TERRITORIALIDAD, AMBIENTE Y DERECHOS EN EL PUEBLO INDIGENA
IKU (ARHUACO) DE LA SIERRA NEVADA DE
SANTA MARTA, COLOMBIA
PONENCIA
Presentada dentro de los ejes temáticos derechos de la madre
tierra y relación de tierras y territorios, a la conferencia mundial de la ley
indígena; derechos, responsabilidades y resiliencia. Un discurso internacional
sobre la jurisprudencia de los pueblos indígenas, universidad de california,
Irvine, octubre 19 a 22 de 2016.
INTEGRANTE DE LA
CONFERENCIA.
ASDRUBAL TORRES TORRES
ALIRIO TORRES TORRES
GREGORIO MESA CUADRO
COLOMBIA – SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA
CORAZON DE LA MADRE TIERRA.
2016.
TERRITORIALIDAD, AMBIENTE Y DERECHOS EN EL PUEBLO INDIGENA
IKU (ARHUACO) DE LA SIERRA NEVADA DE
SANTA MARTA, COLOMBIA
ZAKU SEYNEKUN - “MADRE TIERRA” hace referencia al Espacio y al Tiempo, físico y espiritual, donde se
desarrolla, se recrea la cultura y la vida, bajo el mandato de la ley
de origen. Allí, desde su
creación, se dispone de todos los elementos y condiciones fundamentales para
hacer posible la vida. La Madre Tierra es un ser vivo con características propias y la
fisonomía humana es un calco o réplica de la fisonomía de la Tierra y ella provee el agua, vegetación, animales, el
mar, el fuego, los alimentos, el aire y
es un sistema interconectado espiritualmente para el flujo
de la energía espiritual, pero más allá de eso, su importancia radica en que está circunscrito, tanto física
como espiritualmente, a la Ley de Origen, la cual en últimas, es la directa encargada de
viabilizar la vida y, por tanto, la permanencia física y cultural de la biodiversidad a perpetuidad.
Contenido
Introducción.
1. Fisonomía y
fundamento tradicional y cultural de ZAKU
SEYNEKU - “MADRE TIERRA”.
2. Principios y
valores de ATY SEYNEKUN - “MADRE TIERRA”.
3. Línea Negra
o Línea Divisoria de la Sierra Nevada de Santa Marta – SNSM y los principios de
la territorialidad Arhuaca.
4. Elementos
inherentes de ATY SEYNEKUN - “MADRE TIERRA”.
5. Historia del
reconocimiento oficial del límite del “Corazón del Mundo” o “Línea Negra”.
6. Políticas
amenazantes actuales por parte del Estado colombiano.
Conclusiones.
Bibliografía
Introducción
El Pueblo Indígena Iku (Arhuaco) es uno de los cuatro
pueblos indígenas de la Sierra Nevada de
Santa Marta. Su territorio se encuentra cerca de la costa norte del Mar Caribe
colombiano. Su población es cercana a los cuarenta mil habitantes y es
considerado uno de los pueblos indígenas más tradicionales en nuestro país.
Esta ponencia busca indicar los asuntos más relevantes de la cultura Iku
referidos a las formas tradicionales como concibe su ambiente, su territorio,
su cultura y el papel que desempeñan en el mundo, desde su propia concepción de
ambiente y territorio como Madre Tierra.
Para ello se agrupa la presentación en seis puntos:
fisonomía y fundamento tradicional y cultural de la territorialidad Arhuaca,
principios y valores de esta territorialidad, sentido de la Línea Negra,
elementos inherentes a la Madre Tierra y finalmente, los elementos centrales
para el reconocimiento oficial de los límites del corazón del mundo, con
algunas reflexiones sobre la situación actual y las amenazas que se ciernen
sobre el territorio y la cultura Arhuaca.
1. Fisonomía y
fundamento tradicional y cultural de
ATY SEYNEKU - “MADRE TIERRA”.
De acuerdo con la Ley de Origen las sociedades fueron ubicadas en diferentes
lugares del mundo con sus respectivos espacios, costumbres, lenguajes, y
leyes, todos ellos enmarcados de
comportamientos con la
naturaleza. De la misma manera, el territorio
al momento de su creación fue concebido
con unos mandatos que hicieron posible la comprensión y comportamiento mutuo
con el ser humano; es por ello que se le asignaron unas leyes que priman sobre los humanos y unos deberes correlativos, considerando que
para dicha relación y cumplimiento de los mandatos,
tanto los humanos como el territorio
solo son posibles mediante la unión del espacio físico y espiritual.
Entendemos por espacio físico, todos aquellos seres
vivientes con su integridad
desde los más pequeños hasta los más
grandes, en su respectivos habitas y comportamientos, y comprendemos que
el espacio espiritual son todos
aquellos mandatos hechos a los humanos y a los animales, quienes deben regirse bajo esa lógicas realizando algunas
actividades y, por ello, la relación del mundo físico con lo espiritual
permite la pervivencia de las costumbres con su
integralidad.
El territorio
para el Pueblo Arhuaco es el
elemento principal, concedido por los Padres Espirituales, donde se origina la
vida, se fundamentan y se sustentan las vivencias y convivencias, los
pensamientos, las sabidurías y la existencia de todos los seres. Es además
donde se interpreta la Ley de Origen para lograr la armonía y el equilibrio
entre los humanos, la naturaleza y el Universo en general.
Se llama de Origen
porque se creó cuando el
mundo solo existía en pensamiento antes de adquirir forma visible, de modo que la
realización material ya era por esa ley
y rige durante la existencia del universo. Por tanto, el territorio representa
al ser humano, tal cual, para fortalecer los sentidos de pertenencia y arraigo
cultural, puesto que de
la Ley de Origen dependen la
vida y la
humanidad así como todos los
demás seres vivientes, de
manera que para el Pueblo Arhuaco
es imposible hablar solamente del
hombre, individualizando y
excluyendo aquellos seres como los animales, las plantas
y demás objetos integrantes
del territorio y la cultura.
Por tanto, de
acuerdo a la concepción del Pueblo
Arhuaco, el Territorio, lo definimos como un ser viviente que comprende tanto
el espacio físico como el espiritual, el cual ha venido siendo ocupado
ancestralmente y es allí donde se recrea la cultura, el conocimiento y la
integralidad de todas las relaciones Iku con el mundo y nos permite pervivir y
permanecer como cultura. Lo consideramos sagrado pues fue concedido por los
Padres Espirituales y es allí donde se genera la vida de todos los seres. Allí
se interpreta y se cumple la Ley de Origen y sirve de sentido para lograr la
armonía y el equilibrio necesarios entre los seres humanos y la naturaleza y
todo lo que existe.1
La permanencia de la cultura depende del territorio pues sin
territorio no hay identidad ni cultura, ya que es el
espacio que nos proporciona el material y permite la comprensión para el
desarrollo de actividades culturales y ancestrales que nos permite hablar del
equilibrio y la armonía con la
naturaleza.
