ahora encontrándonos en Mar de Plata no lo hacemos para hacer controversia: Lo hacemos para proclamar nuestra historia, la historia de nuestro movimiento indígena continental. No es el cuento bien financiado y manipulado de los "compra-cumbres". Es la leyenda de un continente emergiendo de siglos de genocidio y colonización.
En cumplimiento de estas obligaciones y compromisos mutuos afirmados con nuestro Tratado de Teotihuacan de La Primera Cumbre Indígena Continental de Pueblos y Naciones 2000, entregamos lo siguiente para la discusión y la toma de acción ante este Cumbre Continental Indígena Mar de Plata, Argentina 2005.
Tema: Libre Determinación y Descolonización
El negar de nuestro derecho de auto-determinación por los gobierno estados sigue siendo el tema de mayor importancia para los Pueblos Naciones Indígenas de nuestro continente Abya Yala (las Americas). Existe una gran discrepancia conceptual en el eventual resultado del proceso de libre determinación visto desde la óptica de los intereses de los gobierno estados, en contraste con la visión cultural Nican Tlacah, la cosmovisión de los Pueblos Indígenas.
Esta discrepancia es producto de dos distintos sistemas de conocimientos, ejes de realidades distintas evidentes en el concepto de territorio, en la forma individual y colectivo: La de las sociedades de los gobierno estados y la de los Pueblos Naciones Indígenas. La jurisdicción de los estados en términos de territorio es una de dominación y colonización, mientras la de la relación de territorialidad de nuestros pueblos esta basada en la inter-relación y la reciprocidad con el la naturaleza de la Madre Tierra. Como esta evidenciada por la Asesoria Ecosistema Global Milenaria (MA), recién comisionada y cumplida por la ONU, la realidad de la relación del concepto de territorialidad de los Pueblos Indígenas esta reconocida al nivel global como la mejor esperanza y ciencia para que la humanidad pueda alcanzar la homeostasis con el entorno natural de ecosistemas del mundo.
Cualquier posición sobre la cuestión de libre determinación, sea por la política de los gobierno estados o por los Nican Tlacah como Pueblos Naciones Indígenas será determinada inevitablemente adentro de contexto de la suma de relaciones globales de los ecosistemas planetarias como parámetro, incluyendo la humanidad misma como una de estas.
En términos de nuestro continente Abya Yala (las Americas) existe una régimen de políticas genocidios en la forma de Doctrina que tiene siglos en construcción, siendo una de ellas la Doctrina de Negación. Empezando con la Bula Papal Inter Cetera de 1493, continuando con la Doctrina Monroe actualmente implementado por las fuerzas militar de los EEUU, y ahora proyectado por el Área de Libre Comercio de Las Americas - ALCA, la Doctrina de Negación es insidioso por negar a la conciencia de la Humanidad la existencia histórica de los Pueblos Naciones Indígenas en el contexto del reconocimiento legal como Pueblos con derecho de auto-determinación.
En vista de lo anterior proponemos lo siguiente:
Es hora que se convoca una sesión especial del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, establecida bajo sección 73(e) de la Carta de la ONU, con el fin de evaluar las mencionadas Doctrinas del Poder en el Espíritu de Verdad, y en el contexto de los principios de evaluación establecidas por Resolución de la Asamblea General 1514 "El Derecho a la Libre Determinación" y la AG 1541 las cuales elaboran los procesos y los criterios para identificar y rectificar el crimen de colonización de acuerdo a las normas de la ley internacional de los estados miembros del sistema de las Naciones Unidas.
Finalmente, proponemos que en el proceso de implementación de la iniciativa de la DESCOLONIZACION del los Territorios y Pueblos Naciones Indígenas de nuestro continente Abya Yala, que sin esto cualquier declaración de libre determinación quedaría solamente como retórica y con mínimo valor practico en términos de la Ley Internacional: Que se considera con atención especial al establecimiento por las Naciones Unidad de la organización regional de la Organización de Estados Americanos (OEA) mismo, siendo esto un ejemplo mas de la usurpación y violación del Derecho de Libre Determinación en nuestro hemisférico por haberse establecido otra régimen mas de representación política en nuestros territorios en nuestro continente sin nuestra participación o consentimiento y en violación de AG 1514, evidenciadas por los principios de AG 1541.
Respetuosamente presentado,
Tlahtokan Nahuacalli
Izkalotlan, Aztlan
NAHUACALLI
Embajada de los Pueblos Originarios
c/o TONATIERRA
Tel: (602) 254-5230
Embajada de los Pueblos Originarios
c/o TONATIERRA
Tel: (602) 254-5230
P.O. Box 24009 Phoenix, AZ 85074
Email: chantlaca@tonatierra.org
www.tonatierra.org
www.tonatierra.org
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