Cuando hablamos de Territorio no sólo nos referimos al
suelo, a la superficie; sino a todo el conjunto que lo compone, como es el
espacio aéreo y el subsuelo, ya que contienen otros niveles de vida. Por ello,
es para nosotros la base fundamental para la consolidación
sociopolítica-organizativa de los Pueblos del mundo.
El Territorio es un Código, es el espacio que contiene la
normatividad y no permite la violación de las
mismas porque por cada norma violada
ella hace la justicia sin la subjetividad garantizando a cada elemento de la
naturaleza la permanencia de la vida, y estableciendo así el conocimiento de
las normas que ella contiene.
Por lo tanto, es compromiso de todos conservarlo y protegerlo
pues al Pueblo Arhuaco se nos ubicó en el territorio sagrado de la Sierra
Nevada de Santa Marta - SNSM para que espiritualmente veláramos por el
equilibrio y la sostenibilidad de la vida en el mundo y en el Universo. Nos
corresponde hacer los pagamentos y saneamientos tradicionales y así compensar
el beneficio que recibimos de la Madre Naturaleza; también debemos retribuir a
los Padres dueños de los elementos y manifestaciones de la naturaleza para que
ellos permitan la vida de todas las sociedades.
Nuestra política basada en la concepción cultural, ha sido
la recuperación del territorio, representado no solamente en la ocupación
física del espacio, sino en la conservación de todos los elementos y
manifestaciones naturales que en él existen; es decir, el agua, el bosque, los
animales, los ríos, quebradas, las lagunas, humedales, pozos, montañas,
colinas, nieves, páramos, cerros, Gwiachunu, Murundwa, A’tinkunu, Jwikunowma,
Chukinma y así mismo, otros elementos, para darle el manejo de acuerdo a la
visión propia sobre la naturaleza y el mundo y es lo que hemos venido
desarrollando y tenemos el compromiso de conservar, propender por su
regeneración y de esta manera garantizar no solamente nuestro futuro sino la
vida de las generaciones venideras y demás sociedades.
Recuperar el territorio, no es solamente ocupar los espacios
que se van ocupando, es restablecer la armonía en la naturaleza, sus elementos
y en espíritu (ánugwe). Ese es el sentido del deber de cuidar el territorio,
que hace parte de nuestra Misión de Vida.
El Territorio ancestral es un derecho fundamental colectivo
que nos da la vida, donde se desarrolla la cultura, la tradición y se ejerce el
Gobierno Propio, por lo cual nuestra prioridad es la defensa, protección,
recuperación y control del espacio ancestral hasta la Línea Negra, este es
nuestro limite externo, al interior de el, las actividades deben estar
controladas y limitadas.
Se debe tener en cuenta que para defender el Territorio de
manera integral, es necesario realizar los trabajos tradicionales que
corresponden a pagamentos y saneamiento espiritual, impulsados desde las cuatro
Kunkurwas principales de manera coordinada con las demás Kunkurwas existentes,
bajo la orientación de los Mamus o Mamos . Estos trabajos deben ser cumplidos
de manera obligatoria por toda la población Arhuaca.
2. Principios y
Valores de ATY SEYNEKUN - “MADRE
TIERRA”.
Para nuestra cultura, la fisonomía humana es un calco o
réplica de la fisonomía de la Tierra. La Madre Tierra (Seynekun) es nuestro
referente y nuestra guía para el desarrollo de las actividades humanas. Nuestro
cuerpo y espíritu proceden de ella. Las materias sólidas, líquidas y gaseosas
que contiene en su interior poseen funciones vitales específicas y son el
prototipo del orden interno de nuestro cuerpo. En la medida en que corran aguas
en su cuerpo habrá circulación de sangre en el nuestro. Mientras la Tierra
pueda respirar la energía cósmica, nuestro cuerpo podrá respirar; mientras se
mantenga saludable la energía o espiritualidad de los árboles, las montañas,
los ríos y demás, podremos mantener también saludable nuestro cuerpo y
espíritu.
La procreación humana como calco o réplica del sistema
planetario: es nuestro referente y nuestra guía
para la procreación de la especie humana; cada planeta es equivalente al desarrollo de un ciclo de gestación, el desarrollo de nueve
meses en gestación de una criatura es el
calco y recorrido espiritual de los nueve planetas; valga decir que por cada
mes de gestación de las mujeres se representa el recorrido de cada planeta.
Concepción filosófica del ser: el mundo consta de un
elemento corpóreo o material y un elemento energético o inmaterial, por ello,
las transformaciones físicas son manifestaciones de los movimientos en el mundo
energético. El Iku (Arhuaco) no se centra sólo en el elemento material sino que
tiene especial cuidado en el elemento inmaterial o energético, que en todo caso
precede a toda realización material, en donde encuentra la forma de restablecer
un orden necesario para el surgimiento de estados materiales deseados y cuyo
deber es preservarlos por mandato de la Ley de Origen. De las actuaciones que
se surten en ese sentido, son titulares los indígenas nativos de la Sierra
Nevada, constituyendo un derecho fundamental indelegable e irrenunciable
titulado por la Ley de Origen. Prácticas y ceremonias pilares en la vida del
Arhuaco como la inserción en la vida material (bautizo), la preparación para la
vida en pareja y la procreación (matrimonio), la desconexión del mundo material
(rituales fúnebres o mortuorias), la relación con los no indígenas otras
muchas, están inscritas y determinadas en el mapa del orden energético conocido
por los Mamos.
Inserción en la energía y dinámica natural planetaria: como
nos encontramos circunscritos en el dinamismo de nuestro planeta, por ello es
necesaria la preparación de nuestro bienestar, el cual comienza por el aporte
para la satisfacción del orden energético y espiritual donde estamos insertos.
Sin ese referente no hay garantías de bienestar ni direccionamiento para forjar
nuestro destino. Nuestro bienestar va enlazado con el bienestar físico y
espiritual de las aguas, de los animales, de los bosques, del fuego y de la
Madre Tierra en general. En el lugar de origen de la Tierra, se originaron
también el aire, el fuego y el agua; cuatro elementos primarios consustanciales
en la composición física y energética del planeta y de sus seres.
Inescindibilidad (inalienabilidad) entre territorio y
cultura: para el Pueblo Arhuaco nos
basta tener los espacios que el territorio proporciona porque como
ya se mencionó, integra los
elementos suficientes para hablar de la
permanencia de una cultura; de modo que el pueblo originario conoce las normas
que en ella está integrado y comprende las normas de convivencia como lo ordena
la Ley de Origen. El territorio es el
diccionario del Pueblo Arhuaco que del saber mantiene un orden natural y conforma un sistema hito interconectado
entre sí en espacio pequeño y amplio y a su vez
cada hito se conecta entre sí. Ejemplo, Guatavita con Nawowa.
La correlación de beneficios como Ley de Unidad: entre los
indígenas hay diversidad cultural, entonces los territorios sagrados también
fueron distribuidos de acuerdo a la constitución espiritual y misión de
funcionalidad de cada Pueblo indígena; nada es al azar, todo se da porque hay
un espíritu que le antecede. Es una “cadena de correlación de beneficios” entre
los diferentes territorios que fueron por Mandato Mayor adjudicados a
diferentes sociedades o grupos de humanos. Esta correlación de beneficios debe
desarrollarse en dos sentidos: de materia a espíritu y de espíritu a materia;
de esta forma es que se establece el equilibrio de convivencia. Los diferentes
Pueblos indígenas también nos correlacionamos, y distinguimos, aunque a la
misma Ley de Origen, pero con diferentes cosmovisiones, más no con diferencias
en las lógicas de funcionalidad de los principios de vida. La Ley de Origen es
algo así como los vientos que envuelven todo el mundo y fluyen de un lugar a
otro para garantizar la oxigenación de todas las cosas.
Los guías espirituales (Mamu o Mamo) afirman que lo espiritual
y lo material constituyen una misma unidad de existencia; se complementan entre
sí y funcionan como un solo ser. Así pues, a toda materia le es posible existir
y funcionar como tal, porque hay un espíritu que lo complementa y lo gobierna.
Esta complementariedad y funcionalidad conjunta está regulada por la Ley de
Origen, la cual es justa, universal y asequible a todos los seres; ella orienta
cómo se debe vivir y cómo se debe establecer la relación de convivencia, tanto
espiritual como materialmente entre las diferentes sociedades o culturas y
entre estas con los demás seres de la naturaleza. Solo así se logra la armonía,
el equilibrio y el bienestar universal.
Por otra parte, los no indígenas nos abastecen materialmente
de medios para fortalecer la vida material de nosotros; cuando los no indígenas
nos abastecen de materias que nosotros utilizamos, igualmente nos corresponde
hacer los pagamentos por ellas, dado que es como un préstamo que nos hacen. Así
se da una correlación de beneficios, lo que indica que los no indígenas no
podrían vivir sin nosotros y nosotros tampoco podríamos fortalecer nuestras
vidas sin ellos. Esta correlación suscitada en un orden gobernado por mandato
consagrado en la Ley de Origen, es la que conduce a la sostenibilidad de la
vida y de todas las cosas, en equilibrio hay una cooperación mutua entre los no
indígenas y los indígenas.
La correlación de beneficios está expresada en todo el
funcionamiento de la naturaleza; los mares necesitan del agua dulce para
enfriar su calor, las aguas dulces necesitan del mar para facilitar sus
movimientos; la temperatura de la Tierra necesita alternarse para establecer un
equilibrio, para ello se da el calor y el frío; la cadena alimenticia
constituye uno de los más claros ejemplos de correlación de beneficios, así
sucesivamente todo es correlación de beneficios. La lógica de estas
correlaciones de beneficios que podemos entender sin mayor esfuerzo en el mundo
material, – dicen los Mamus – es similar a la que ocurre entre el mundo material
y el mundo espiritual; hay correlación de beneficios porque solo así puede
existir un equilibrio en la vida de todas las cosas, así fue ordenado y
establecido, así fue concebido por los padres mayores; todo está sujeto a unos
principios o leyes, ellos son los espíritus.
Entonces aquí es donde el territorio, considerado “unidad de
vida” y por tanto Zaku (Madre), se posesiona como la base de las correlaciones,
porque éstas se dan a través de el, por y para él, por tanto se puede decir que
la correlación va en sentido doble, del territorio como materia al espíritu
como ente superior a la materia, y viceversa. Luego, cuando los indígenas
hablamos de convivir con los no indígenas o “hermanitos menores” , tenemos
claro que cada cual debe estar en su territorio cumpliendo y sobrellevando la
vida tal como fue ordenado; estar cada cual definido en su lugar para poder
establecer una buena correlación con los demás; no se debe invadir ni profanar
los territorios que a otro grupo humano le fue concebido para que cumpla
funciones acorde a la naturaleza de su espíritu; se debe establecer una
correlación respetando las leyes ancestrales para que sea posible controlar los
problemas presentados entre los humanos y entre los humanos con la naturaleza.
Ello significa que los indígenas estando en nuestros
territorios sagrados, nos correlacionamos con los hermanitos menores,
contribuyéndonos y abasteciéndonos de elementos para fortalecer la vida en
armonía con la naturaleza. Eso es, los indígenas nos servimos de aspectos materiales
que los hermanitos menores nos proporcionan, y los indígenas les proporcionamos
a los hermanitos menores, fundamentalmente los aspectos espirituales que instan
a los padres mayores a ofrecerles los medios materiales necesarios para sus
vidas. Pero esta correlación de beneficios, no se puede entender como meros
actos folclóricos de contraprestación o convivencia costumbrista con la única
finalidad de suplir las necesidades, sino que debe sobrepasar más allá de la
lógica de solo buscar complacer la vida; la correlación de beneficios por
tanto, es un mandato que debe regir en el orden que fue establecido, no se debe
intuir ni construir porque así se nos ocurra a los humanos, porque así nos
impulsen los intereses individuales. La correlación de beneficios es una Ley de
Unidad, de Justicia y de Igualdad, la cual no debe ser tomada con el propósito
de destruir a los demás; es cuestión de garantizar el orden de las cosas para
que prevalezca el equilibrio y la armonía y, con ellos, la sostenibilidad de la
vida universal.
De otra parte, el principio de creación de todas las cosas
rige la vida de todo lo que existe; los indígenas sostienen que los territorios
sagrados simbolizan las convivencias. En la Ley propia se establece que la
misma constitución del subsuelo, los colores y la contextura demarcan la
existencia y los principios de convivencia de las diferentes sociedades. Los
indígenas y los no indígenas, por ello, deben respetar y conservar el
territorio ancestral. Una de las razones por las cuales los no indígenas deben
respetar y garantizar la pervivencia de los pueblos indígenas, es porque en el
territorio ancestral también existen las leyes que garantizan la vida de los no
indígenas.
Para la cosmovisión indígena, la unidad de vida está
constituida en todas las dimensiones; en el caso de la tierra, la vida
trasciende desde lo más profundo hasta lo lejano del firmamento o espacio aéreo
que hace conexión con todos los astros y los planetas. Los Mamos explican que
la tierra es Zaku o Madre porque en la creación ella fue lo principal y de ella
se hizo posible la vida. También explican que en lo profundo de Zaku se
establecen los padres con los cuales nos guiamos y se hace posible la vida;
ello explica el por qué los no indígenas no pueden contar con el fundamento
para considerar como propiedad del Estado el subsuelo y el espacio aéreo.
El territorio como base mayor de correlación, contribución,
abastecimiento y mandato : entendiendo el territorio como un todo, en donde
perviven y superviven los seres vivientes y no vivientes, en donde nace y se
desarrolla la vida, se considera la base mayor en donde yacen las leyes
espirituales que gobiernan la correlación, la contribución y el abastecimiento
de las utilidades; es decir a través del territorio es que se estructura la
lógica de correlacionarse entre las diferentes sociedades o grupos humanos
tanto en el ámbito material como espiritual.
Para el cumplimiento de este principio fundamental que rige
el equilibrio y la sostenibilidad de la vida, a cada grupo social se le asignó
un espacio territorial. En este principio radica la regla mayor de convivencia;
por eso el territorio no puede ser excluido de ninguna relación de coexistencia
dada entre los humanos y de los humanos con la naturaleza. A los indígenas se les
dejó su territorio para que mediante el ejercicio de una vida fundamentada en
el cumplimiento de la Ley de Origen se correlacionen con las demás sociedades,
pero sobre todo reinen en la espiritualidad de contribución y abastecimiento de
las utilidades en el mundo espiritual.
A este respecto los Mamus expresan que a los indígenas se
nos ubicó en territorios sagrados para que espiritualmente veláramos por el
equilibrio y la sostenibilidad de la vida en toda la dimensión del mundo y el
universo; nos corresponde por tanto, contribuir, mediante los pagamentos
espirituales y sobrellevando una vida visible acorde a ellos, por la utilidad
de la materia en la suplencia de las necesidades, es decir compensar dicha
materia en el mundo espiritual para que no se pierda la correlación dada entre
ésta con su respectivo espíritu; nos corresponde abastecer el mundo espiritual
de los no indígenas de los elementos necesarios, los cuales al expresarse en
materia facilitan la vida de ellos. Es como echarles comida espiritualmente
para que materialmente siempre puedan vivir, algo así como darles petróleo en
espíritu, oro en espíritu, agua en espíritu, fertilidad de la tierra en
espíritu.
Por ello los indígenas somos más espirituales que materiales
y así lo debemos reflejar en la vida cotidiana. Pero no se puede entender esta
misión como un poder atribuido a nosotros directamente, esa facultad está en
manos de los Padres Mayores, nosotros como humanos estamos limitados a solo
contribuir (izasana) a los Padres para que ellos como dueños de toda materia
gobiernen y ordenen la facilitación de la vida. Para nosotros poder continuar
con esta misión, los no indígenas nos deben respetar nuestro territorio sagrado
y nuestro modo de vida.
Orden universal de
ATY SEYNEKUN - MADRE TIERRA: de acuerdo con la Ley de Origen las
sociedades fueron ubicadas en diferentes lugares del mundo con su respectivo
espacio territorial, con su cultura y su lengua propia y se conectan energéticamente a través de hitos o áreas sagradas, bajo unas leyes para su cumplimiento como
garantía para mantener el orden universal. Bajo esa lógica, el territorio es un
ser viviente y hace referencia al espacio espiritual y físico donde se
desarrolla la cultura, el conocimiento, las relaciones sociales, culturales y
espirituales, que constituyen el fundamento de la permanencia del pueblo
Arhuaco, que a través del tiempo ha venido reclamando los derechos y la
autonomía territorial que tiene sobre el territorio ancestral enmarcado por la
Línea Negra.
3. Línea Negra
o Línea Divisoria de la Sierra Nevada de Santa Marta – SNSM y los principios de
la territorialidad Arhuaca.
La Línea Negra o Línea Divisoria, son
hitos geográficos sagrados ubicados en diferentes áreas limítrofes al
territorio de la Sierra Nevada. Entre estos sitios existe una conexión mutua
como la del agua con los picos nevados y demás accidentes geográficos y el mar,
las lagunas glaciares y las lagunas costeras, nacimientos de agua en los
páramos y las desembocaduras de los ríos; de tal manera que entre todos
conforman una red; el flujo de relaciones permanentes es lo que le da vida y
esencia al Territorio y nuestra misión es mantener activas las conexiones de
esa red. Este orden natural articula y determina de manera específica los
diversos aspectos de la vida ambiental, cultural, política, social y económica
de la Sierra Nevada y el mundo.
La Línea Negra recibe su propia denominación en cada una de
nuestras lenguas (Arhuaco, Kogui, Wiwa y Kankuamo), así como los espacios que la componen, y en esa denominación se
encuentra el significado y el sentido que cada uno de los “sitios” o espacios,
que tienen una función especial e interconectada con el resto del territorio
y también son “puntos” de conexión energética con el resto del Universo. En
este sentido, no debe entenderse la demarcación de la Línea Negra como frontera
sino que es un concepto universal que se ha utilizado para señalar físicamente
ni más allá, ni más acá, el territorio ancestral.
El territorio ancestral está delimitado por la línea negra,
conformada por “una sucesión de hitos geográficos sagrados ubicados en el
contorno de la Sierra Nevada, entre estos sitios existe una canal energética de
interconexión como la del agua con los picos nevados y demás accidentes
geográficos y las cuatros franjas del mar (Mukuriwa, Zanuriwa, Tukuriwa,
Gunuriwa), las lagunas glaciares y las lagunas costeras, nacimientos de agua en
los páramos y las desembocaduras de los ríos; de tal manera que entre todos
conforman una red; el flujo de relaciones permanentes es lo que le da vida y
esencia al Territorio y nuestra misión es mantener activas las conexiones de
esa red.”
El reconocimiento de los sitios sagrados demarcados en esa
área debe ser propiedad a perpetuidad de los Pueblos de la Sierra Nevada para
el ejercicio tradicional en el marco del reconocimiento del derecho colectivo
al territorio. Por ello, nuestra concepción de la Línea Negra o Línea Divisoria
y de Territorio se convierte en el compromiso universal de su defensa en donde
debemos perpetuar nuestra política, lo cual garantiza la existencia de la vida,
y así concretar la apropiación del ejercicio del gobierno propio para el uso y
manejo de la Madre Naturaleza fundamentado en la Ley de Origen, permitiéndonos
la búsqueda de acuerdo y convivencia basado en el reconocimiento y respeto.
En este sentido las Autoridades Tradicionales promoverán el
ejercicio del calendario tradicional en los tiempos indicados para el
cumplimiento de los pagamentos en los sitios sagrados que son de interés
colectivo y que hacen referencia a la demarcación tradicional. Para la
permanencia de la cultura es fundamental la recuperación y el control total de
cada uno de los sitios sagrados dentro del territorio ancestral, en especial
los que conforman la Línea Negra.
Para los Iku (Arhuacos), la vida de
los pueblos se fundamenta en la Ley de Origen, Ka’dukwu, Kaku awiri Zaku Jina,
Murunsamas y el Mamu.
La LEY DE ORIGEN es un principio de norma, que gobierna
todo. Esta Ley establece un ordenamiento preexistente a toda norma o reglamento
creados por los seres humanos. La Ley de Origen constituye la forma propia de
gobernar establecida por los Padres Mayores. Los Pueblos Indígenas de la Sierra
Nevada fueron dejados para cumplir la Ley de Origen y de este modo garantizar
la convivencia, la armonía y equilibrio requeridos para la vida de todas las
especies y/o seres del mundo y universo. Se llama de Origen porque se creó
cuando el mundo sólo existía en pensamiento, antes de adquirir forma visible,
de modo que la realización material estuvo ya determinada por esa Ley y rige
durante la existencia del Universo.
Así, para los pueblos de la Sierra Nevada se convierte en la
máxima guía para todos los eventos de la vida. Del cumplimiento de la Ley de
Origen depende también el equilibrio de la tierra. En la medida en que cada uno
de nosotros cumple con la Ley de Origen se nutre la naturaleza, la energía del
sol, de la luna y la de los demás seres que nuestra Madre Tierra ha engendrado
y parido.
La Ley de Origen no excluye a ninguna sociedad o grupo humano.
Ella es el todo. No se circunscribe a las prácticas culturales particulares de
un grupo humano. Está por encima de la cosmovisión de cada pueblo, pues atañe a
los principios de vida sobre el universo y las fuerzas que lo gobiernan.
La Ley de Origen, es la Ley Máxima y base del
pensamiento. De otra parte, KA’DUKWU
hace referencia a los lugares de conexión con la Madre Tierra y fuente de
sabiduría; se refieren al espacio definido por los Padres Espirituales como
instancia para el ejercicio de cumplimiento de la Ley. Existen a su vez
Ka’dukwu mayores para nosotros, (Seykwínkuta, Numa’ka, Séynimin y Seykúmuke).
De otra parte, KAKU AWIRI ZAKU JINA o (Padres y Madres
Espirituales) son los padres del pensamiento y espíritu de cada elemento de la
naturaleza y del cosmos. Ellos fueron autorizados desde la Ley de Origen para
corresponder el accionar de la vida material. Cada uno tiene funciones de
direccionamiento y orden de relacionamiento para cada vida existente.
Por su parte, MURUNSAMA hace referencia a los elementos de
interlocución entre el mundo material y espiritual. Es la representación física
que poseen los Mamos, para poder ejercer la autoridad, ser voceros de Murunsama
e intérprete del mensaje de los Kaku awiri Zaku Jina.
Finalmente encontramos a los MAMU, quienes son las personas
que cuentan con autorización de Zaku-
Kaku Jina ya que poseen facultades especiales para hacer cumplir los mandatos
de la Ley de Origen. Los Mamos o Mamus son quienes con una formación especial,
tienen la misión de velar por el orden social, cultural y político de todo el
pueblo Iku.
4. Elementos
inherentes de ATY SEYNEKUN - “MADRE TIERRA”.
En primer lugar, el agua es parte vital e integrante del
territorio ya que las aguas son la sangre de la Madre Tierra. Su función es
evitar el calentamiento, refrescar la tierra y su ambiente, haciendo contrapeso
a las acciones del elemento fuego. El agua es fuerza vital que emana de una
Madre o fuente espiritual. Es esa Madre la que da las indicaciones sobre la
manera de cuidar y servirse del agua, para que ésta no se agote y puedan
existir por siempre condiciones para vivir Las aguas de la Sierra Nevada son
parte integrante de la territorialidad y no pueden ser tratadas como objetos
aislados con leyes independientes. El represamiento o la desviación del cauce
natural de las aguas constituye una grave transgresión a los principios fundantes
de la cultura Arhuaca e impide el cumplimiento de las funciones vitales de
refrescamiento, comunicación y equilibrio que cumple el agua en su natural
fluir .
En segundo lugar, la vegetación es componente vital del
territorio, ya que la Sierra Nevada, como los demás entornos territoriales,
tuvo la capacidad de dar vida a una amplia gama de especies vegetales de
variados colores, textura, tamaños y propiedades específicas, con las cuales el
Arhuaco convivió y armonizó su vida, por mandato de la Ley de Origen. El
potencial de desarrollo cognitivo, especialmente en lo referente a la salud
física y energética del ser humano y su entorno, depende de la conservación de
tal diversidad. La implantación de especies no nativas, si bien puede permitir
soluciones y ventajas visibles, no garantiza una permanencia a largo plazo, ni
permite mantener el equilibrio natural y el orden alcanzado a través de siglos,
generando fenómenos imprevisibles e incontrolables por los seres humanos. En
resumen, las especies nativas del entorno territorial hacen parte de la esencia
del ser Arhuaco y como tal representan un bien inalienable e imprescriptible
sobre el cual debe mantener el cuidado, protección y uso racional dentro de los
parámetros de la Ley de Origen.
En tercer lugar, los animales son parte integrante del
territorio. Para nosotros, el primer animal en aparecer sobre la faz del
planeta fue el kuneyru (pescadito de los riachuelos) que apareció coetáneamente
con la formación de pequeños pozos de agua entre las rocas, antes de la
formación misma de la tierra como capa exterior. En la Sierra Nevada pervive la
fuerza primaria que dio origen a las especies animales. El cuidado de éstas fue
encargado a los Mamos, lo cual lleva implícito la conservación de los bosques
que constituyen la granja natural perteneciente a cada Cerro, donde se
alimentan dichas especies. Cada una posee virtudes, funciones y reglas de
manejo de origen ancestral, y en su conjunto forman parte de los bienes
naturales de los indígenas de la Sierra Nevada, representando un elemento
indispensable para la preservación y desarrollo de sus culturas.
Un elemento central del territorio Arhuaco es el mar, ya que
es la base del andamiaje de conocimientos de la cultura arhuaca y su fuente
primaria. El poporo como símbolo de la congregación de fuentes de vida, lleva
las conchas marinas pulverizadas en representación del mar. Ese es el título
primigenio de nuestro derecho al mar, para el cumplimiento de nuestra misión de
velar por el equilibrio energético en el planeta. A lo largo de la Costa Caribe
que baña las estribaciones de la vertiente norte de la Sierra Nevada de Santa
Marta, están los sitios donde se recogen los materiales de origen marino usados
para los rituales de restablecimiento constante del equilibrio, y los sitios
donde se retribuye con materiales procedentes de las partes altas de las
montañas de la Sierra Nevada. En consecuencia cualquier perturbación en el
orden o restricción de espacios en las aguas costeras representa una
disminución de las posibilidades de desarrollo y de mantenimiento del potencial
de vida de todo el espacio territorial.
Así mismo, el aire es otro componente del territorio, ya que
las corrientes de aire portan energías propias de fuerzas del bien y del mal,
pureza y enfermedad, todo dependiendo de lo que los seres humanos mismos
liberen o provoquen en el ambiente, teniendo rutas de desplazamiento que
rebasan cualquier división territorial; razón por la cual se requiere del
establecimiento de pactos de no contaminación entre pueblos, a fin de evitar
afectaciones y perjuicios a los seres vivientes del propio entorno y del ajeno.
De otra parte se encuentra el fuego, elemento central del
territorio ya que existiendo numerosas clases de fuego como clases de tierra,
de agua y de aire, cada una contiene una fuerza vital y funciones específicas.
Al lugar común de origen (Seyrérigun), se deben dirigir las compensaciones por
el uso y, de ese modo, propiciar su sana perdurabilidad y el equilibrio.
Por ultimo, de la interconectividad espiritual del
territorio de la Sierra Nevada con otros territorios como fundamento de la
convivencia de los diferentes grupos humanos nos indica que las relaciones
humanas entre las distintas colectividades se sostienen sobre la armonía
energética entre los diferentes espacios territoriales. Así por ejemplo, en
nuestro territorio encontramos lugares interconectados con el Cerro de
Monserrate, ubicado en el extremo oriental de la ciudad de Bogotá, con la
Laguna de Guatavita al norte de Bogotá, con la desembocadura del Río Magdalena
en el departamento del Atlántico cerca a Barranquilla, etc. Es vital, por ende,
conservar dichos espacios para facilitar el flujo energético y el ambiente
propicio para el desarrollo de las relaciones interculturales.
5. Historia del
reconocimiento oficial del limite del “Corazón del Mundo” o “Línea Negra”.
Por la importancia cultural que tiene
la Línea Negra, el Gobierno colombiano ha reconocido el uso ancestral que hacen
los pueblos indígenas sobre este territorio. En dos ocasiones, el Gobierno se
ha pronunciado sobre la relación que tienen los Pueblos de la Sierra Nevada con
el territorio delimitado por la Línea Negra. En la primera ocasión, el 4 de
enero 1973, el Ministerio de Gobierno a través de la Resolución No. 002 reconoció
la Línea Negra como el límite al territorio ancestral de los Pueblos Indígenas.
En 1995 el Ministerio del Interior modificó la Resolución que había sido
publicada en 1973 y volvió a reconocer este territorio como de los pueblos
indígenas de la Sierra. Esta última declaración oficial se realizó por medio de
la Resolución 837 de 1995.
En actualidad como medida de protección de la Madre Tierra
en el marco de lo decidido por la Corte Constitucional en el Auto No. 008 se
establecieron medidas por medio de las cuales se precisa el territorio
tradicional y ancestral de los pueblos Arhuaco, Kogui, Wiwa y Kankuamo de la
Sierra Nevada de Santa Marta expresado en el sistema de espacios sagrados de la
“Línea Negra” y se redefinió y actualizó su reconocimiento conforme a los
principios y fundamentos de la Ley de Origen de estos cuatro pueblos, así como
a la jurisprudencia, las disposiciones del Convenio 169 de la OIT de 1989 y la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
de 2007; y se establecieron algunas medidas, mecanismos y estrategias que
permitan su efectiva garantía y protección.
El Instituto Colombiano de la Reforma Agraria -INCORA-
mediante Resolución 113 de 1974, crea la Reserva Indígena Arhuaca, en la zona
media y alta de la vertiente sur del macizo con una extensión de 185.000
hectáreas. Pero desde la visión indígena consideramos que la figura jurídica de
Reserva Indígena no garantizaba todos nuestros derechos al territorio y por
ello gestionamos para que la Reserva se convirtiera en Resguardo.
Respecto del Territorio como Resguardo, la constitución del
mismo como mecanismo de protección especial de la Madre Tierra y sus elementos
consustanciales, llevo a que mediante Resolución 078 de 1983, se otorgara el
carácter de resguardo indígena, incorporando al área diez mil novecientas
hectáreas contiguas al límite Sur de la Reserva; y en el año 1996 mediante
Resolución 032 crea el Resguardo de Bunsichama con una extensión de 128
hectáreas, separadas del Resguardo anterior, en jurisdicción del municipio de
Pueblo Bello, a escasos kilómetros del casco urbano. Lo que nos arroja un total
de 196.028 hectáreas tituladas.
Con el referente de la creación de la Reserva Indígena en
1974, se creía que ya existía una protección del territorio al interior del
polígono de esta reserva y luego con la Resolución 078 de 1983 que le confiere
la figura del Resguardo se creía solucionado la no intervención al territorio
que en términos generales no había de que preocuparse, pero pese a las
permanentes reclamaciones hechas por el pueblo Arhuaco nunca hubo respuesta
para que el Territorio Arhuaco se protegiera efectivamente y cesaran los
ataques de terceros al territorio ancestral.
Por ello, y teniendo en cuenta que el acuerdo aducía que los
espacios sagrados dentro del Resguardo (al ser imprescriptibles, inembargables
e inalienables) estarían en manos de la colectividad del Pueblo Arhuaco, el
acuerdo de Línea Negra de 1973 fue modificado en 1995, con la premisa de poder
asegurar a futuro todos los sitios de importancia cultural (sitios y espacios
sagrados) del territorio tradicional en su conjunto.
A la fecha y para el saneamiento del Resguardo faltan
aproximadamente cinco (5) mil has por sanear dentro del Resguardo tierras a manos de no indígenas que han quedado por
comprar. Igualmente se hace necesaria la ampliación del Resguardo ya que
la población indígena sigue creciendo y necesita espacio y territorio vital
para su supervivencia como cultura. En los últimos veinte años se han comprado
aproximadamente una extensión de 70 mil hectáreas con recursos de
transferencias del Sistema General de Participación - SGP y otras fuentes de recursos propios de los
Arhuaco en zona de ampliación.
Por último, se hizo una redefinición del territorio para el
dominio político a nivel espiritual y físico con el geo posicionamiento y amojonamiento
(Véase Mapa) y paralelo a la redefinición del territorio, se han construido
ocho (8) poblados indígenas como una estrategia de ocupación territorial y en
el año 2004 se realizó la definición física de la ampliación del Resguardo pero hasta el segundo semestre del año 2013
el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria - INCODER solo avanzo con
el estudio socio económico y jurídico en las 70 hectáreas compradas por el Cabildo
y que hasta la fecha está en espera para el reconocimiento legal como
Resguardo.
Por el carácter especial y su significado actual queremos
presentar algunos elementos de reflexión referidos a la recuperación de INARWA
como parte del proceso de recuperación cultural y territorial en la Línea
Negra. El Cerro Inarwa o “El Alguacil” es uno de los sitios sagrados donde se
ofrecen "pagamentos" a las
diversas semillas, a las montañas y a los ríos con el fin de mantener un
equilibrio con la naturaleza y que hace parte de la cosmovisión indígena acerca
de la estructura del cosmos, que puede darse en tres niveles que conectan a la
naturaleza con la estructura social.
Inarwa está dentro del territorio de la Línea Negra de
sitios sagrados, cumple un papel dentro de la geografía simbólica y de la
cosmovisión de los Arhuacos al formar parte de la Sierra Nevada de Santa Marta,
un sistema mítico y geográfico en el que Gonawindua -Cerro Mayor- es el corazón
del mundo del que depende el equilibrio de la naturaleza y la Sierra es el
padre de los seres humanos.
La instalación de una Base Militar en el Cerro Inarwa alteró
el equilibrio material y simbólico a nivel microcósmico, macrocósmico y
supracósmico, es decir, las relaciones territoriales. En consecuencia, la
presencia de la Base Militar no sólo afectó la autonomía indígena como derecho
fundamental a la autodeterminación, sino también "los modos de transmisión
y reproducción de la estructura de organización social, política y territorial,
representada en el mapa simbólico de cadenas montañosas jerarquizadas de la
Sierra Nevada de Santa Marta", siendo posible identificar algunos impactos
culturales sobre el territorio indígena Arhuaco relacionados con el ecosistema
-flora y fauna- y el riesgo de pérdida de saberes ambientales y la no
realización de pagamentos al limitar el acceso de la comunidad al lugar, así
como afectación del rol de control social ejercido por los Mamos sobre el
sistema de cadenas montañosas regidas por la Ley de Origen y del discurso
simbólico y práctico sobre el cual se construye.
Algunas de las agresiones a la Madre Tierra que se
constituyeron en graves violaciones a la Ley de Origen y los principios de la
cultura Arhuaca tienen que con:
a. excavaciones
mineras, la apertura de carreteras, la extracción de material de los cauces de
agua, el desvío del cauce de los mismos, la guaquería, el rompimiento o
demolición de rocas.
b. recolección
de frutos, el saqueo de materiales tales como, piedras, palos, hierbas,
especies animales incluidos insectos en sitios de concentración bioenergética y
fuentes de conocimientos (sitios sagrados), que se realicen por fuera de los
procedimientos y cuidados señalados en la Ley de Origen. Así mismo la presencia
humana temporal o permanente por ser de carácter restringido y excepcional,
constituye una transgresión a la Ley Arhuaca, siempre que no sea autorizada de
acuerdo a los principios de la Ley de Origen.
c. quema de
cerros en general, y de sitios de los que no se tiene conocimiento de impacto
cultural, por cuanto significa el deterioro de las señales que son la fuente de
conocimiento y el saber ancestral y el
desequilibrio que se genera por la desaparición de multiplicidad de organismos
que cumplen una función vital.
d. proselitismo
religioso católico, evangélico y de toda secta religiosa de origen diferente al
de la espiritualidad misma surgida de la Madre Tierra y transmitida
milenariamente por los guías espirituales nativos o Mamos para regir en los
territorios enmarcados por la Línea Negra.
e. uso de
elementos íntimos o personalísimos del ser Arhuaco como el poporo, el hayo y el
vestido por parte de no indígenas, o en inobservancia de los patrones de
conducta emergentes del saber ancestral Arhuaco.
f. La
aplicación de regímenes, normas o procedimientos políticos, económicos,
sociales, culturales, administrativos o judiciales en el territorio de la
Sierra Nevada, incompatibles o con suplantación de los de las culturas
ancestrales.
g. La
instalación en el territorio, y especialmente en el área de influencia de
centros de ciencia y saber tradicional, de artefactos extraños al medio
natural, que interfieren en la normal circulación de energías vitales, tales
como antenas, equipos electrónicos y piezas metálicas.
h. comisión de
crímenes, violaciones sexuales y atentados a la vida de las personas dentro del
territorio de la Línea Negra.
i. fumigaciones
aéreas con químicos sobre áreas de la Sierra Nevada de Santa Marta, para el
control de plagas, erradicación de cultivos u otros fines, en consideración de
la contaminación de las corrientes de aire, de agua, y de la tierra misma;
cuyos efectos degradan la vida de los seres en general, por contravenir la
misión original misma del ser Arhuaco.
Por lo anterior, siguiendo lo indicado en la sentencia de la
Corte Constitucional, consideramos que las quemas deben ser minimizadas,
controladas y sometidas a compromisos de reparación energética o espiritual
según parámetros de la Ley de Origen. De otra parte y en caso de necesidad, la
extracción de material de los cauces de agua, es permitida de manera racional
siempre que se cumpla con los mecanismos propios de mitigación y resarcimiento
del equilibrio de acuerdo a los parámetros de la Ley de Origen.
De las basuras y desechos industriales no biodegradables:
consideramos que los empaques, los productos industriales desechados y demás
elementos de origen industrial no biodegradables constituyen señales vivas del
ingreso de energías negativas que impregnan la energía de los alimentos y
perturban la de la Madre Tierra en general. Algunas de ellas traen consigo el
elemento fuego en la modalidad destructora
Por lo anterior dichos materiales deben ser devueltos hacia fuera de la
Línea Negra-
De la conservación del potencial de vida: cualquier forma de
uso de los bienes naturales que implique agotamiento irreversible de los
mismos, está prohibida por la Ley de Origen. No es aceptable ninguna forma de
enriquecimiento o establecimiento de comodidades que implique disminución del
potencial de regeneración de la vida de la Madre Tierra a un mediano o largo
plazo; tal es el caso de la explotación carbonífera y de hidrocarburos entre
otros.
De los bienes naturales, su cuidado y uso: el acceso, uso y
cuidado de los bienes naturales de la Sierra Nevada, tales como el agua, las
plantas, los animales, las piedras, la arena, los minerales y demás elementos
integrantes del territorio, estarán regidos según las normas emanadas de la Ley
de Origen de los pueblos originarios de la misma. Además de estas razones,
recordamos lo definido por la Organización de las Naciones Unidas en la
"Declaración de Río sobre Ambiente y el Desarrollo", que en su
artículo 22 estableció que "Los pueblos indígenas y sus comunidades, así
como otras comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la
ordenación del ambiente y el desarrollo debido a sus conocimientos y prácticas
tradicionales. Los Estados deberían reconocer y prestar el apoyo debido a su
identidad, cultura e intereses y velar porque participen efectivamente en el
logro del desarrollo sostenible".
Del reglamento para servirse de los bienes naturales
llamados por la sociedad mayoritaria recursos naturales: sobre el territorio
del Pueblo Arhuaco ubicado dentro de la Línea Negra las políticas de
conservación ambiental, de uso y aprovechamiento de los recursos naturales
renovables y no renovables, así como el establecimiento de los requisitos para
el usufructo de los mismos, continuarán siendo guiados por los principios del
conocimiento ancestral y las prácticas vivenciales correspondientes, bajo la
orientación de los Mamos (depositarios del saber) y la vigilancia de las autoridades
Arhuacas.
Del fortalecimiento de la Tierra para el resurgimiento de la
riqueza de flora y fauna: la tierra como generadora de vida manifiesta su
vocación a dar vida a determinadas especies animales y vegetales, específicas
para cada entorno. Así el establecimiento de especies ajenas por la
intervención humana puede ocasionar desarmonización y desequilibrio del
dinamismo natural. La recuperación de bosques y en general, de la riqueza de la
biodiversidad, debe basarse preferentemente en la regeneración natural de los
bosques, sin descartar la coadyuvancia de la mano humana, siempre y cuando con
conocimientos de impacto sobre el equilibrio energético y biótico natural, la
misma sea valorada positivamente.
Del deber primordial de respeto a la destinación natural de
los espacios de la Sierra Nevada: es responsabilidad de cada una de las
familias asentadas sobre el territorio ancestral, identificar la función
natural de los espacios que componen el predio, asegurar un uso acorde a dicha
naturaleza y realizar las ceremonias para el permanente restablecimiento del
equilibrio, conforme a la Ley de Origen. La vigilancia y control sobre el
cumplimiento de los mencionados deberes está a cargo de las autoridades y
Mamos.
De la planta sagrada de Hayo (COCA), su uso y valor: el hayo
es una planta sagrada que adquirió vida material gracias a la fuerza y poder de
los Mamos de la antiguedad. Su uso, exclusivo de los Mamos durante siglos, se
extendió a los demás nativos de la Sierra Nevada, bajo estrictas normas de
manejo, cuya aplicación exigen una preparación y una facultad especial para el
ejercicio, que sólo pueden otorgar los Mamos. Su uso, desde la antigüedad, está
limitado para animar los procesos de construcción material y energética del
bien, y forma parte de los elementos íntimos del ser Arhuaco. Cualquier forma
de uso por fuera de estas normas, genera una vulneración del orden energético y
constituye una transgresión a la Ley fundamental Arhuaca.
6. Políticas
amenazantes actuales por parte del Estado colombiano.
a. Amenazas al
Territorio ancestral: el Gobierno Nacional plantea dos modelos incoherentes
para la SNSM, un modelo de conservación y otro extractivo que genera muchas
consultas previas. También es de prever una nueva oleada de colonización no indígena
en la zona media y baja de la SNSM y los impactos imprevisibles del Proceso de
Paz para el territorio indígena.
b. Debilidad
financiera institucional y técnica para la gestión territorial Arhuaca: el
Estado no provee los recursos necesarios y suficientes para que se protejan
efectivamente los derechos del Pueblo Arhuaco y su institucionalidad pueda
desarrollar este proceso de la mejor forma.
Conclusiones
A pesar de
los diversos ataques que contra la cultura, el territorio y la Ley de Origen, por
parte tanto el Estado colombiano como la metrópoli española en su momento, así
como las misiones católicas y cristianas, diversas empresas nacionales y
extranjeras, las fuerzas armadas estatales, los paramilitares y las guerrillas,
el Pueblo Arhuaco sigue defendiendo la vida y su pervivencia en su territorio,
desde una visión de integralidad e interdependencia entre los diversos
elementos que componen el universo, la Madre Tierra, el territorio y la cultura
Arhuaca.
Esta tarea no ha sido fácil y no ha estado exenta de
peligros y graves sufrimientos. Pero tenemos la certeza que lo que hacemos está
bien encaminado pues estamos obedeciendo la Ley de Origen y tenemos el
compromiso sagrado de continuar su mandato. Nuestra lucha actual es porque se
respete lo que manda la Constitución colombiana y lo que dice nuestra propia
Constitución Arhuaca o Ley de Origen. Esto solo es posible con respeto de las
partes y el cumplimiento de los compromisos acordados.
Somos de la idea que la Madre Tierra nos brinda la capacidad
de comprensión del mundo, de la vida, de sus inter-relaciones; nos sentimos sus
hijos y sus seguidores; para ello defendemos una territorialidad específica
basada en la ancestralidad de la Línea Negra y proponemos una visión que basada
en el cuidado del ambiente y de todo lo existente, contribuya al equilibrio de
la vida; para ello, la ampliación de nuestro Resguardo en los términos
indicados en el Plan de Salvaguarda y todas las demás acciones jurídico
políticas que le acompañan, nos permitirán seguir cumpliendo el mandato para el
cual estamos en nuestro territorio. Muchos pueden ayudarnos en esta tarea.
Bibliografía
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KA’DUKWU de SÉYNIMIN (GWI’GAKA) respecto del cuidado y uso de las aguas de la
Sierra Nevada de Santa Marta. Nabusímake.
Cabildo Mayor Arhuaco (2016) Plan de Salvaguarda del Pueblo
Arhuaco. Nabusímake.
Corte Constitucional de Colombia (2016) Sentencia T-005/2016 Protección Pueblo Arhuaco, Cerro
Inarwa - Alguacil. Bogotá. MP. Jorge Iván Palacio Palacio.
Corte Constitucional de Colombia (2009) Auto No. 004 sobre
protección de derechos del Pueblo Arhuaco. Bogotá. MP. Manuel José Cepeda
Espinosa.
Corte Constitucional de Colombia (2008) Sentencia T-349/2008
Pueblo Arhuaco e Iglesia Pentecostal Unida de Colombia. Bogotá. MP. Marco
Gerardo Monroy Cabra.